DEJA DE ANDAR Y OBSERVA

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La hierba remonta impoluta,

mientras los pies que la pisaron

se alejan en busca de nuevas hierbas que pisar.

Pisadas incapaces de dañar

la hierba que perdura.

Deja de andar y observa...

Algunas briznas se marchitarán,

las raíces perdurarán

y los antaños brotes engañosos

se harán vagos en el tiempo,

y entonces, la lejanía se convierte en virtud

que permite brotar la despreciada hierba que no verás.

Deja de andar y observa...

Al final, como la botella vara en la orilla,

el mensaje toca destino,

la paradoja no leída,

la mentira descubierta

se pone de manifiesto,

y con todo, el final culmina.

Ya no hay pies ni pisadas ni hierba... Ni rastro de haberlo habido.

Godoylicismos. Los Estados del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora