🏆🏅Historia ganadora de un Watty🏅🏆
Lucas, extraído de su hogar a los siete años, sobrelleva el día a día al lado de su hermano menor y acompañado de amigos callejeros. El cielo resplandece en el séptimo aniversario cumplido por él como indigente...
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Lucas aguardaba desde el suelo, muy cauteloso de cualquier turbio sonido que lo pudiese sobresaltar. Imaginó todo tipo de espectáculo que fuese acompañado de luces verdes y alguna parte de las instalaciones de la cruz roja quebrándose con un potente golpe de energía... Pero nada. Pasaron unos segundos de silencio más y el cristal dejó de brillar. Mientras, Iker abría los ojos, dejándose ver satisfecho por cualquiera que fuese el acto que había llevado a cabo.
―¿Qué pasó? ―le cuestionó Lucas, insípido por lo que había esperado que aconteciera.
―Espera un poco ―volteó feliz, con esa sonrisa que uno adquiere al saber que está a punto de superar las expectativas de alguien al comprarle un regalo.
Nuevamente las esperanzas del muchacho acrecentaron a leves pasos. Expectante, quiso ver algo inexplicable, o mejor aún, algo que lo ayudara a olvidar lo mal que la había estado pasando. Miró entonces hacia un lado en donde estaba el estacionamiento, después giró hacia la entrada y fue ahí donde la magia se hizo presente; aunque al principio no pudo darse cuenta. Un taxi había frenado justo en la segunda dirección que había llamado su atención, donde, desde su interior, una figura salió de prisa (no sin pagar antes, con una soltura en el dinero tal como si este se le resbalara sin dificultad).
―¿Daniel? ―esbozó Lucas, un poco estremecido, aunque ni siquiera por sorpresa de que eso cumpliera sus expectativas, sino por todo lo contrario.
―¿Qué? ―exclamó Iker casi a la par y más estupefacto.
―Vi lo que pasó por Facebook ―aclaró mientras se posaba ante ellos, muy veloz y con entusiasmo―. Qué rápido corren las noticias hoy en día con el internet, ¿no?
―Sí ―respondió Lucas sin más al ver que su amigo permanecía callado.
―Pero ¿qué pasó? ¿Están bien? ¿No vieron al que chocó la barda? En la página de Red Metropolitana solo aparece la foto donde se ve partida en dos... Oye, ¿y tu hermano? ―hizo consciencia ante su burbujeante ánimo de cuestionar. Frenó un poco su lengua y utilizó un tono mucho más recatado―. ¿Cómo está?
Iba a colocar su mano sobre el hombro de Lucas en señal de solidaridad, pero en un reflejo que nadie vio venir, Iker arremetió contra dicho acto, ensartando un manotazo seco sobre la mano de Daniel: esto obstruyó de inmediato el paso entre los dos.
―¿Qué traes, güey? ―profirió Daniel en defensiva instantánea.
―Vete de aquí ―exclamó Iker, muy seco.
―¿Hey, qué te pasa, Iker? ―se exaltó Lucas como intermediario, extrañándose de su reacción.
―¿Cuáles son tus intenciones? ―continuó Iker con prepotencia.
―¡Eh! Dile a tú amigo que se calme, que yo no le he hecho nada.
―Todavía ―añadió Iker, quien era ligeramente jaloneado por Lucas de un retazo de su ropa.
