Capítulo 9©

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Semanas después el rumor de que Lady Emma y el futuro duque de Agnes tenían encuentros clandestinos se esparció por todo Londres, pero Liviana se encontraba ajena a esos comentarios, ella vivía encerrada en su residencia, solo recibía la visita de...

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Semanas después el rumor de que Lady Emma y el futuro duque de Agnes tenían encuentros clandestinos se esparció por todo Londres, pero Liviana se encontraba ajena a esos comentarios, ella vivía encerrada en su residencia, solo recibía la visita de Lady Lilian, a veces de algunos de los amigos de Marcus como lord Anthony y el mayor de los hermanos Williams, lord Logan y por supuesto las de su nana, quien siempre iba a visitarla cada vez que podía, nunca dejaba de preguntar por su padre, ya que desde que se casó no lo ha vuelto a ver, y gracias a su nana supo que estaba de viaje por América, una parte de ella lo extrañaba, a pesar de todo, era su padre.

—¿Qué pasa Lizzy? Desde hace unos días te noto algo distraída — preguntó Liviana mirando a su doncella preocupadamente.

—No es nada, milady — respondió ella cepillando el oscuro cabello de Liviana, pero ella se giró tomado el cepillo.

—No, sé que te pasa algo, tú siempre hablas cuando me estás cepillando el cabello o cuando haces algo, pero los últimos días te veo más distraída. ¿Tienes algún problema?

—No — Lizzy suspiró pesadamente antes de decir lo que pasaba, sabía que sería doloroso para Liviana pero tenía que hacerlo, todos los sabían y ella por ser su esposa era la única que estaba ajena a ese rumor, y rezaba que solo fuera eso, un rumor —. Lo que pasa es que…  se rumorea en las calles de Londres que su esposo, Lord Marcus, tiene encuentros clandestinos con… lady Emma.

—¡¿Qué?!—  susurró.

Su corazón amenazaba con seguir rompiéndose, no sabía hasta cuando seguiría latiendo.

—Siento ser yo la que traiga malas noticias, pero mírele el lado positivo a esto, es solo un rumor milady, ¿quién nos asegura que pueda ser verdad?

—Yo — respondió –. Sé que no solo es un rumor, las personas comentan lo que ven. Marcus nunca llega a dormir, prácticamente ni viene aquí, además ellos están enamorados, se aman, y yo soy la que frena ese amor, por mi culpa ellos tienen que verse a escondidas para amarse.

—No digas eso, milady, usted no tienes la culpa de nada, ellos son los inmorales que no respetan la ley, ni tienen conciencia para saber que sus encuentros están prohibidos.

Liviana no pudo evitar llorar, pero tenía que acabar con eso de una vez.   Le pidió a Lizzy que la preparara para hacerle una visita a lady Lilian. En el camino tuvo que ignorar las miradas de muchos de los aristócratas y mantener la compostura. 

Una vez en la residencia de los duques de Agnes, se sintió más aliviada, esperó junto a Lizzy en la sala verde a la duquesa.

—Liviana — Lady Lilian fue y la abrazó, en el fondo la duquesa se sentía culpable por lo que le estaba pasando a Liviana, eso no era lo que ella había tenido en mente cuando decidió formular el plan para unirlos en matrimonio —. Lo siento.

—No tiene por qué disculparse.

—Claro que sí, si no fuera por mí, hoy no tendrías que soportar las habladurías de esta sociedad.

—No es su culpa, en parte es mía, porque desde un principio sabía que Marcus no llegaría a amarme nunca —dijo Liviana —. Por eso he tomado la decisión de hablar con Marcus para pedirle la anulación de nuestro matrimonio.

—¿Estás segura? — preguntó lady Lilian. Ya no forzaría más esa unión, dejaría que las cosas pasaran solas, ya no jugaría con las fuerzas del destino, él solo se encargaría de todo, si en la vida de su hijo y la de Liviana está el de estar juntos, lo estarán.

—Sí, esta vez estoy siendo egoísta, porque estoy pensando en mi misma, este matrimonio solo me está destruyendo, y haciéndome infeliz, no solo a mí, también a Marcus.

—En todo caso, te apoyaré en todo querida — la duquesa se sentía triste y derrotada, quería que su hijo fuera feliz con una joven como Liviana, pero Marcus ya había hecho su elección, solo esperaba que este no se arrepintiera demasiado tarde de su error. Pero por otra parte no quería que la historia se repitiera en ellos.

—Gracias, siempre estaré en deuda con usted, siempre me ha tratado como a una hija.

—Es lo menos que podía hacer por ti, tu madre y yo éramos casi hermanas – dijo la duquesa recordando los momentos tan felices que tuvo con Mary —. Pero antes de dar el paso y hablar con Marcus sobre la anulación, deberías tomarte un tiempo al aire libre, puedes pasar el resto de la temporada en nuestra residencia de campo cerca de Green Hills. ¿Qué dices? Así los rumores se calman y no tienes que estar preocupada por el qué dirán.

Liviana lo pensó mejor, sabía que lady Lilian tenía razón, ¿por qué no pasar tiempo en el campo? Nunca había ido y deseaba conocer como era y respirar el aire puro que  brindaba el campo.

—Me encantaría.

….

Los baúles de Liviana estaban preparados y acomodados en el carruaje, su nana la despediría y ella viajaría solo con Lizzy, Lady Lilian ya había avisado en su residencia de campo que Liviana iba a pasar algún tiempo allí, pidió que fuera tratada con el mayor respeto que se merecía la futura duquesa de Agnes. El trayecto fue tranquilo y entretenido, Lizzy y ella se llevaban muy bien, siempre tenían un tema de conversación que no las dejó aburrirse durante el viaje. Pero por la mente de Liviana pensaba en la reacción de Marcus cuando sepa  que decidió irse al campo por un tiempo, aunque por otro lado, pensaba que le estaba haciendo un favor al alejarse.

Al llegar, quedó fascinada por la belleza de aquel lugar, la residencia era enorme, los jardines, los campos, todo, las personas que vivían cerca, al enterarse de que la futura duquesa de Agnes estaba allí, fueron y la recibieron con alegría y educación, Liviana se sentía como nunca se había sentido, libre, querida, sin nadie que le reprochara nada y le diese miradas de odio y rencor.

Todas las tardes se sentaba en el columpio del jardín a leer un rato o a recibir algunas visitas de las personas del pueblo de Green Hills. Poco a poco Liviana fue ganándose la amistad y el amor de todos allí, era bien vista y recibida, no solo porque heredaría un título, sino porque se lo había ganado. 

Los días fueron alargándose convirtiéndose en semanas y meses, realmente no tenía deseos de volver a la ciudad y continuar con su monótona y aburrida vida, mensualmente le enviaba cartas a su suegra y a su nana contándoles lo bien que se sentía ahí, desafortunadamente su suegra tuvo que mandarla a llamar para final de temporada, pero Liviana se negó rotundamente a volver, y así pasó mes por mes.

E.J. Black

IX

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Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Where stories live. Discover now