Capítulo 11©

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Liviana reía alegremente mientras hablaba con su amiga Jayne, la había conocido meses después de llegar a la residencia en el campo, lady Jayne William, hermana menor de los mellizos William, amigos de su  esposo, lo había sabido después de varios...

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Liviana reía alegremente mientras hablaba con su amiga Jayne, la había conocido meses después de llegar a la residencia en el campo, lady Jayne William, hermana menor de los mellizos William, amigos de su  esposo, lo había sabido después de varios días al preguntarle por su familia, al igual que le había preguntado por qué vivía en la residencia de campo de sus padres y no en la ciudad disfrutando de la temporada, y su respuesta fue: «Para no avergonzar a mis padres más de lo que ya he hecho» . Digamos que Lady Jayne había perdido su oportunidad de casarse, ya era considerada una solterona para los aristócratas.

—No creo que volver a vestir con esos pesados y apretados vestidos me haga bien, ya estoy tan acostumbrada a usar vestidos más sencillos que la sola idea de volver a usar un corsé hace que el aire me falte, y para nada extraño las crinolinas  – dijo su amiga mirando su vestido color pastel, y sí que tenía razón, en todo el tiempo que ha estado en  Green Hills sus vestidos han cambiados por otros más sencillos y holgados.

—Tienes razón — Concordó Liviana —. Aunque en Londres estos vestidos solo serían permitidos para estar dentro de la habitación.

—Realmente no me importa lo que crean en Londres, me gusta estar aquí, siento que tengo más libertad para hacer lo que quiero. Además, volver me traería todo lo malo que viví en mis últimos días en Londres. Aunque no te mentiré,  extraño mucho a mis padres.

—¿Y qué fue lo que pasó? — preguntó Liviana.

—Digamos que metí mucho la pata. El hombre que amé me rechazó, al parecer no le gustaba tanto como yo pensaba. Pero era de imaginar, nadie me invitaba a bailar, no tenía pretendientes, y realmente él es un hombre muy guapo.

—No digas eso Jayne, eres muy hermosa, a comparación de mí, si no fuera porque besé a Marcus, hoy estaría igual de solterona.  Los hombres no buscan mujeres como nosotras.

—Realmente no sé qué pasa con la sociedad, viviendo con prejuicios y estereotipos estúpidos, ¿qué tiene que una mujer sea más voluminosa que otra? Pienso que hasta somos mejores.  ¿No sé cómo le pueden gustar más el hueso que la carne?

Liviana volvió a reír por el comentario de Jayne, ella sí que sabía ser divertida, desde que se conocieron la ha estado observando, a veces quería ser como Jayne, aunque las dos tenían la misma característica de cuerpo voluminoso y curvado, lo único que las diferenciaba era que, Jayne era de piel más clara y cremosa que Liviana, su cabello era de un color miel, y sus ojos de un color ámbar muy hermoso. Pero su amiga no se dejaba afectar por cualquier comentario fuera de lugar respecto a ella, sabía responder a esas habladurías, se divertía y, no se avergonzaba con nada, simplemente vivía su vida con espontaneidad y sin ir presumiendo de ser alguien que no es. Jayne era ella y nada más que ella.

—¿Y qué harás respecto al pedido de tu esposo? — preguntó Jayne una vez terminaron de reír.

—Aún no lo sé, regresar me hará sufrir nuevamente, lo sé —respondió Liviana —. Y sé que debo volver, pero si lo hago será para anular mi matrimonio con Marcus, no para lo que él quiere que vuelva.

Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Where stories live. Discover now