Capítulo 42©

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Han llegado a oídos de esta autora que, el propio duque de Agnes fue en busca de su esposa, lady Liviana. Después de casi cinco meses la duquesa vuelve a su hogar en manos de su esposo. ¿Será que por fin acabarán los escándalos de la familia Livingston?

Revista de sociedad de Lady Kennt.

Marcus esperaba que el padre de Liviana se decidiera a hablar, tal vez había sido demasiado duro al recordarle que él también había colaborado en el sufrimiento de Liviana.

-Sé de sobra el daño que le causé a mi hija todos estos años, al rechazarla, al perderme todo lo bueno que padre e hija tienen, me arrepiento de todo lo que le hice, pero es demasiado tarde para poder recuperar todo el tiempo perdido - dijo lord Henry algo melancólico -. Pero puedo evitar que la historia se repita, evitar perder a Liviana... para siempre.

-¿Qué quiere decir? - preguntó Marcus y vio como el conde tomaba un cuadro pequeño que estaba a su lado, pudo percibir la melancolía en su mirada.

-Hace veinte años hice una promesa, pero no la cumplí - dijo él entregándole el cuadro a Marcus.

Marcus miró el cuadro y frunció el ceño al ver a una mujer idéntica a Liviana, supo que no era ella por sus ojos, aunque sus miradas eran la misma, la mujer del cuadro los tenía de un calor ámbar, mientras que Liviana los tenía verde claro, casi azul, como un turquesa, muy parecido a los de su padre. Pero fuera de eso, era la misma imagen, y supo enseguida que se trataba de la madre de Liviana.

-Era su esposa... - afirmó Marcus -... Liviana es muy parecida a ella.

-Y por esa razón no pude cumplir mi promesa. Ver a Liviana era como ver a mi esposa, el amor de mi vida, no soportaba verla y recordar que nunca podría volver a tenerla. Antes de morir me hizo prometer que siempre cuidaría de nuestra hija y que le daría todo el amor que ella no podría darle, pero no pude, dolía mucho recordar que cada vez que Liviana cumpliera un año más, era uno que pasaba sin mi esposa. Por eso decidí ausentarme año tras año mientras Liviana crecía y era criada por sirvientes, cuando debería de haber sido yo.

-Lo siento mucho... - era lo único que podía decir Marcus, no sabía cómo consolar al conde -... ¿Pero, por qué dice que no quiere que la historia se repita?

-Porque ustedes me recuerdan a Mary y a mí cuando nos casamos - Marcus frunció el ceño sin entender -. Tu padre y yo siempre fuimos buenos amigos, éramos unos libertinos sin redención, pero en 1797 conocimos a las mujeres que harían cambiar eso. La Srta. Mary Alscott y lady Lilian Rose, eran muy buenas amigas, pero Mary no tenía título que la amparara, era su primera temporada y su tía la había enviado a Londres con la familia de tu madre. Recuerdo lo que sentí al verla por primera vez, pero era tan orgulloso, muy parecido a ti, que me costaba admitir mis sentimientos, sabía lo que Mary sentía por mí y eso me daba más confianza y me hacía sentir de cierta forma feliz. Tu padre se enamoró perdidamente de tu madre, hacía de todo para que Lilian le hiciera caso, yo hacía de intermediario llevando cartas y recados que Mary recibía y se los entregaba a tu madre. Ese mismo año al terminar la temporada tus padres se casaron, pero yo no había hecho nada para tener a Mary.

Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt