A tu lado

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Atención, este capítulo tiene una parte con contenido lemon, si no desea verla le recomiendo que se salte ese trozo de la historia.

Narra (T/N):

Salí con Kenma del aeropuerto, pedimos un taxi y nos fuimos a casa. Al llegar él me besó en la frente y entró a su casa. Era domingo, estaba sola en mi casa, replanteándome como es que conseguí ser correspondida por el chico que me gustaba, estaba muy feliz, tanto que de vez en cuando se me escapaba un gritito de emoción, pero toda esa ilusión que tenía fue desapareciendo al darme cuenta de que no habíamos quedado en ser pareja ni nada por el estilo, tal vez solo imaginé esa situación y nada de eso pasó, o solo me correspondió al beso por pena y me dijo que me quería para que no me deprimiera... ¡Agghhh! ¿Qué somos?

Narra Kenma:

Me despedí de (T/N) depositando un suave beso en su frente, entré a mi casa, la cual ahora estaba media vacía y me dispuse a bañarme. Mientras estaba en la ducha pasaron por mi mente todos los recuerdos que había hecho hoy, estaba feliz, podría quedarme en Tokio con mis amigos, mi equipo y con la chica que ahora es mi... Mi... Mi... Espera, ¿qué somos? En ningún momento hicimos oficial que seamos pareja, ¿eso quiere decir que no estamos saliendo?, tal vez yo no le guste como tal y solo me correspondió por lástima. ¡Vamos Kenma!¿En qué estás pensando? Ella es tu amiga, la que logró que te quedases a su lado, deberías ir a preguntarle tú mismo, sé un hombre.

Salí del baño, me vestí y fuí a su casa. Toqué en la puerta varias veces hasta que por fín me abrió. Ella vestía únicamente un short negro y una blusa un tanto larga, tenía el pelo mojado, seguramente estaba en el baño. Me invitó a pasar y me ofreció quedarme a almorzar, lo cual acepté con gusto, ya que yo no sé cocinar. Me ofrecí a sacarle el pelo y ella asintió con un leve rubor, tenía el pelo sedoso y olía frutas al igual que su cuerpo, allí estaba, la chica que me gusta, sentada en frente de mí, con su nuca al descubierto, sentía la tentación de darle un beso ahí y mi autocontrol me falló, la besé en la nuca y pude notar como daba un brinco en su sitio.

(T/N) : ¿Kenma?

Kenma: Ya está, ya tienes el pelo seco.

(T/N) : G-Gracias, por cierto, ¿viniste por algún motivo en especial?

Kenma: Si, la verdad que sí - dije armándome de valor.

(T/N) : Ah, ¿y qué es?

Kenma: P-pues... M-me preguntaba...

(T/N) : Kenma, ¿por qué estás tan nervioso? Sabes que puedes confiar en mi, ¿verdad?.

Kenma: Me preguntaba sin querías ser mi novia - dije alzando la voz mientras un intenso rubor poseía mis mejillas.

Acto seguido (T/N) me besó y aceptó mi petición, no me lo podía creer, estaba ocurriendo de verdad, por fin tenía a la chica que me traía loco desde hacía tiempo. El beso se intensificó, notaba como la temperatura de mi cuerpo iba subiendo, la tenía encima mía besándome y derrepente noté como se me ponía dura, me separé de ella con la excusa de que tenía que ir al baño, a lo que ella asintió y se marchó a terminar de cocinar. Me dirigí a dicho lugar, para poder encargarme de mi problemita, entré al baño, cerré la puerta con seguro y me senté en la vasija (inodoro), pasé mi mano a la entre pierna y comencé a frotar mi falo lentamente, intentaba guardarme los gemidos, pero se me escapó alguno que otro. Agradecía que (T/N) estuviese en la planta baja cocinando, al pensar en ella se me puso aún más dura, cientos de escenas comenzaron a pasar por mi mente, cientos de escenas que quería probar con ella, cada vez que pasaba una imagen de ella por mi cabeza yo aceleraba la velocidad de mi mano, cada vez más y más rápido hasta que por fín llegué al orgasmo. Limpié todo lo que mi líquido había ensuciado, me lavé las manos y volví al salón. Una vez allí más relajado me senté a esperar a que (T/N) me avisase para comer. En lo que esperaba me repetía una y otra vez a mi mismo que tendría que esperar mucho tiempo para tener a (T/N) completamente, quiero decir, no quiero obligarla a hacer algo que no quiera y sería mejor una vez tengamos más confianza. Además, aún estábamos en segundo de preparatoria, tener sexo es algo que no debería hacer por lo menos hasta graduarnos, no quiero joderle la vida a la chica que amo solo por gusto propio.

Narra (T/N) :

Escuché a Kenma bajar las escaleras, así que supuse que se había ido al salón, a la comida le faltaban unos pocos minutos, así que decidí ir a avisarle.

Me aproximé sigilosamente a la sala y me avalancé sobre su espalda quedando sujeta a él como un koala.
Su cara de susto no tenía precio, parecía un gato, es más, juraba que se le pusieron los ojos como un felino.

Kenma: ¡(T/N)! No hagas eso, es peligroso.

(T/N) : Jajajajajaj, lo siento Pudding, pero la comida ya va a estar lista. Ayúdame a preparar la mesa.

Kenma: ¿Pudding?

(T/N) : Sí - dije con una sonrisa - pensé que es un apodo muy tierno y que te va bien. ¿Te molesta?

Kenma: No..., pero es vergonzoso.

(T/N) : Adoro cuando te pones rojo, eres muy lindo - reí leve mente.

Kenma: Ya déjalo - dijo muy avergonzado.

Se acercó a mi y me besó dejándome con los nervios a flor de miel y mis mejillas extremadamente rojas.

Kenma: Vamos a colocar la mesa amor - dijo él un poco tímido.

(T/N) : S-si - dije yo recuperándome todavía del beso y asimilando el dulce apodo que me acababa de poner.

Kenma rió levemente y ambos fuimos a preparar lo necesario para almorzar. Una vez hecha la comida, la serví y comenzamos a almorzar. Él se ofreció a fregar los platos y yo me fuí al salón a ver la tele. Cuando terminó de fregar vino a dónde estaba yo y se sentó a mi lado. Pasó un rato y no paraba de moverme, ya estaba incómoda, pero me daba vergüenza pedirle a Kenma que si me dejaba recostarme.

Kenma: Ahhh... Si estás incómoda tan solo dilo.

(T/N) : ...

Kenma: Si quieres puedes recostarte en mi pecho - dijo mientras tapaba su cara con su pelo.

Yo accedí encantada y me tumbé boca abajo encima de él, con mis pies pies en medio de los suyos y mi cabeza reposando en su pecho, lo abracé e instintivamente cerré los ojos. La cercanía con su corazón me transmitía tranquilidad, él no admitiría que estaba nervioso, pero sus latidos lo delataban, tímidamente posó una de sus manos sobre mis caderas y con la otra empezó a acariciar mi cabeza, me sentía bien entre sus brazos, sentía el confort familiar que tanto había echado de menos estos meses, con él se que podría ser feliz.

Este capítulo se me quedó un poco corto, pero intentaré subir otro hoy.

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