CAPÍTULO 19

368 34 3
                                    

POV JIMIN

Al día siguiente fuimos al parque de atracciones tal y como habíamos prometido. El parque se encontraba a las afueras de la ciudad, no era muy grande, pero tenía lo suficiente para que un niño estuviera contento. Debido a su corta edad, era la primera vez que Jihyun iba, y no dudó en hacernos saber que quería ir muchas más veces. Sus ojos denotaban ilusión y ganas de probar cada una de las atracciones, incluso las que eran para personas mayores que él. Un puchero se asomaba en sus labios cada vez que le decíamos que no podíamos subir a una atracción porque era muy pequeño aún.

—Cuando tengas la edad suficiente venimos y nos subimos juntos —dijo Yoongi en cierto punto, haciendo promesas que contentaban al niño.

—¡Sí! —respondió animado, abalanzándose sobre él para abrazarlo. Hubo un momento de silencio, y luego lo escuché susurrar—. ¿Papá puede comprar eso rosa para mí? —sonreí ampliamente. Jihyun parecía contento de que Yoongi fuera su padre. Desde luego, no le costó mucho acostumbrarse a llamarlo así, aunque alguna que otra vez se le escapaba su nombre.

Después de comprar ese algodón de azúcar de un suave color rosa, Jihyun volvió a la carga con las atracciones, arrastrándonos de las manos de una a otra. Aquel día acabamos agotados, creí que Yoongi estaba mejor que yo, pero en cuanto llegamos a casa se dejó caer en el sofá.

—Voy a tener que hacer ejercicio para acostumbrarme a esto —mencionó, haciéndome reír. Solté a Jihyun en la cama, puesto que se había quedado dormido en el coche.

—Tranquilo, no es lo normal, y lo sabes, has estado con nosotros en los días tranquilos —me senté junto a él—. Estaba muy emocionado.

—Me alegra que lo haya pasado bien, al igual que tú —sonreí. Hacía tiempo que yo no iba tampoco a uno—. Quizás un día podemos ir tú y yo solos —alcé una ceja.

—¿Me estás pidiendo una cita?

—Una de muchas, al menos —me reí—. Ahora debería irme —observé cada uno de sus movimientos mientras se levantaba—, no tengo ropa aquí. Y aunque sé que me invitas a dormir, creo que es mejor ir poco a poco.

—Todo lo poco a poco que se puede ir después de ayudarme con mi celo y besarnos —ironicé.

—Veo que nos entendemos —nos reímos a carcajadas, y luego se inclinó para besarme—. Descansa para vernos mañana, ¿vale? Cualquier cosa, llámame.

Los días siguientes pasaron rápidamente, más entretenidos de lo que alguna vez lo fueron. Yoongi siempre venía a pasar el día con nosotros, y solo cuando llegaba la hora de dormir se iba, eso era lo único que no me gustaba. Mi omega clamaba cada noche por dormir con su alfa. Por ello, me decidí.

Había pasado una semana más o menos, cuando les pedí a Hoseok y Taehyung que cuidaran a Jihyun para poder tener una cita con Yoongi. Incluso si era algo que ya habíamos hecho, no pude evitar sentirme nervioso.

—Estás bonito, papá —me dijo mi pequeño cuando terminé de arreglarme. Sonreí levemente.

Taehyung me dijo lo mismo cuando dejé a Jihyun en su casa, solo que lo dijo con un tono insinuante. Le di un abrazo para despedirme y fui a la cafetería. Yoongi y yo habíamos quedado en ella, en la misma de siempre, para tomar algo y luego ir a dar un paseo. No era un plan especial, pero tampoco necesitaba algo insólito, solo quería verlo y poder besarlo, ya que con Jihyun delante no habíamos podido hacerlo, aunque eso era algo que iba a cambiar.

Me había decidido, iba a confesarme de nuevo, iba a dejar mis sentimientos sobre la mesa y hacerlo oficial. A pesar de los besos y el tiempo que pasamos juntos, nunca correspondí a Yoongi directamente. No era algo que él necesitara oír para saberlo, fue bastante intuitivo cuando lo llamé para que viniera a dormir conmigo, pero era necesario para formalizar la relación de una vez. Después de eso hablaríamos con Jihyun para explicárselo y al menos acabaría eso de besarnos a escondidas.

Me senté en una mesa apartada y pedí un refresco. Miré la hora, había llegado diez minutos antes, eso estaba bien. Agradecí el refresco cuando me lo trajeron y empecé a beberlo, intentando ordenar las palabras en mi cabeza para saber cómo le sacaría el tema a Yoongi. Los minutos comenzaron a pasar, la hora a la que habíamos quedado llegó. La siguiente vez que miré la hora habían pasado cinco minutos. Pensé que quizás Yoongi había decidido ir en coche al final y estaba buscando aparcamiento. Quince minutos tarde. Decidí llamar si otros cinco minutos pasaban. Veinte minutos. Tomé mi móvil y marqué el número de Yoongi, los pitidos comenzaron a sonar. Llamé una, dos, e incluso tres veces. Yoongi no contestaba, y ya habían pasado cuarenta minutos desde que habíamos quedado. Cerré los ojos y busqué pensamientos que me tranquilizaran. Él no se iría de nuevo, yo confiaba en ello. Cuando volví a mirar la hora, cincuenta minutos habían pasado. Saqué la cartera y dejé el dinero sobre la mesa, saliendo del local enfadado. Tomé el teléfono nuevamente, Yoongi no me iba a coger, así que llamé a su madre.

—Hola —salude cuando la mujer me atendió—. ¿Está, por casualidad, Yoongi contigo?

—No. ¿Ha pasado algo? Pareces estar raro.

—Habíamos quedado hace una hora y no llega, ¿puedes darme la dirección de su hotel? —tardó un momento en darme la dirección, así como el número de la habitación—. Gracias —despegué el móvil de mi oreja para colgar, pero oí cómo me llamaba, así que volví a pegarlo—. Dime.

—Él te quiere, no se iría si las cosas están bien entre vosotros, y menos sabiendo sobre Jihyun —respiré profundamente.

—Gracias, hablamos más tarde —colgué. Mi omega empezó a quejarse, pero las palabras de la abuela me habían reconfortado, oírlo de otra persona que no era yo se sentía más real.

Llamé a un taxi y le di la dirección. Solo esperaba que Yoongi estuviera bien, al menos lo suficientemente bien como para patearle el culo por haberme dejado plantado.






1019 palabras.

~☾~

Moon.

Destined Couple 「YoonMin」Where stories live. Discover now