Destined Couple 「YoonMin」

CAPÍTULO 16

POV JIMIN

Nunca podré olvidar la sensación que tuve al terminar de contar toda la verdad; el peso en mi pecho desapareció por completo, algo que pensé que jamás sería posible. No tenía nada que ocultar, y no tenía que seguir mintiendo, era como si la vida que había comenzado fuera finalmente real.

No se me pasó por alto el comportamiento de Yoongi. Sentí cierta inquietud cuando comencé a relatar todo, pero él fue comprensivo, me había animado a hablar, mas nunca obligado. Y cuando terminé de contarle todo, me demostró que no importaba que le hubiera ocultado la verdad desde que habíamos recuperado el contacto, que entendía mi inquietud.

—Jimin —tomó mi mano, acariciándola con tranquilidad, probablemente queriendo transmitirme ese sentimiento. Cuando lo miré me sonrió levemente, pero algo no parecía estar bien. Es como si fuera la calma antes de la tormenta, como si lo que tenía que decirme ahora fuera malo—, todo está bien, ¿vale? —Apreté los labios. No, no estaba bien—. Estoy bien con todo lo que me has contado, pero necesito un poco de tiempo para asimilarlo. —Llevé la mirada al suelo y aparté la mano de las suyas, pero volvió a cogerla, acariciándola con sus dedos—. Jimin, no voy a irme o a quitarte a Jihyun o lo que sea que estés pensando en esa inquieta cabecita tuya —me atreví a mirarlo. Sí, solo Yoongi sabía lo inquieto que podía ser a veces. Respiré profundamente y asentí, aún sin ser capaz de decir una palabra—. Volveré en poco tiempo, pero necesito reposar todo, porque solo era un alfa intentando cortejar a su pareja predestinada hace una hora, y ahora soy padre de un niño precioso. —Alzó la mano y me acarició el cabello, que caía lacio por encima de mis orejas—. Un niño al que abandoné junto a esa pareja predestinada —sonrió levemente, dolido con sus propias palabras, y entonces fue cuando me atreví a hablar.

—No te culpes por eso, por favor —susurré—. Ahora lo sabes y puedes arreglar todo eso —lo vi sonreír ampliamente entonces. ¿Había dicho algo en especial?

—¿Todo? —En cuanto dijo eso supe a lo que se refería. Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro irremediablemente. Me encogí de hombros. No iba a darle una respuesta a eso, no por el momento, de todas formas.

—Llámame o lo que sea entonces. —Me levanté del banco—. Tengo que ir a por Jihyun —me excusé—. Él... también tiene ganas de pasar tiempo contigo, así que no tardes mucho —Yoongi asintió con una sonrisa, despidiéndose de mí antes de separar nuestros caminos una vez más.

Jihyun me preguntó por Yoongi cuando me vio llegar sin él, pero no insistió en ello cuando le dije que quedaríamos otro día. A pesar de que Yoongi me había asegurado que volvería, no pude evitar sentirme ansioso. Mi omega estaba nervioso también, cavilando conmigo la posibilidad de perder a Yoongi de nuevo. ¿Cómo se lo explicaría a Jihyun?, esa fue la pregunta que más me hice a lo largo de la tarde.

Llegada la noche, Jihyun se acostó en la amplia cama, esperando por mí, pero simplemente no podía conciliar el sueño aún. No lo había intentado, pero lo sabía con solidez. Dejé a mi bebé en la cama tras dejar un beso en su frente. Después me fui al salón, no encendí la televisión ni cogí un libro, simplemente me senté en el sofá y suspiré. Intenté dejar mi mente en blanco, cosa a la que había recurrido más de una vez para conseguir serenarme. Cuando cerré los ojos empecé a pensar en la nada, a dejar salir los pensamientos de todo el día de mi mente. Pero en cuanto conseguí un poco de esa paz mental, el teléfono comenzó a sonar. Por un momento me sentí molesto, pero luego pensé en si podría ser Yoongi, y corrí hacia el móvil, cogiendo la llamada, viendo antes el nombre del alfa en la pantalla.

—Hola —susurré tras un momento.

—Hola —saludó tontamente, usando el mismo tono que yo sin saber el por qué. La línea se quedó en silencio por un momento, hasta escucharse una profunda respiración al otro lado de ella—. ¿Jihyun está acostado ya?

—Lo acabo de acostar —respondí.

—Entonces... me gustaría hablar un momento con él, solo si sigue despierto. No tardaré —fui al cuarto para encontrarme con un par de ojitos me miraban fijamente, con cierta confusión.

—Yoongi quiere hablar contigo —avisé, sentándome junto a él y entregándole el teléfono. Un suave "¿Sí?" salió de sus pequeños labios. Escuché la voz de Yoongi hablando, pero era un cúmulo de palabras ininteligibles para mí. Jihyun sonrió ampliamente, ocasionándome curiosidad. "¡Vale!", fue lo que respondió aún más animado, cediéndome el móvil luego.

—¿Se puede saber qué le has dicho? —pregunté con curiosidad incontenida.

—Mañana me paso a recogerte al trabajo —respondió sin más. Iba a preguntarle qué pasaba, pero continuó—. Me apetece llevaros a la playa por la tarde, y Jihyun parece emocionado también, ¿qué me dices? —sonreí.

—Me parece bien, Yoongi —su nombre se deslizó por mis labios, así como todas las preocupaciones resbalaron fuera de mi cuerpo.

—Hasta mañana, Jimin. —Mordí mi labio inferior, sintiéndome como un adolescente de nuevo.

—Hasta mañana —susurré antes del colgar.

Dejé el teléfono en la mesita nocturna. Estaba preparado para dormir, no había ni una sola cosa que pudiera atormentarme esa noche. Jihyun pareció contento de ser bien recibido entre mis brazos. Y con su cabecita apoyada en mi pecho, ambos caímos dormidos profundamente.

Cuando llegamos a la playa al día siguiente me sentía rejuvenecido. Jihyun enterraba los dedos de sus pies en la arena, e incluso yo la sentía rara bajo mi piel. Sin coche, era difícil ir a la playa, por lo que rara vez pudimos hacer viajes a ella. Ahora, con Yoongi, esto podría convertirse en una bonita salida mensual.

Yoongi estiró las toallas por enésima vez, sentándose a mi lado. Parecía un poco cansado por correr tras Jihyun durante un largo rato. Reí. Era difícil mantener su energía a veces.

—¡Papá! —me llamó el niño, entregándome un montoncito de conchas y piedras bonitas que había encontrado, las más brillantes y blancas—. ¿Puedo buscar más? No iré lejos, solo orilla —suplicó tiernamente. Asentí con una sonrisa, besando su pequeña nariz. Mientras pudiera verlo, no habría problema.

—¿Te lo estás pasando bien? —preguntó Yoongi cuando nos quedamos solos. Asentí, convencido de que ese era, en definitiva, uno de los mejores días que había vivido en bastante tiempo.

—Aunque no es una salida que me sirva para descansar precisamente —reí, girando el rostro hacia el mayor para verlo. Él también me miraba fijamente, pude notar cierto brillo en sus pupilas. Parecía contento también.

—Ya, el pequeño tiene mucha energía —asentí, con la amplia sonrisa perdurando en mi rostro—. Creo que desde que nos reunimos nunca te había visto tan contento —susurró.

—Bueno —respiré profundamente—, se siente bien no ocultarte nada. Se siente bien poder estar así, es agradable.

—¿Crees que podríamos seguir así de... bien? —alcé las cejas ante esa pregunta—. Es que..., bueno, es agradable para mí también. Estar con mi hijo y —lo sentí dudar, pero no se retractó—, con mi pareja destinada, se siente muy bien. —Mordí mi labio inferior ante la mención, pero por primera vez, no lo negué. Yoongi pareció notarlo, porque cuando mantuve el silencio, prosiguió—. ¿Crees que sería posible ahora? —susurró precavido, moviendo la mano lentamente hasta ocultar la mía bajo ella—. Aún no me retracto en lo que te dije, sigo queriendo cortejarte.

—Yo..., creo que necesito un poco de tiempo para pensarlo —respondí—. Ya había pensado en ello la otra vez que lo dijiste, pero sigue dándome miedo —confesé. Yoongi deslizó la mano hacia la toalla de nuevo, desalentado. Suspiré y coloqué la mano sobre la suya—. Aunque ahora las cosas han cambiado, y creo que quiero pensarlo de nuevo, esta vez de verdad, viendo lo bueno —lo cual, a pesar de las palabras de Taehyung, había seguido poniendo en un punto ciego.

—Está bien —accedió sonriendo—. Te daré el tiempo que necesites. Por ti, puedo esperar lo que haga falta —Yoongi miró por un momento al niño distraído, y luego besó mi mejilla, recuperando la inocencia que tuvimos de jóvenes.

1376 palabras.

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