CAPÍTULO 2

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POV JIMIN

La ciudad en la que vivía no tenía nada que ver con aquel pueblo. Si bien estaba relativamente cerca, la gente ya tenía otra mentalidad, algo que yo había necesitado por aquel entonces. Otra mentalidad más abierta, y un cambio de ambiente. Puede que hiciera algunas cosas mal, sin embargo necesitaba otra oportunidad, un comienzo. Yo realmente quería seguir adelante, y para hacerlo solo tenía la opción de mudarme y empezar desde cero. Perdí el contacto con todos los del pueblo, solo una persona se había salvado.

La ciudad estaba llena de edificios grandes y  había pequeñas instalaciones para todo, cafeterías, restaurantes, instituciones educativas y deportivas. En un principio me sorprendió, pero tras seis años viviendo ahí ya sentía que no podría vivir sin todo aquello a lo que me había acostumbrado. A pesar de denominarse una ciudad, para mí era un pueblo, ya que el sentimiento de unión que me transmitía era el que tuve en un principio con mi pueblo natal.

No tenía a Yoongi en ese nuevo sitio, pero conocí a mucha gente amable que me ayudó a seguir adelante, e hice amigos de verdad, unos que no me dejaron atrás cuando hubo problemas. Hoseok, uno de mis grandes amigos, era propietario de una floristería, la cual pertenecía a su difunta madre. Él me dio trabajo, y su pareja y mi otro gran amigo Taehyung, que cuidaba de las flores del invernadero, me acogió con las manos abiertas y me ayudó a acostumbrarme a muchas cosas, como los nuevos métodos de pago, también a usar la caja registradora. Y a la larga, junto a Hoseok, me enseñaron a apreciar aquellas lindas flores que vendíamos, así como a cuidarlas correctamente aunque yo no me encargara de eso en realidad. Normalmente mi trabajo consistía en ayudar a los clientes y efectuarles el pago que deseaban. A veces los ayudaba a cargar las macetas que compraban al coche, sobre todo cuando era gente mayor.

Después de seis años, estaba claro que había aprendido a vivir de nuevo, había rehecho mi vida y estaba completamente feliz con los resultados de esta. No pude continuar con mis estudios por los problemas que surgieron tras la ida de Yoongi, pero eso no me impidió construir una vida feliz y estable. Prácticamente tenía todo lo que necesitaba.

Aquel día besé la frente de Taehyung antes de que se marchara por la puerta trasera del invernadero. Hoseok estaba en su despacho, probablemente calculando gastos y pidiendo nuevos viveros y abono. Salí a mi puesto principal, ayudando a una señora que buscaba las flores indicadas para regalar a su hija, que por lo visto iba a casarse con un alfa muy bonita. No pude evitar sonreír. Aunque mi vida amorosa no dio buenos resultados, la idea de que otros omegas encontraran el amor y estuvieran por pasar el resto de su vida con este me enternecía.

—Es un lindo nombre —respondí cuando la señora me dijo el nombre de su nuera. Realmente parecía muy ilusionada.


Apunté en una pequeña libreta que tenía en el mostrador la falta de papel con tonalidad azul para envolver las flores, procediendo luego a envolver las de la señora. Tras realizar el pago y despedirse tiernamente, la mujer me dejó solo.

Me acerqué a ver las flores que estaban a la venta, regando algunas macetas y dedicándome a oler su aroma. Faltaba poco para el cierre de la tienda, y apenas iba gente a esa hora, ya que prácticamente era la de comer.

Contra todo pensamiento que pudiera tener en aquel momento, la campana de la puerta sonó, indicando con un agudo tintineo que alguien había entrado. Enderecé mi espalda, abandonando el leve olor de las azucenas, cuyo momento de esplendor era por la noche.

—Bienvenido —saludé como de costumbre, saliendo del pasillo floral para poder atender al cliente.

Lo último que esperaba en aquel momento era verlo a él. Estaba claro que era una emoción que podía reflejar fácilmente, ya que el silencio se hizo obvio entre nosotros, mientras ambos nos observábamos de arriba a abajo. Para mí, fue como ver a un fantasma.

Simplemente no podía creer lo que estaba presenciando. Deseé mil veces en mi mente que no fuera él, que fuera una persona que se pareciera o una simple alucinación. Pero sabía que eso era imposible, porque en cuanto se acercó un par de pasos, ni siquiera el olor de todas las flores que había alrededor de mí pudieron ocultar el de mi pareja destinada. Ese olor en el que tanto me había refugiado años atrás, el olor del que una vez fue mi alfa, del que una vez fue mi Yoongi.







777 palabras.

~☾~

Moon.

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