CAPÍTULO 5

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POV YOONGI

Jimin meció al pequeño entre sus brazos, relajándose tras un momento. En ese momento entendí por qué el aroma de Jimin era algo más dulce que el que yo recordaba. Tenía el aroma del niño junto a él.

Los observé por un largo momento, guardando silencio y analizando al niño, que me miraba como si estuviera haciendo lo mismo que yo. El pequeño era igual a Jimin, tenía la misma pequeña nariz y la misma forma de sus labios, solo que más chiquititos y menos abultados. Me tomé mi tiempo para intentar hacerme una idea de la edad del niño. «No es mío, ¿cierto?», pensé preocupado por ello. Me tomé unos silenciosos minutos en hacer cálculos. Teniendo en cuenta la fecha en que me fui y sumándole los nueve meses de embarazo a ello, teniendo en cuenta la fecha del momento, el niño debía tener cinco años. Si tenía cinco años podría ser mío perfectamente.

Miré el cuello de Jimin, asegurándome de que no tenía ninguna cicatriz de mordida. Desvié la mirada a sus ojos, encontrándome con su firme mirada. No había marca, así que no había tenido un alfa. Miré de nuevo al pequeño, el niño podía tener perfectamente cinco años. «Mierda».

El niño se mantenía mirándome, parecía tener una mirada inalterable. No se podía saber porque era muy pequeño, pero parecía tener madera de alfa.

—Hola, pequeño —saludé con una sonrisa, rompiendo el silencio sepulcral que había en el local—, me llamo Yoongi, soy un antiguo amigo de tu papá —me excusé, queriendo ser lo más amigable posible con el pequeño.

—¿Pero... aún amigos? —puso en duda, antes de presentarse siquiera.

—Hace mucho que no nos vemos, cariño —contestó Jimin—, así que ahora somos más como conocidos —eso había dolido, pero sabía que me lo merecía y que en realidad tenía razón. No había nada que nos uniera en esos momentos—. Igualmente, debes ser educado y presentarte —regañó con dulzura. Jamás imaginé a Jimin siendo padre, pero me enterneció poder verlo así.

—Me llamo Jihyun —se presentó finalmente.

—¿Y cuántos años tienes, Jihyun? —noté la dura mirada de Jimin sobre mí. ¿Era mi suposición cierta entonces?, ¿era ese pequeño mi hijo? El niño me miró por un momento sin decir nada, consiguiendo añadir más tensión a mi cuerpo.

—Cuatro —Me quedé estático. ¿Cuatro? hice cálculos de nuevo, comprobando si pude haberme equivocado de alguna manera. Debería tener cinco para ser mío. Miré a Jimin por un momento.

—¿Cumples cinco este año? —el pequeño negó con la cabeza. No era mío entonces.

—Sí —intervino de repente Jimin—, no es tuyo, así que puedes estar tranquilo.

En ese momento fui consciente de que Jimin había notado mis cuestiones internas y de que, quizás, me había puesto un poco paranóico. Estaba casi convenciéndome a mí mismo de que ese niño tenía cinco años y era mío, cuando la diferencia entre cinco y cuatro años no era una tan notoria a veces.

El niño tenía cuatro años. Eso me hizo pensar. Pensé que a Jimin le costaría algo más de un año rehacer su vida, quizás estaba mejor de lo que creía.

—¿Y el... padre? —pregunté inseguro. Jimin desvió la mirada, incluso apartando el rostro hacia un lado, para acabar negando levemente con la cabeza, en unos pequeños movimientos. Automáticamente, mi pecho se sintió pesado de nuevo—. Lo siento —susurré. No quería hacerle daño, no había ido para eso.

Después de que Jimin me contestara silenciosamente, el niño se abrazó con fuerza a su cuello, acariciando el cabello de su nuca. Era un gesto algo protector que solo me hizo más seguro sobre la idea de que el niño sería un pequeño alfa.

—Bueno, Yoongi, espero que todo esto te haya dejado más tranquilo —dijo tras un momento de silencio incómodo—. Estoy bien ahora, como puedes ver —aseguró el omega—. Ahora, tengo que cerrar el local e ir a casa. —El niño se separó de él para mirarlo y susurrar algo tiernamente, con un pequeño sonrojo cubriendo sus mejillas—. Sí, pequeño, hay pajeon para ti hoy. —Eso me sacó una pequeña sonrisa mal camuflada. Jimin era un buen padre, aunque tampoco es como si pudiera esperar otra cosa de él.

—Ha sido un placer verte de nuevo, Jimin —me despedí con una sonrisa, saliendo poco después del local.

Se suponía que debía sentirme tranquilo ahora, que ver a Jimin serviría para aliviar todo el peso del pasado. Pero a pesar de ver que Jimin había rehecho su vida y que estaba aparentemente feliz con su niño, algo dentro de mí seguía removiéndose. Mi alfa solo parecía haber reforzado el hecho de que habíamos echado de menos a Jimin, de que era nuestro omega aunque seis años hubieran pasado y aunque tuviera un hijo. Mi alfa aceptaría al niño aunque no fuera mío, lo educaría para ser un buen alfa y no cometer los errores que yo hice, y lo alabaría cada vez que protegiera a Jimin tal y como lo había hecho en la floristería.

Solo podía quejarme mentalmente mientras me dirigía al hotel de la ciudad en el que había pensado quedarme esa noche. Mi alfa estaba mal, no podíamos volver a cortejar a Jimin. Además de que él no aceptaría, también estaba el hecho de que no sabía el paradero del padre de Jihyun, ni si Jimin sentía algo por él. Porque estaba claro que de mí se había olvidado.





891 palabras.

~☾~ 

Destined Couple 「YoonMin」Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora