CAPÍTULO 17

377 33 0
                                    

POV JIMIN

Al día siguiente, Yoongi no me había contactado. No esperé que lo hiciera tampoco. Él mismo me había aclarado afablemente que iba a darme no solo tiempo, sino el espacio que necesitaba, que quería que lo pensara con tranquilidad y no alterarme bajo ningún concepto, por lo que esperaría a que fuera yo quien lo contactara. Y a pesar de que a mitad del día ya estaba pensando en demasía en él, continué agradeciendo ese espacio dado.

Pasé el día lo más tranquilo posible, tratando de darle vueltas a la propuesta de Yoongi, pero parecía imposible, parecía que ya había una propuesta predeterminada que era más difícil cambiar que aceptar.

El día transcurrió lentamente con la compañía de Jihyun, con quien me pasé la tarde jugando en casa. No querer salir conllevó a llenar todo el salón de juguetes. No me importó, Jihyun parecía entretenido y alegre, cosa que me sacó una sonrisa.

Dejar entrar a Yoongi en mi vida implicaba también dejarlo entrar definitivamente en la de Jihyun. En parte no tenía miedo, Yoongi me había demostrado más que de sobra su interés por mí y por Jihyun, por satisfacer al niño. Cada vez que salimos se esforzó en acercarse a él a pesar de la actitud lejana de Jihyun, y cuando lo consiguió, nunca paró de darle atención y jugar con él, haciéndolo únicamente para dármela a mí por unos minutos o cuando la situación lo requería.

Yoongi se esforzó en saber qué me ocurrió, incluso aunque me negué en un principio. Se desvivió por llegar de nuevo a mi corazón, aun si me negué por completo en un principio y lo rechacé cuando se declaró. Suspiré, sentando al conejito de peluche en mi regazo. Jihyun me miró atento, sabiendo que había algo que tenía que decir.

—Hyunnie —alcé una mano para acariciar su suave y liso cabello—, ¿qué piensas de Yoongi? —Me miró con cierta confusión, inclinando su cabecita hacia un lado en un tierno gesto—. ¿Te gusta estar con él? —aclaré.

—Sí —respondió al momento, sin duda alguna. Enderezó su cabeza y dejó la comida de juguete que estaba usando en el suelo—. Yoongi es bueno con papi y conmigo. —Se puso de pie y se acercó a mí, apartando el conejo de peluche para ponerse de rodillas sobre mis piernas y mirarme de cerca—. Me gusta mucho Yoongi.

—¿Te gustaría verlo más? —pregunté entonces. ¿Debía contarle a Jihyun la verdad? Cuando hablé con Yoongi a solas llegué a la conclusión de que Jihyun podría saberlo, pero era mi deber aclarárselo por completo y solventar sus dudas si es que tenía. Me sorprendí al ver al pequeño sonreír.

—¿Verlo más pero... como amigo, o como papá? —La duda estaba resuelta. Suspiré y acaricié su menuda espalda.

—Él es tu papá de verdad. —No quería que lo confundiera con una simple pareja mía. Era su padre, biológicamente hablando.

—Es el hijo de la abuelita —respondió.

—Lo sabes desde hace unos días entonces, ¿no? —sonreí dulcemente—. Eres un niño muy listo, ¿lo sabías? —el pequeño asintió.

—Tito Tae, abuelita y Yoongi me lo dicen también. —Vi cómo su cabecita pensante se estaba organizando durante un pequeño silencio—. ¿Llamo papá a Yoongi ahora? —sonreí.

—Solo si tú quieres, puedes ir haciéndolo poco a poco, no hay prisa, y a Yoongi no le molestará tampoco —aseguré, pero Jihyun negó con la cabeza. Parecía que Yoongi le gustaba mucho—. ¿Quieres preguntarme algo? —Su mirada bajó a mi pecho. Lo abracé, frotando su espalda—. Todo está bien ahora —aseguré.

—¿Fue mi culpa? —preguntó en un murmullo, abrazándome con fuerza. No estaba llorando, pero noté cómo quería hacerse pequeño y aferrarse a mí.

—No, bebé. Nunca pienses eso. —Giré el rostro y besé su blanda mejilla—. Yoongi se fue a estudiar sin saber que estabas en mi barriguita, y yo no pude decírselo. Pero si Yoongi se hubiera enterado habría venido cuanto antes seguro. ¿Sabes por qué?

—¿Porque le gusto? —negué con la cabeza.

—Porque te quiere. —Sus manos soltaron mi sudadera, destensándose finalmente—. Yoongi no volverá a irse. ¿No has visto lo mucho que le gusta estar contigo?

—Y con papá también —declaró, separándose con una sonrisa. Sus ojos aún lucían brillantes por las pequeñas lágrimas retenidas, pero parecía contento por mi respuesta.

—Y conmigo también —afirmé—. Ahora que sabes todo, ¿qué te parece si hacemos la cena y nos preparamos para dormir?, así podremos ver a Yoongi mañana, ¿quieres? —Jihyun asintió eufóricamente.

Mi mente se mantuvo tranquila el resto del día, ocupada pensando únicamente en mi pequeño niño. Pero más tarde, cuando Jihyun ya había cedido al sueño, Yoongi regresó a mi mente. Me dejé caer en el sofá y suspiré, pensando en si él también habría pensado en mí y en Jihyun a lo largo del día. La curiosidad llegó a mí. ¿Nos habría echado de menos?, ¿se habría sentido triste? Tragué saliva. Mis dedos acariciaron el teléfono, indeciso sobre si debería llamarlo o no.







828 palabras.

~☾~ 

Moon.

Destined Couple 「YoonMin」Onde histórias criam vida. Descubra agora