CAPÍTULO 8

496 47 0
                                    

POV YOONGI

El silencio surgió entre nosotros cuando confesé que estaba cortejando a Jimin. Era comprensible, ya que después de todo, lo que había hecho era declararme tras haberlo abandonado hace años. Imaginé que Jimin sabía que quería algo de él después de tantos días pidiéndole estar tiempo juntos, pero por lo visto no esperaba una auténtica confesión.

—Jimin... —lo llamé inseguro—, sé que parece una locura después de tanto tiempo, pero de verdad me arrepiento por no haberte llevado conmigo entonces, no sé..., no sé por qué pensé que serías algún tipo de distracción.

—Probablemente lo habría sido —me interrumpió cuando iba a hablar de nuevo—. Mira, Yoongi, esto no..., no estoy para esto, de verdad. Lo siento.

—Somos pareja predestinada.

—También lo éramos hace seis años, Yoongi —contestó contundente—, y si el destino nos separó entonces, puede hacerlo ahora también.

—No es mi tontería de niño adolescente la que nos va a separar ahora. —En cuanto vi la reacción de Jimin a lo que dije, supe que la había cagado. Sus ojos me miraron bien abiertos, como si no diera crédito a mis palabras.

—No, esta vez soy yo, que no quiero arriesgar mi vida rehecha. Pasar por una relación no es algo que tenga en mente ahora. Y si vas a echarme en cara que somos pareja predestinada y que soy yo quién nos separa, tampoco necesito más amigos de los que tengo. —Ese fue mi turno para sorprenderme—. Sé tanto como tú que somos pareja predestinada, por algo me dolió más de la cuenta cuando me dejaste; pero al igual que respeté tu opinión y dejé de intentar contactarte cuando no me cogiste el teléfono el primer mes, espero que tú respetes la mía ahora y no me lo pongas más complicado.

—¿Ponerte más complicado rechazarme? —enfaticé, porque aquello quería decir que ya era complicado para él rechazarme—. Dejaré el tema, pero quiero que sepas que nunca debí dejarte ir, y que solo ahora, después de tantos años, me he dado cuenta de ello. Te pido por última vez que pienses en dejar que te corteje, que te demuestre que puedes confiar en mí ahora que he madurado y que puedo ganarme también la confianza de ese pequeño alfa de allí —hice referencia a Jihyun.

Jimin no dijo nada más a eso, como si se hubiera quedado pensando en lo que dije, y entonces, me hice una pequeña ilusión de que quizás, y solo quizás, tenía una oportunidad con Jimin de nuevo. Si le demostraba que era de fiar, quizás podría cortejarlo.

Jihyun se acercó en ese momento incómodo, como si estuviera ahí preparado para sacarme de un apuro. Me pidió que le empujara un poco en el columpio, y no solo porque así me salvaba de la incomodidad, sino porque me lo pidió con los ojos más brillantes posibles, acepté. No sabía si era porque era el pequeño de Jimin o porque el niño resultó ser muy tierno, pero sentía la necesidad de cuidarlo. Me levanté del banco para columpiarlo y pasar el rato junto a él, acompañándolo al tobogán y persiguiéndolo por el parque mientras gritaba que yo era un dinosaurio que quería comerlo. Después de una persecución acabó abrazándose a las piernas de su padre, como si buscara una salvación. Sonreí al verlo.

—Es tarde, peque —avisó Jimin, acariciándole el cabello al receptor del mensaje—, deberíamos volver a casa para merendar —Jihyun alzó la mirada hacia Jimin, era muy observador, lo supe cuando noté cómo se percató de que Jimin no estaba del todo bien. El niño asintió.

—Deja que os lleve a casa. —Supe, por cómo me miraba Jimin, que eso era lo contrario a lo que quería—. Solo llevaros, tengo que volver a casa también para que mi madre no se preocupe —dije para hacerle saber que no intentaría quedarme. Solo quería asegurarme de que llegaban bien a casa.

Jimin ni siquiera habló para contestarme, solo asintió, y el resto del camino a su casa fue igual. Incluso cuando me despedí él solo asintió.

Cuando llegué a casa de mi madre pude despejar un poco mi mente. La ayudé a hacer algunas tareas de casa que requerían algo de ayuda y después de una ducha preparamos la cena juntos. No fue hasta que nos sentamos a cenar que volví a quedarme en silencio. Jimin no quería intentar nada conmigo, y aunque lo entendía quería seguir intentándolo. No quería rendirme.

—Yoongi, cariño, ¿pasa algo? —preguntó mi madre cuando dejé de comer sin darme cuenta. Negué con la cabeza, no quería que se preocupara—. ¿Es algo de Jimin? —La miré fijamente—. Sé que los días que has estado en la ciudad ha sido para verlo, y probablemente no solo una vez como me dijiste —suspiré.

—¿Sabías que tiene un hijo? —nada más decir eso mi madre bajó la mirada—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Porque no es algo que me toque contar a mí. —Volvió a mirarme. Estiró los brazos en la mesa para alcanzar mis manos y cogerlas—. Te dije que Jimin había rehecho su vida, y que yo lo he visitado para asegurarme de que estaba bien. Ahora tú lo has confirmado, ¿por qué sigues tras él entonces, Yoongi?

—Porque ha rehecho su vida pero no tiene pareja. —La mujer negó con la cabeza—. Te juro que, menos el primer año que estuve fuera, he estado cuestionándome si de verdad fue buena decisión irme sin él. Y ahora que lo he visto y que... he hablado tanto con él, estoy seguro de que no lo fue. De que nunca debí dejarlo.

Aparté una de las manos que mi madre sostenía para pasármela por el rostro. Había sido una total equivocación abandonarlo. Era el omega perfecto para mí. Él me abrazaba cuando estaba mal y me apoyaba cuando debía hacerlo, estaba para lo bueno y para lo malo, para celebrar y reconfortar. Estar con él era como estar completo, y después de seis años sin él entendí que no lo había apreciado lo suficiente, que sin él realmente faltaba algo en mí.

—Le he dicho que estoy cortejándolo —continué hablando—. Si Jimin no tiene pareja a pesar de haber rehecho su vida es a causa del destino, mamá. Ha rechazado mi cortejo pero no quiero dejarlo de nuevo, no quiero rendirme. —Mi madre se quedó en silencio un momento, con el semblante mostrando una ligera sorpresa. Parecía pensar en algo hasta que acabó por darme una corta sonrisa.

—Si estás tan seguro de tus sentimientos y estás decidido no voy a decirte que no lo intentes —respondió—. Soy tu madre y quiero tu felicidad —hizo una pausa—, pero por favor, ten cuidado con Jimin y no lo obligues a nada, si vuelve a rechazar tu cortejo y de verdad quiere que lo dejes, hazlo. No le hagas daño, Yoongi, o acabarás aún más arrepentido, ¿entiendes?

Asentí, cerrando así la conversación. Mi madre tenía razón, no podía dañar a Jimin de nuevo. Pero aunque hubiera rechazado mi cortejo, no sentía que estuviera realmente descontento con verme. No se mostraba abiertamente contento cuando nos veíamos, pero sé que no le disgustaba tampoco; porque de ser así, no me habría hablado de todo lo que me hablaba y no se habría molestado en seguir cada conversación que yo iniciaba, mucho menos en iniciar él alguna. Nos habíamos acercado poco a poco, eso era un hecho.



1216 palabras.

~☾~ 

Yoongi es un auténtico analista, cualquier detalle que se te escape en una frase, es capaz de percibirlo si lo beneficia. Also, amamos a su madre, compresiva y preocupada tanto por él como por Jimin uwu

Moon.

Destined Couple 「YoonMin」Kde žijí příběhy. Začni objevovat