Capítulo 9: Cena accidentada.

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Ciara abrió la puerta, al otro lado de esta esperaba Ethan con un traje espectacular, repeinado y con un porte muy elegante. Parecía todo un galán.

El vampiro le tendió el brazo caballerosamente para que se enganchase a él y caminasen juntos hasta la salida.

- Estás preciosa -le susurró el vampiro mientras caminaban por el pasillo.

- Gracias -respondió ella dubitativa retirandose un mechón de pelo detrás de la oreja.

Salieron del fuerte por una puerta que no había visto antes y un hombre delgado y de estatura media salió de un bugatti negro y le dió las llaves a Ethan.

El vampiro le abrió la puerta a Ciara y esta se acomodó en el asiento del copiloto. Luego caminó por delante del capó y se sentó en frente del volante.

Colocó el retrovisor central a su gusto y se detuvo a mirar a Ciara.

- Quiero que te relajes, no te voy a hacer nada -le dijo acariciandole la mejilla cariñosamente con el pulgar- esta noche es para conocernos mejor y para que veas que no soy el miserable que crees que soy.

La joven le retiró la mano delicadamente pero con rencor.

- Primero, si, eres un miserable y cruel desalmado y segundo, no, no quiero conocerte más -juntó las manos sobre su regazo y se quedó mirando por la ventanilla- si pudiese, ya estaría muy lejos de aquí -concluyó.

- Bueno -opinó Ethan seguro de si mismo- veremos si dices lo mismo en un tiempo.

El vampiro encendió el motor de ese coche milloneti y puso camino a uno de los restaurantes de su idílica ciudad.

El corto trayecto transcurrió en un incomodo silencio. Ciara no quería pronunciar palabra, no tenía nada que hablar con él.

Ethan sin embargo quería entablar conversación con ella, pero no sabía cómo. Lo suyo era más bién que se cumpliesen sus deseos, tanto físicos como psíquicos.

Pero con Ciara era diferente, el vampiro había decidido que ya era hora de madurar y buscar una compañera para su vida, y esta preciosa pelirroja era perfecta.

Pero él no sabía ser romántico, ni tampoco mostrar cariño, por lo que conquistarla le resultaba de lo más difícil. Y por supuesto, nadie la había enseñado cómo hacerlo.

Llegaron al restaurante y un joven trajeado le abrió la puerta del coche a Ciara e Ethan salió a la vez.

El chico le hizo una reverencia amablemente a ella con la cabeza y el vampiro le tendió las llaves del Bugatti para que lo aparcase.

Luego le ofreció el brazo a su humana para entrar en el recinto y esta lo aceptó ¿Qué remedio?

- Buenas noches señor Ethan -le saludó el empleado del restaurante que había en la puerta y seguido hizo una leve reverencia hacia Ciara- siganme por aquí, por favor.

El chico de la puerta les guió por el interior del restaurante hasta una preciosa terraza en un armonioso jardín.

Por supuesto había más gente sentados en las demás mesas, pero con su respectiva privacidad.

Ciara se sentó en la silla que Ethan le ofrecía y después él se acomodó en el sitio que había en frente de ella.

El vampiro cogió una carta con el menú y la empezó a leer, Ciara le observó con cara de chiste.

- Tss -soltó, casi en una risa.

- ¿Qué pasa? -preguntó Ethan quitando el menú de delante de su vista- ¿Es qué no tienes hambre?

Heartless | #Wattys2016Where stories live. Discover now