Capítulo 18: Ella no se irá.

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Al despertarse, Ethan recordó la última imagen que había tenido antes de dormirse, Ciara, su ahora eterna compañera, junto a él.

Y eso le gustó. Odiaba tener que admitirlo,pero le agradó volverse a sentir querido, o al menos admirado, como cuando Ciara le preguntó qué tal estaba, mostrando así interés por él.

Pero eso no significaba que se iba a ablandar ante ella ni que iba a dejar de ser quien era, por nadie, de la noche a la mañana.

Lo primero que hizo al despertar fue ordenarle a su servicio que le llevasen su alimento.

Una joven chica de pelo corto entró en la habitación y se acercó a su cama con timidez.

- Acércate -le apremió el vampiro- será rápido.

Le hubiese gustado que aquella chica fuese Ciara, alimentarse de su sangre con su consentimiento, que le pidiese que tomase su cuerpo cada vez que a él le antojase, le volvía loco y esque la pelirroja le estaba cambiando poco a poco.

Una vez hubo saciado su sed de sangre, el servicio le retiró a la muchacha e Ethan se fue a duchar.

Salió de la ducha, enrolló una toalla a si cintura y miró su móvil en busca de novedades.

Como siempre, le habían llamado un par de veces de su casino en Las Vegas y también un número desconocido.

Ethan siempre había pensado que sus trabajadores del casino eran unos incompetentes, pero nunca encontraba el momento perfecto para hacer entrevistas a nuevos solicitantes.

Siempre le llamaban con problemas que tenían con los clientes o con la puesta al día de los pagos y demás papeleo.

Luego leyó el mensaje que el número desconocido le había dejado.

"Me gustaría ayudar a tu adorable rojita con su ansiado deseo, ¿Podrás salvarla de su trágico final? Estoy seguro de que se verá genial con su corazoncito fuera del pecho." ~ Anónimo.

El vampiro no podía creer lo que acababa de leer y tampoco sabía a que deseo se refería el mensaje, pero estaba claro que se refería a Ciara.

No sabía quién era ese desconocido, pero iba a encontrarlo y a acabar con él antes de que le pusiese una mano encima a su compañera.

Gruñó lanzando el móvil, con odio, contra la pared y este cayó al suelo en pedacitos.

Uno de los sirvientes entró en la habitación preocupado, y recogió el móvil, ahora deshecho, para conseguirle enseguida uno igual.

Ethan revolvió su cabello, eliminando cualquier rastro de agua que quedase de la ducha, y se vistió rapidamente.

Cuando volvió a tener un móvil igual que el suyo, cogió el coche y se dirigió rapidamente a la inmoviliaria de la ciudad.

Era un poco ridículo tener una inmoviliaria en una ciudad artificial, creada por vampiros, pero así era más fácil llevar las propiedades de cada uno de ellos.

Y era una tarea que se quitaban de encima, ya que contrataban a otros vampiros súbditos o directamente a algún humano que traían de fuera.

Ethan entró y caminó hasta la mesa de Duncan, el trabajador que se encargaba de sus propiedades, entre las de otros vampiros jefe.

- Buenas noches señor Ethan -le recibió con una reberencia de cabeza.

- Buenas noches Duncan -le saludó agachando la barbilla levemente y le indicó que se sentase, pues este, al verle, se había levantado por respeto.

- ¿En que puedo servirle?

- Necesito ver que viviendas tengo libres -solicitó Ethan.

- Ahora mismo, señor.

Heartless | #Wattys2016Where stories live. Discover now