Capitulo 17: Quiero hablar con mi familia.

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Cuando Ciara abrió los ojos no sabía ni que hora era ¿Había dormido todo el día?

Se encontraba descansada y en paz, pero ¿Por qué se sentía así si estaba junto al ser que más odiaba en el universo?

Notaba su presencia pegada a su desnudo cuerpo y sabía que estaba durmiendo, pero aún así le daba miedo moverse. Él era el que mandaba en ese sitio y vakrias veces le había dejado claro que ella estaba bajo su mando, por lo que no sabía si era correcto levantarse y quizás despertarlo, o quedarse allí tunbada hasta que volviese a ser de noche.

Estiró el brazo para buscar algún despertador o reloj, pero no tuvo suerte ¿Para qué iba a querer un vampiro un despertador?

Después de un rato suspirando y maldiciéndo mentalmente, optó por levantarse y salir de la habitación, total ¿Qué era lo peor que podía pasar? ¿Ethan se iba a enfadar? Si la fuese a matar ya lo habría hecho.

Se volteó hacia el lado contrario al que estaba Erthan y se incorporó sin mover mucho el colchón.

Se levantó y buscó a oscuras, a los pies de la cama, algo que ponerse, no iba a salir de la habitación desnuda.

Cogió una prenda del suelo y la palpó para ver lo que era. Parecía una camiseta, bastante grande para ser suya, así que seguramente sería la del vampiro.

Se la llevó a la cara para adivinarlo por el olor y sí, era la camiseta de Ethan. Un dulce pero a la vez refrescante aroma inundó sus fosas nasales, un olor que la enamoró un poquito más.

Se la puso a oscuras dirigiéndose a la puerta. Comprobó que la camiseta le cubría lo suficiénte y salió de la habitación.

Los dos hombre que vigilaban la puerta del vampiro hicieron una leve reverencia al verla y lo mismo hizo Bénjamin cuando Ciara se acercó a su habitación.

- Buenos días -le saludó ella sonrojada por lo que era evidente, había pasado en el dormitorio de Ethan.

- Buenos días -le saludo el guardián de vuelta.

- ¿Cómo están las chicas? -le preguntó ella curiosa.

- Compruébalo tú misma -respondió él abriéndo la puerta de su antigua habitación, la cual ahora habitaban sus tres nuevas compañeras y esperaba que amigas allí dentro.

La cama era bastante grande para las tres y allí estaban ellas tumbadas, aún durmiéndo. Las vió tan felices que no quiso despertarlas.

Se dirigió al baño, el cual por suerte estaba abierto, y se quitó la camiseta del vampiro para darse un baño.

Inspiró el perfume de Ethan una vez más y dejó la prenda en la manilla dorada de la puerta.

Activó el agua caliente, aunque siempre acabase el baño con el agua fría y esperó a que la bañera se llenase.

Cerró el grifo cuando esta estaba a su gusto y se metió despacio, las punzantes agujetas que sentía le estaban matando.

Sobre todo en el cuello y la parte interior del muslo, donde le había mordido el vampiro.

Se tumbó a lo largo de la bañera y se relajó apoyando la cabeza en el borde que tenía a su espalda.

Suspiró profundamente relajando todos sus músculos. Se suponía que era por la tarde, aún no había mirado la hora, y no tenía nada que hacer en el día, así que se quedaría allí dentro hasta que se aburriese.

Cerró los ojos para tener un poco más de paz, pero quizás no fue una buena idea. El no hacer nada le daba tiempo para pensar, pensar en ese horrible lugar, que en realidad era una ciudad preciosa y llena de misterios, pero para cualquier víctima como lo era ella, Hidden Citty era una cuompleta pesadilla.

Heartless | #Wattys2016Where stories live. Discover now