Capítulo 32: Rurik

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- ¿No me vas a hablar? -le preguntó Ethan a Teo en el coche del castaño de camino a Hidden City.

Teo pretó la mandíbula aún enfadado con su amigo.

- ¿Te das cuenta... de la masacre que acabas de hacer?

- Lo sé... -susurró aún en el pequeño trance en el que había entrado.

- No tenias derecho de quitarles la vida a todas -siguió reprendiéndole.

- Lo sé -repitió un poco más alto.

- No puedes seguir así, Ethan.

- ¡LO SÉ! ¡JODER! -gritó golpeando la parte superior de la guantera del coche.

Teo no le había preguntado el motivo de ese brote psicótico que le había entrado de repente, pero tenía la esperanza de que se lo dijese.

- ¿Crees que puedas dejar de ser tan miserable con el mundo y dejar de decidir sobre la vida de las personas con tanta facilidad? -el castaño le miró de reojo mientras conducía- no todos son tan hijos de puta como tu amiguito Rurik.

- Rurik no era mi amigo -replicó Ethan lanzándole una mirada furiosa a Teo.

- Por eso mismo, no entiendo por qué te comportas como él si tanto le odiabas.

- Para, quiero caminar -musitó el rubio.

- ¿En este estado? -el castaño sonrió con ironía- creo que no amigo, eres un peligro.

- Para... el... puto... coche.

- ¡¿ESTÁS LOCO?! -gritó Teo retomando el control del coche después de que el rubio se hiciese con el freno de mano y quisiese manejar el volante, por lo que casi habían atropellado a una pareja que caminaba por una de las aceras de la ciudad- ESTATE QUIETO, JODER -le dirigió una mirada recriminatoria.

Después de eso, pisó el acelerador para llegar cuanto antes al edificio principal y poder mantener a Ethan encerrado en su habitación sin causar ningún desastre más.

*

Llevaba ya varias horas paseando por las oscuras calles de la ciudad.

Se había puesto ropa de deporte que se había comprado con su amiga por si en algún momento le apetecía correr, y había salido a despejarse un poco. Ahora que no sabía nada del paradero de Bénjamin, le era mucho más fácil tener más privacidad. Una de las muchachas que servían a Ethan le había preguntado a dónde iba, pero no se habían molestado lo más mínimo en impedírselo. A Ciara se le hizo extraño, pero no se iba a quejar por ello.

Ya que sus padres estaban descansando y ella no tenía nada que hacer, decidió salir a despejarse un poco después de la discusión con el vampiro. En verdad quería estar bien con él, pero sus principios no le dejaban, no podía entregarse a alguien que impusiese sus deseos sobre todo el mundo a la fuerza, no podía entregarse a alguien que no la trataba como ella merecía.

Y sobre todo, no podía entender por qué la había elegido a ella si parecía que Ethan odiaba a los humanos.

Lo que no sabía era que todo lo que él sentía no siempre había sido así.

*
Teo pididó al servicio de Ethan que abrieran su habitación para poder dejarle ahí y entró en esta con el rubio apoyado en sus hombros mientras caminaba arrastrando los pies y no paraba de decir estupidecez y llamar la atención de todo el mundo.

El castaño le depositó sobre la cama y luego se sacudió la ropa.

- Ciara -masculló plácidamente Ethan volteándose queriendo abrazar a la pelirroja.

Heartless | #Wattys2016Where stories live. Discover now