Heartless | #Wattys2016

Capítulo 20: Encontrarla.

' "Su sangre es exquisita. Algún día me agradeceras habértela quitado de en medio, de seguro no seríais felices juntos" ~Desconocido.

El segundo mensaje que le llegó a Ethan de la persona que había secuestrado a Ciara,iba acompañado de una imagen del cuello de la pelirroja con una mordida y todo sangre seca alrededor.

El vampiro estaba cansado de ese tipo de juegos, porque para él solo era eso, una broma muy pesada.

Daría con su humana y con el vampiro que la había apartado de su lado y le había herido, eso solo podía hacerlo él. Sus preciosas lágrimas y sus melodiosos llantos eran únicamente suyos.

Emitió un fuerte grito en la soledad de su despacho para liberar tensión.

- ¿Se encuentra bien señor? -uno de los sirvientes que se encontraban fuera de la habitación había entrado.

- ENCONTRARLA YA, MALDITA SEA -había avanzado hacia él a grandes zancadas, furioso- COMO NO APAREZCA ANTES DEL AMANECER, OS MATARÉ A TODOS, SOIS UNOS INÉPTOS -le había empujado fuera de la habitación y había cerrado la puerta con pestillo. '

Acabaría cruelmente con el vampiro culpable de apartarle de su hermosa mujer.

Ya estaba cansado de esperar a alguien que le acompañase toda su vida, y la pelirroja iba a ser esa persona, costase lo que costase.

Estaba empezando a amanecer y ya todas las criaturas de la noche estaban a salvo en sus guaridas.

Y por más que el vampiro rubio quisiese encontrar a Ciara, no podía arriesgarse a exponerse a la luz del sol.

Lo mismo paso con algunos de sus aliados que le estaban ayudando a buscarla, todos tuvieron que ir a descansar y solamente quedaron los guardianes y ayudantes humanos.

Esmeralda había estado toda la noche despierta esperando que su amiga apareciese y ahora se le empezaban a cerrar los ojos, así que se quedó dormida sin quererlo.

*

Ciara no pegó ojo en toda la noche, estaba segura que nada de eso era real. No quería vivir entre vampuros, oeri tenía muchísima más cinfianza en Ethan que en Betania. Hasta que no estubiese en su casa con su familia, no estaría tranquila.

Y no es que no pensase en su amiga Esmeralda, pero creía que sería mejor salir fuera de esa ciudad y luego buscar ayuda.

La puerta de la habitación donde la tenían encerrada se abrió y el mismo hombre que había entrado todas las demás veces, se acercó a ella y habilmente le tapó la cabeza con un saco oscuro.

La pelirroja gritó y dió patadas al aire para resistir que se la llevaran, pero nada duncionaba.

- No te resistas, sabes que será peor -le advirtió el hombre.

- ¿Dónde me llevais ahora? -preguntó con la voz ahogada por la tela del saco.

Nadie le contestó.

- ¿Dónde vamos? -repitió forcejeando, y consiguió zafarse.

Pero en un segundo el hombre la había vuelto a coger por el brazo, esta vez con más fuerza.

- Guarda silencio si quieres salir de aquí con vida -le amenazó la profunda voz.

- Exigo que me lo digais.

Ciara se paró al sentir que habían salido a la calle.

El hombre rió con fuerza.

- No estás en posición de exigir nada, así que cállate y sube -determinó empujando a Ciara dentro de una furgoneta.