Capítulo 22: Tal y como eres.

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Antes de leer: Miles de gracias sobretodo a las que votais y comentais. Contesto a todos vuestros comentarios, pero a mi no me sale como respuesta a vuestros mensajes, así que no se si os saldrá notificación. DISFRUTAR DEL CAPÍTULO :*

- Sabes que puedes quedarte a dormir aquí -le ofreció Teo a Ethan.

- Lo sé, pero no me apetece estar escuchando vuestros asquerosos jueguecitos.

El castaño se echó a reir por el comentario de su amigo.

- Esmeralda es buena, Ethan. La amo -confesó Teo- intenta no espantarla -bromeó.

- Lo sé, y me alegro por tí. Era hora de que encontrases a tu pareja.

El castaño le miró con compasión.

- Ciara te va a querer -dijo sabiendo en lo que estaba pensando el rubio- solo tienes que mostrarle al verdadero Ethan, perdona a tus demonios. Ella no te juzgará por todo lo que has tenido que pasar.

- Solo quiero que la traiga de vuelta sana y salva -contestó- y los idiotas que la dejaron salir lo pagarán con sus vidas.

Teo rodó los ojos cansado de la violencia de su amigo.

- Que descanses, Ethan.

- Que descanses, hermano.

Teo acompañó a Ethan hasta la salida y luego se reunió con Esmeralda en su habitación.

Ella le esperaba desnuda en la cama y Teo dibujó una permanente sonrisa en su cara al verla.

Se acercó a ella por el lateral de la cama y ella se incorporó y se acercó a él también.

Se colocó de rodillas delante del vampiro y posó ambas manos en sus hombros, descendiendo lentamente por su pecho, hasta el borde de su camiseta.

- Eres hermosa -la alagó Teo acariciandole la mejilla con delicadeza. Los ojos del vampiro brillaban de amor al recorrer el perfecto rostro de su humana- adoro tus carnosos labios -recorrió estos con su dedo pulgar- y tus preciosos ojos, los cuales hacen honor a tu nombre - la besó fugazmente- también adoro cuando te sonrojas.

- Yo amo tu sonrisa -recalcó Esmeralda quitándole la camiseta de manga larga que llevaba. Se sentó sobre sus tobillos y le desató el cinturón y el pantalón- amo tus besos y tus abrazos -se quitó el pantalón y la ropa interior y ella depositó dulces besos en su marcado abdomen- y amo como que eres.

Teo la sujetó por ambos lados de la cara y le hizo alzarse despacio, pero se veía molesto.

- Yo no elegí ser un engendro de la noche -dijo dolido mirandole a los ojos.

Esmeralda observó con el ceño fruncido como el vampiro se daba la vuelta y se sentaba en el borde de la cama de espaldas a ella con los codos sobre sus rodillas y la cabeza entre sus manos.

Ella no lo había dicho con la intención de ofenderle, simplemente le amaba por su forma de ser, su comportamiento, sobretodo hacia ella. Pero sabía que él estaba atormentado por su naturaleza, y quería hacerle entender que a ella no le importaba en absoluto.

Salió de la cama apresuradamente y se arrodiló frente a él cogiéndole de las manos despacio para que no se enfadase.

- Teo, amor -bajó las manos del vampiro hasta tenerlas a su altura y las entrelazó con las suyas- sabes que no quería decir eso -besó sus nudillos con pesar- me gustas tal y como eres. Si no fueses así nunca te hubiese conocido -sonrió- y ahora soy más feliz que nunca, tú me haces feliz.

- Llevo cientos de años en este mundo, sufriendo cada día por ser lo que soy ahora -evitó la mirada de la chica.

- ¿Por qué lo odias tanto? -le preguntó ella obligándole a que le mirase- eres fuerte -le alagó ahora ella levantándose de su sitio- rápido -se sentó sobre él con las piernas a ambos lados de su cuerpo- y guapo eternamente -depositó un beso juguetón en su nariz.

Heartless | #Wattys2016Where stories live. Discover now