O K T H Â [DekuKatsu]

Agridulce

⚠️Advertencia, este capitulo contiene lemon bastante explícito, por lo que pido discreción⚠️
(Leer hasta el final)

Sentía como su cabeza daba vueltas; y las luces neón no le eran de mucha ayuda, lo único tangible en ese instante, era la pequeña y cálida mano de su guía, al cual no paraba de ver, se encontraba hipnotizado por el sutil movimiento de sus caderas y lo tentadora que parecía su piel al desnudo.

Y él no hacía más que deleitarse con ello.

Quiso ver a otro lado en un pequeño intento de no parecer un maldito acosador, sin embargo, los colores se le subieron al ver como el calor del lugar aumentaba, presenciando por una vez en su vida; y en vivo, lo que una orgía significaba. Nervioso, regresó la vista al trasero frente a él, quizás parecería menos degenerado si se concentraba en aquel culo que en un montón de gente fornicando, quizás.

Estando aún bajo el efecto del alcohol, fue capaz de percibir ciertos detalles del lugar, pero su rededor era en verdad difícil de digerir, ante cada paso que daba, una nueva mano aclamaba su atención, acariciando sus hombros, torso y en ocasiones, pretendían zafar su mano de la que era tomado con total regocijo, pero en todos y cada uno de aquellos intentos, el rubio ni se inmutaba, tan solo dirigía una mirada al intruso, viendo en tan solo unos segundos como se retiraban.

Un momento después, se halló así mismo sobre una larga barra, sentado sobre un taburete mientras su guardan hablaba con el camarero

"Éste idiota es nuevo, la...será una buena bienvenida..." no entendió del todo la frase, pero al cabo de unos segundos, una copa llena de un líquido morado fue colocada con total gracia frente a él. ¿Que pretendía? Lo que sea que quisiera aquella persona parecía estar lográndolo, ¿ponerlo más ebrio? No parecía ser la mejor opción; al menos para él, sin embargo, cuando cruzaba su mirada con aquel par de rubís, sentía la imperiosa necesidad de seguir cada una de sus palabras, como si estas fuesen su única ley en esos momentos.

La mirada del joven se intercaló entre la bebida y él, dando a entender que tenía que beberla. "Es demasiado buena para alguien como tú, así que me has de agradecer por darte el privilegio de probarla..."

¿Privilegio? En su estado actual y para él, ya era toda una dicha poder siquiera hablar con alguien así de hermoso, y tal vez se trataba de su yo frustrado el que hablaba, pero no era ciego y sabía reconocer cuando alguien en verdad mantenía buen porte. Tomó la copa y dio un pequeño trago. "Magnifico" pensó, quiso beber todo de golpe, sentir el éxtasis y delicia que la bebida parecía brindar, pero una mano ajena terminó sobre su boca.

"¿Eres idiota? No la bebas de golpe, de lo contrario tendrá un efecto bastante... apretado para ti..."

Fue fugaz, un pequeño vistazo por parte del rubio a su entrepierna fue suficiente para aumentar el calor y sonrojo sobre su rostro. Por otro lado, el más joven descendió su mano de los labios ajenos hasta el largo de su cuello y hombros, llegando así a su antebrazo.

"Es despacito" hizo acción de ello, tomando la copa de Midoriya y bebiendo de la misma con cierta lascivia que lo dejó abrumado, si no tenía una erección por la bebida, definitivamente sería por el pedazo de escultura que tenía frente a él.

Una vez soltó la copa, Midoriya siguió su ejemplo, bebiendo del mismo lado mientras ambas manos comenzaban a rozarse. Y ahí estaba, una sensación electrizante que recorría su columna y vientre, encontrando el descanso y liberación por la cual había llegado en primer lugar.

Pero quería más, más de esa sensación que lo embriagaba a otro nivel, que recorría cada partícula de su cuerpo y lo estremecía con una caricia desconocida. Adictiva, era la mejor palabra que encajaba con aquella bebida y las sensaciones que le daba. Desprendió sus labios de la copa, sentía que toda la embriagues que adquirió vaso a vaso, había sido suplida con tan solo ese trago.