Bell después de perder su pelea contra Asterius pierde su reputación, pero esto no le impide seguir su objetivo de cumplir su promesa con Wiene y los Xenos.
Desafortunadamente Evilus tiene otros planes para el, en donde se vera inculpado y traiciona...
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Nací hace unos meses de mi madre el Dungeon, por alguna razón tengo la capacidad de pensar. Soy distinta a mis hermanos del Dungeon, ellos cuando me ven me atacan sin motivo, como si negaran completamente mi existencia.
No tengo mas que luchar para seguir con vida, pero parece que soy mas fuerte que mis semejantes y tener la capacidad de pensar me da una gran ventaja contra ellos.
Por estos meses he estado vagando por las profundidades, he tratado de evitar el contacto con lo que mis recuerdos me dicen que son aventureros. Estos recuerdos me han salvado más de una vez. Pero también me provocan una gran ansiedad.
Recuerdos de que estaba protegiendo a una niña Voivre llegan en mis sueños, en este soy cruelmente cazada por aventureros no dejándome otra opción que arrancarme mi piedra mágica y suicidarme antes de que eso malditos trataran de aprovecharse y manchar mi cuerpo.
Lo ultimo que recuerdo es decir el nombre de alguien que siento que es muy especial para mí, encargándole el resto... su nombre era Gros.
Mientras iba vagando por los pisos pude ver a un encapuchado con una mascara blanca pelear contra monstruos, me escondí para no pelear contra él, pero cuando vi a una chica Voivre que se acercaba a él y era la misma de mis sueños no pude evitar salir de donde estaba escondida.
Con mi telaraña aparte a la niña del sujeto y la tome en mis brazos, mi cuerpo me decía que no dejara pasar la misma desgracia que en mis sueños y la protegiera.
Ranye: Tranquila, no dejare que los malditos humanos te lleven como la otra vez
Wiene: ¿Eh? ¿Ra-Ranye?
La niña Voivre al momento de verme empezó a soltar lagrimas y dijo un nombre que me parecía muy familiar, casi como si fuese mío. Luego le arroje acido a al sujeto enmascarado que se trataba de acercar a mi y a la niña
Bell: ¡Guaaaa! ¡Espera Ranye! ¡No tienes por qué atacarme, yo no te hare nada!
Ranye: ¡aléjate de esta niña maldito humano!
Wiene: ¡Ranye, por favor detente!
Ignoré los gritos de los dos y seguí atacando al enmascarado con todo lo que tenía pero él seguía esquivando todos mis ataques.
Bell: No sirve de nada *toma el Occulus* ¡Lyd, Rey... Gros! ¡Vengan al piso 51, encontré a Ranye! ¡Pero me está atacando y parece no recordar mucho!
