Bell después de perder su pelea contra Asterius pierde su reputación, pero esto no le impide seguir su objetivo de cumplir su promesa con Wiene y los Xenos.
Desafortunadamente Evilus tiene otros planes para el, en donde se vera inculpado y traiciona...
Han pasado un par de días desde que Bell y Hestia fueron al gremio a reportar que había subido a LV. 4, y hoy sería el día del Denatus, la reunión de los Dioses para informar los sucesos recientes de horario y compartían información de los hechos más importantes, como también anunciar las futuras celebraciones o alguna fiesta que daban los Dioses de vez en cuando. Otro objetivo de dicha reunión era otórgales un alias a los hijos que han subido a LV. 2 o cambiar algún que otro alias a los niños que han hecho proezas increíbles.
Mansión Chimenea 10 A.M
Bell: ¿Ya está lista Kami-sama? No debe llegar tarde a ese tipo de reuniones.
Hestia: Ya estoy lista Bell-Kun. Debo verme respetables para que esos Dioses idiotas no quieran pasarse de listos y darte a ti o a Welf un apodo vergonzoso.
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Bell: (Waaauuuu se ve hermosa) Es verdad Welf todavía no tiene un alias.
Welf: Espero que no sea algo tan extravagante.
Bell: (Mira quien lo dice, el que les coloca nombres raros a sus trabajos)
Hestia: Tranquilo Welf-kun, Hefesto te dejo a mi cuidado, no dejare que pasen de la raya.
Lili: Ya va siendo hora Bell-sama. La reunión está programada a las 11 A.M. deben llegar antes si quiere demostrarse respetable Hestia-sama.
Bell: Lili tiene razón, ya debemos irnos.
Y así Bell y Hestia salieron de la Mansión Chimenea para poder dirigirse a Babel, el conejo decidió que acompañaría a su Diosa en el camino hacia Babel en un carruaje que alquilaron para el viaje de ida y regreso para Hestia. A ella no le gustaba ocupar tacones, pero podía solventar algo su baja estatura para que alguna Diosa plana dejase de meterse con ella a cada oportunidad que tenía.
Ya llegando a Bebel Bell bajo primero del carruaje y lo ofreció su mano como un caballero a su Diosa para que descendiera de este, cabe decir que los transeúntes que la vieron con ese vestido quedaron embobados con tal belleza, algunos desafortunados estaban junto a sus parejas o intereses amorosos recibieron algún que otro pellizco, pisada de pie y en casos más grabe de celos un fuerte golpe.
Cuando el carruaje decidido irse a buscar un lugar en el que pueda esperar a Hestia a que termine su reunión aparecieron caras conocidas para el albino.
Un Dios peliazul, acompañado de dos mujeres, una humana de cabello largo color oscuro y ojos de color claro y una Chienthrope (hombres perros) de cabellos castaños y de mirada entrecerrada.
Eran el Dios Miach (Dega: Mas bien conocido como el santo de todas las historias de traición) y sus dos dependientes Naaza Erisuis y Cassandra Ilion
Nazza y Miach
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