Death is but the Next Great Adventure (Tomarry)

Capítulo 25. No es fácil ser inmortal

Death is but the Next Great Adventure

Por TheObsidianQuill

Traducción por Alyssa S.

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En el anterior capítulo: Harry se infiltra en Gringotts para robar la copa de Helga, y hace descansar al dragón torturado que se encontraba allí. Cuando Harry regresa a Hogsmeade, se encuentra con Bellatrix y la salva de los dementores a cambio de que ella lo deje solo y vaya en busca de su amo. Snape tiene unos cuantos sueños desagradables.

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Capítulo 25.

No es fácil ser inmortal.

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Al regresar a casa por las vacaciones decembrinas, el ánimo de Harry se elevó considerablemente. Tenía tres de los cinco Horrocruxes, Bellatrix desapareció sin dejar rastro, y podía decir que la época de aprendizaje del lenguaje de los muertos pronto llegaría a su fin. Las breves conversaciones que había mantenido con los dementores debieron haber sido suficientes para demostrarle a Muerte que conocía el idioma lo suficientemente bien, ya que sus lecciones se centraban más en "pulir" lo que ya sabía que el riguroso estudio que había llevado hasta ahora.

Todo el arduo trabajo de Harry en los últimos años finalmente estaba dando sus frutos, y no podía estar más feliz por eso.

Sirius y Remus notaron el repunte de su estado de ánimo y comenzaron un tonto juego de averiguar qué lo hacía sonreír tanto. Como era de esperar, Sirius siguió enumerando los nombres de los compañeros de Harry -probablemente para ver si tenía un crush con alguno de ellos-, pero dudaba que tuviera algo que ver con eso. Después de todo, la reputación de Harry como el "Príncipe de hielo" no era por nada.

«De cualquier manera, se sentía realmente bien estar en casa» pensó Harry al entrar al hogar ancestral de los Black.

Los días previos a Navidad -o Yule, como lo llamaba Sirius-, estaban cubiertos por gruesos edredones de nieve mientras los tres permanecían dentro de la casa junto al fuego caliente o envueltos en una manta en un asiento junto a la ventana con té o cacao entre sus manos. Sirius pudo arrastrar a los otros dos el día después de una nevada particularmente grande para jugar en la nieve y construir algunos bultos nevados que apenas pasaban por figuras. Aunque Remus y él se habían quejado durante todo el camino, cuando regresaron, tenían las mejillas sonrojadas y sonreían, con grandes copos aun derritiéndose en su cabello y pestañas.

Cuando finalmente llegó Navidad, Harry se encontró compartiendo la euforia navideña mientras disfrutaba de un desayuno enorme y almibarado antes de sentarse en el cálido salón con su pequeña familia y abrir los montones de regalos de sus amigos y tutores. Remus y Sirius revisaban todos los regalos que Harry recibía de los fanáticos "desconocidos" -siempre había algunos en cada cumpleaños y Navidad-, antes de que el moreno menor pudiera decidir quedarse con ellos o dejarlos a un lado, generalmente tirándolos a la basura.

No tenía idea de cómo la gente que enviaba los obsequios no veía lo inapropiado que era que desconocidos le enviaran regalos a un niño de trece años, y dos veces al año. Claro, algunos eran personas poderosas que querían una oportunidad para impulsar la opinión del público sobre ellos a través de una alianza -cosa que Harry podía entender un poco-, pero la mayoría eran adultos que querían "agradecer su servicio a la sociedad" y eran sus "fans". Harry ni siquiera había hecho nada para llamar su atención más que su testimonio en el juicio de Sirius y la fama inicial que vino por Voldemort.