Death is but the Next Great Adventure (Tomarry)

Capítulo 22. De locos Boggarts y armarios rotos

Death is but the Next Great Adventure

Por TheObsidianQuill

Traducción por Alyssa S.

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En el anterior capítulo: Harry ha pasado el resto de su verano en "arresto domiciliario" y encuentra el relicario en la habitación de Regulus. El mundo mágico está al borde del pánico por el fugitivo de Azkaban. Remus y su ahora tutorado toman el Tren de Hogwarts y los dementores abordan en la mitad del viaje. Harry descubre que puede hablar con aquellas oscuras criaturas, y el hombre lobo se vuelve una "mamá oso" total contra ellos.

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Capítulo 22

De locos Boggarts y armarios rotos

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A pesar de la innegable curiosidad de Harry, este sintió un suave temor cubriendo el interior de su estómago y garganta una vez que vio a los dementores arremolinándose en el cielo nocturno como lo habían hecho en Azkaban. La sombra que revoloteaba ocasionalmente sobre el rostro de la brillante luna era un recordatorio escalofriante de lo que patrullaba esos cielos oscuros. Si el Ministerio iba a proteger Hogwarts con esas criaturas, sería un año bastante desgarrador para algunos estudiantes.

El primer banquete inició con un humor bastante sobrio y moderado por parte de los estudiantes, y luego, fue seguido por el anuncio de que Lockhart sería reemplazado ese año por Remus Lupin. Sin embargo, la mayoría del cuerpo estudiantil parecía curioso y emocionado ante la posibilidad de tener un profesor realmente competente, más cuando este tenía especial relación con su Príncipe de Hielo. El incidente en el tren había dejado a un lado cualquier duda existente ocasionada por su licantropía.

Harry se alegró de ver la rápida aceptación de su tutor entre sus compañeros. ¡Sin mencionar que la reacción de Severus era increíble! Harry tendría que invertir en un pensadero solo para poder mirarlo una y otra vez. El imponente profesor de pociones estaba una vez más molesto por haber sido rechazado para tomar el puesto de DCAO, ¡y para colmo, por un hombre lobo!

Cuando llegó la primera semana, Harry estaba comenzando a sentir el peso de su horario y sus actividades extracurriculares. Ese año, se habían anexado a su horario las clases de Runas Antiguas, Astronomía, Aritmancia y Cuidado de Criaturas Mágicas. De esta última, Harry había sido convencido por Draco de tomarla debido a que el rubio no quería tener que hacer equipo con Crabbe o Goyle dado a que ese par "¡no podía funcionar por si solos!".

Hermione también estaba tomando más cursos de los recomendados, pero en realidad, ninguno de los Ravenclaw sudaba ante ese tipo de desafío. Harry no habría parpadeado ante la carga extra de clases si no fuera por el hecho de que, además de sus estudios del idioma de los muertos, las prácticas secretas de duelos nocturnos en la cámara de los secretos y las frecuentes visitas a la oficina de Remus en la noche para hacer una llamada por flú a la casa de Sirius; su capitán de quidditch, Roger Davies, estaba casi duplicando sus regímenes de práctica porque Oliver Wood, el capitán de Gryffindor, se graduaría este año, y los leones querían ganar todos los partidos para darle a su querido integrante una buena despedida.

A Harry le importaba poco ganar el brutal juego, pero como buscador, no podía quedarse quieto en ni una sola práctica. Davies había estado tratando de presionar a Harry cada vez más durante la práctica debido a que, con sutileza –o quizás no tanta-, el sexto año le había estado pidiendo a Harry que intentara hacer maniobras bastante peligrosas. Durante el segundo año del ojiverde, este había sido bastante audaz en su escoba, pero jugó relativamente seguro solo para mantener las apariencias. Sin embargo, a petición del capitán, el ojiverde pasó fácilmente a acrobacias más peligrosas y desafiantes que lo llevaron a la snitch mucho más rápido.