Death is but the Next Great Adventure (Tomarry)

Capítulo 7: Primeros años: una guía para el idiota y la muerte más dolorosa

Death is but the Next Great Adventure

Por TheObsidianQuill

Traducción por Alyssa S.

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Capítulo 7.

Primeros años: una guía para el idiota y la Muerte más dolorosa.

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En el capítulo anterior: Harry y Draco toman el tren juntos. Harry es seleccionado en Ravenclaw donde conoce a sus nuevos compañeros de casa, incluyendo a Hermione Granger, Anthony Goldstein y Michael Corner.

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Cuando las clases empezaron, Harry sintió una renovada sensación de anticipación al saber que sus calificaciones en verdad reflejarían lo que sabía y podría esforzarse en ser algo más que en "no ser mejor que Duddlykins". Harry se encontró realmente interesado en sus lecciones, aunque eso no significaba que de repente se volviera más expresivo y que respondiera a todas las preguntas que se hagan en clase, sean grandes o pequeñas. Los Ravenclaws, al parecer, eran bastante competitivos en lo académico y Harry prefería no atraer demasiado su atención. Además, parecía haber una guerra metafórica entre Michael y Hermione por saber quién podía responder la mayor cantidad de preguntas y obtener la mayor cantidad de puntos para la casa. Hasta ahora, Hermione estaba ganando.

Hubo algunas complicaciones, por supuesto. Como el profesor de pociones, Severus Snape. El hombre había sido cualquier cosa menos sutil en su disgusto por Harry. A Harry no le atraía ser el centro de atención, no cuando eso significaba que no tendría privacidad y que los demás pensaran que tenían derecho a opinar sobre su vida. Entonces, cuando Snape lo regaña frente a la clase por una fama que no pidió y trata contradecir todo lo que dice, a Harry le resulta difícil aferrarse a la indiferencia que se había jurado mantener en el banquete de bienvenida cuando se resignó a ser el blanco posible del odio del hombre mayor.

Snape siempre trató de atrapar a Harry en algo que "debería" saber durante su clase de pociones, incluso si Harry sabía a ciencia cierta que ese tema no se podía encontrar en el libro de texto. La primera vez que sucedió, Harry estaba a punto de señalarlo cuando Draco le ganó, nivelando a su Padrino con una mirada no impresionada por tales travesuras. Tanto Snape como Harry se habían sorprendido por la rápida defensa del joven Slytherin hacia este último.

Otro individuo que también le estaba causando un estrés innecesario era Michael Corner. Cuando estaba cerca, Anthony actuaba como el mediador de Harry con Michael y su amigo, Terry Boot. Sin embargo, cuando Anthony no estaba, Michael aprovechó todas las oportunidades que pudo para insultar y enemistarse con el ojiverde. Para finales de su primer mes en Hogwarts, Harry había adquirido una extensa y colorida lista de maldiciones e insultos y amenazas para agregar a su vocabulario.

En general, toda la situación sirvió más como entretenimiento que cualquier otra cosa. Michael sabía que no podía hacer nada que perjudicara físicamente a Harry o que dejara cualquier evidencia para ser utilizada en su contra por lo que, por ahora, solo tenía palabras como arma.

Sin contar esos pequeños inconvenientes, el tiempo de Harry en Hogwarts fue muy agradable. Después del gran banquete, Draco prácticamente había arrastrado a Harry a la mesa de Slytherin y lo había empujado al asiento de su lado. Los Slytherins mayores no parecían felices si sus burlas y miradas eran algo por lo que juzgar, pero la generación más joven de serpientes que Harry había conocido brevemente en la plataforma en Hogsmeade parecía contenta -o al menos tolerante-, de su presencia.