Amelie Moore y la maldición de los Potter

Zorras por Francia

-¿Para que necesitas una poción Multijugos?- Pregunto Amelie con interés, mientras doblaba en el recodo izquierdo del pasillo, camino a la clase de Transformaciones.

-Oh, solo es porque me llegaron rumores de que Zelma Jones me insulta a mis espaldas. Tome pelo de su mejor amiga -conto Emily despreocupada-. Ya sabes, me hare pasar por ella para saber si eso es cierto o no y darle una buena lección.

-¿No es algo arriesgado? Digo, por un simple insulto... Podrías tan solo ignorarla. -sugirió Amelie pero Louis y Emily rieron.

-A Emmy le encanta ser extremista, Ammie -explico Louis-. La vez pasada, se aseguró de derrumbar todo el invernadero 9 solo para destruir el trabajo que Clarisse Robbins debía entregar.

-¿Tú fuiste quien derrumbo el invernadero? -pregunto Amelie impresionada. El tema del invernadero había sido toda una noticia en su momento, muchos habían pensado que fue obra de los merodeadores, pero nunca habían encontrado una pista para inculparlos. ¡Y claro que no la iban a encontrar! Emily Grant había, definitivamente, superado a los merodeadores con sus venganzas. Además, nunca la pillaban, siempre se salía con la suya.

-Me llamo rubia hueca -respondió Emily a la defensiva, encogiéndose de hombros.

Amelie podría haberse imaginado cualquier cosa, pero nunca que la pequeña Emily Grant había causado tal alboroto digno de una súper venganza de buen potencial solo por un simple insulto. Se habría atrevido a pensar cualquier cosa, menos que Emily, con su diminuto tamaño y delicado rostro angelical, fuera la creadora de tal artimaña. Realmente estaba muy equivocada en juzgar por lo que veía.

Estaba tan concentrada pensando en lo que había escuchado anoche, que no se dio cuenta en que momento Emily se fue. Cuando levanto la vista de sus mocasines, se encontró a Louis pateando una piedrecita mientras atravesaban el sendero del Lago Negro para llegar a tiempo a la clase.

-¿Y Emily?

-Oh, ¿Qué no la has visto? Charlie se la llevo hace unos minutos. No parecía muy contenta a decir verdad.

-¿Qué ocurre entre Charlie y ella?

-Charles está tratando de conquistarla, ya sabes. Me gustan juntos, Charlie parece buen tipo, mejor que el idiota de Thomas. -Indico Louis con una mueca de asco al pronunciar el apellido de Elvendork.

No era muy difícil saber porque. Amelie entendía muy bien la expresión de su amigo. Al hablar de Elvendork, ella hubiera hecho lo mismo. Thomas era aún más sinvergüenza y casanova que James, y eso era decir mucho. El año pasado había intentado conquistar a Emily reiteradas veces, pero la muchacha lo boto en todos y cada uno de sus intentos. Eso hizo enfurecer a Elvendork, ya que él estaba demasiado acostumbrado a que se inclinaran a sus pies más que lo rechazaran. Uno de esos días, Louis le pidió a Emily que lo esperara fuera porque tenía que buscar un par de cosas en la biblioteca. Era una de las pocas veces en que Emily y Louis se separaban. La muchacha espero a su amigo en su lugar, pensando en la promesa que él le había hecho sobre ir y volver rápido. Y no es que Louis la rompió, si no que Elvendork fue mucho más rápido.

Fue la primera vez que Thomas vio a Emily sola, sin Louis, y aprovecho la situación para hablar con ella y robarle un beso. La cosa empeoro cuando Louis lo vio. La ira invadió todo su cuerpo y lo tumbo al suelo inconsciente de un limpio y fuerte puño en la mejilla.

-¿Confías en Charlie? -Pregunto Amelie recordando la promesa que Louis había hecho aquel día, mientras le contaba a la pelirroja todo lo que había ocurrido.

-Claro que sí. Prometí que nunca dejaría a Emily sola. Sólo puede estar conmigo o con alguien que yo considere de confianza -Louis suspiro-. Nunca me voy a perdonar lo que ocurrió ese día, todo fue culpa mía. Nunca debí haberla dejado sola.