La mejor no cita del universo

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Odiaba tener que despertarse temprano un viernes. Es decir, lo único por lo que se preocupaban los demás alumnos de tercer año en adelante era por dormir hasta que sea la hora de la excursión a Hogsmade. Amelie, en cambio, junto a sus compañeros de equipo, tenían que asegurarse de no llegar tarde al entrenamiento. Se levantó en silencio de su cama, tratando de no hacer ruido para no despertar a sus compañeras de habitación. La ropa de Hua dispersada por el suelo, la ayudo a amortiguar el sonido de sus pasos y en su camino hasta el baño, tuvo que evitar pisar la varita de Dominique.

Una vez dentro, se ató su cabello pelirrojo en una coleta y se colocó una blusa de modal simple que oculto con un buzo de color amarillo, no muy llamativo. El largo de su sudadera apenas dejaba al descubierto su short de jean, pero resaltaba muy bien la perfecta forma de sus piernas. Su traje de Quidditch se encontraba en los vestuarios, dentro del casillero que era de su pertenencia, por lo que solo tenía que preocuparse en llevar una mochila con elementos de higiene.

Con el mismo cuidado que había entrado al baño, se retiró de la habitación.

En el sillón frente a la chimenea, Liam Wood y Elvendork Thomas charlaban animadamente. Voltearon sus cabezas al escuchar pasos de las escaleras.

-Hola, Am.

-¡Eh, Moore! Estas preciosa, es una lástima saber que saldrás con Liam –halago Elvendork, señalando a su amigo-. Hablando de eso… creo que debo dejarte un par de cosas en claro.

Sin que Amelie pudiera hacer nada, Elvendork la tomo del codo y se la llevo fuera de la Sala Común de Gryffindor, camino al Gran Comedor. El muchacho era guapo, con unos brillantes ojos azules y un rebelde cabello negro hasta los hombros, pero era un completo idiota. Mujeriego y arrogante, el doble de peor que Potter. Amelie estaba de segura que, de no conocerlo, se hubiera sonrojado ante sus cumplidos.

-Así que… -comenzó Elvendork, mientras bajaban las escaleras- ¿Wood, eh? No puedo creer que salgas con él. Es decir, eres… -no disimulo al mirarla de los pies a la cabeza- ¡Woaw! Tienes a miles tras suyo y aceptas salir con él… Debo admitirte Amelie, que hace mucho me vengo fijando en ti. Para ser sinceros, desde que te conocí. –insinuó con voz melosa, aminorando sus pasos para dar media vuelta y pararse peligrosamente cerca de ella.

-No creas que caeré en esa, Thomas. No soy tan idiota como para creer tu jueguito.

-¿Qué jueguito? –pregunto, fingiendo inocencia.

-¡Ja! Estúpido arrogante. –mascullo Amelie, tratando de apartarse.

-¡Vamos, Am! Deja a Liam y sal conmigo.

Tomo uno de los mechones de cabello que se habían deshecho de su coleta y, antes de que Amelie pudiera darle un manotazo, Fred Weasley apareció al rescate. Se interpuso entre ambos y tomo a Amelie de ambas manos para ponerla tras suyo, protegiéndola con su cuerpo.

-Thomas –saludo Fred, ladeando la cabeza.

-Weasley –saludo Elvendork del mismo modo, disgustado y enfadado.

Sin decir más, Fred guio a Amelie escaleras abajo. Antes de seguirlo, Amelie volteo su cabeza hacia Elvendork para burlarse de él sacándole la lengua.

Amelie Moore y la maldición de los PotterWhere stories live. Discover now