Control |DRACO MALFOY|

۞ ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 15

-El agua está helada, Granger. ¿Por qué no me dijiste?-

Ella no había notado el cambio de temperatura a su alrededor. Cuando ella entró a la bañera había sentido el calor reconfortante sobre su piel, mientras hablaba con Draco la temperatura había cambiado y ahora estaba helado. Ella ni siquiera podía sentirlo.

-No lo noté-

Cuando regresó a su cama ella se quedó dormida de inmediato entre sabanas heladas. El cuerpo le dolía menos, pero aún así solo pudo conciliar unas cuantas horas de sueño. Cuando abrió los ojos, Draco estaba ahí tomando su temperatura  corporal. Seguía helada.

-He estado calentando la cama desde hace horas, pero de alguna manera logras que todo regrese a estar helado- dijo él con el ceño fruncido -voy a quedarme aquí para regularlo cada cinco minutos ¿de acuerdo?- preguntó mientras se recostaba al otro extremo de la cama de la cama. Había un espacio considerable entre ellos, pero ella podía sentir su presencia abrumandola. Le ayudó a quedarse dormida más rápido.

La pesadilla inició realmente cuando dos noches después tuvo un sueño horrible. Ella podía oír gritos, eran probablemente suyos, veía los ojos de Bellatrix burlandose de ella con descaro. Se sentía pequeña e indefensa. Hermione Granger a las rodillas de dos personas que odiaba.

Draco estaba sentado en una silla frente a la cama mientras leía el libro sobre runas.  Escuchó a Hermione quejarse entre sueños, decidió ingonarlo, seguro era una pesadilla. Pero ella parecía estar convulsionando.

Se acercó a la cama y le tocó la frente, estaba hirviendo, no era una fiebre normal, Draco tuvo que alejar su mano porque ella realmente quemaba.

-Granger, despiera- susurró.

Ella siguió gimiendo y llorando.

-¡Granger!- Hermione se movió en la cama como si algo le doliera y Draco retrocedió cuando su cuerpo se iluminó con una luz roja, parecía como si sus venas tuviesen luz propia.

Era magia, la magia estaba trazando lineas por todo el cuerpo de Hermione, se estaba acumulando en la palma de sus manos. Ella tomó en puños las sabanas debajo de ella y como si algo le doliera demasiado, gritó. Draco corrió hacia ella de nuevo pero una fuerza lo lanzó al suelo. Las manos de Hermione empezaron a verse al rojo vivo y a su toque la cama empezó a incendiarse.

-¡GRANGER!- Gritó él de nuevo.

Hermione abrió los ojos y en cuanto vio el fuego salto fuera de la cama.

-Finite- dijo Draco apuntando al fuego y este se detuvo. Él se arrodilló frente a ella, su piel aún quemaba al toque, ella de inmediato se relajó al sentir el abrazo de Draco a su alrededor protegiendola.

Ocurrió lo mismo la siguiente noche y ella decidió no querer volver a dormir jamás. La soledad y las pesadillas la estaban haciendo explotar en llamas y temía que fuese peor. Draco estaba con la varita en mano, atento a cualquier cosa que pudiera pasar, pero ella simplemente no dormía.

El tercer día Hermione no podía parar los espasmos, ya no había calor, todo era frío. Draco había puesto los hechizos reguladores de energía en la habitación pero no servían de nada. Ambos soltaban humo helado por la boca y  Draco sospechaba que pronto empezaría a nevar si no se detenía.

-Es mi magia- dijo ella -puedo sentir como se mueve dentro de mi, creo que... creo que mis emociones estan controlandome-

-¿Tus emociones?-

-La otra noche, cuando incendié la cama, estaba teniendo una pesadilla, estaba asustada, enojada también... entonces fue fuego. Aquel día en la bañera, yo estaba triste, al igual que ahora, entonces la temperatura baja- Draco la miró por un largo rato analizando su teoría.