Control |DRACO MALFOY|

۞ ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 35

Hermione parecía una niña de tres años tratando de resolver una ecuación matemática mientras estaba en aquel salón de la mansión.

¿Estaba Draco fingiendo para salvarse, para salvarlos a todos? ¿o en verdad todo había sido un juego y a él jamás le había importado ella?

Sangre sucia inmunda, le gritó una voz en su mente. La voz de Draco, solo que parecía... más joven.

—He de decir, que llegué a creer que mientras te ocupabas de la tarea de cuidarla, Draco, pensé que quizás te habías apegado a esta... muggle— dijo Voldemort

Muggle

Sangre sucia

Tantos terminos que Hermione no entendía del todo.

—Mi señor, — dijo el hombre que se parecía a Malfoy —por supuesto que no hay manera alguna en la que mi hijo podría llegar a sentir afecto por esta cosa.

—Mi padre tiene razón, mi señor— Voldemort parecía fascinado.

—Por supuesto. Te oí la primera vez, joven Malfoy. Theodore Nott fue el responsable. Dime, sangre sucia ¿mataste a Theodore antes de escapar?— Blaise se movió incomodo detrás de ella, Hermione de cualquier forma no podía hablar, su lengua se negaba a moverse —Si Draco hubiese estado ese día ahí, el día en que te quitaste tu rastreador, jamás habrías escapado ¿no es así, Draco?

—En efecto, mi señor. Fue un descuido absurdo de mi parte, usted mismo se encargó de mi castigo— incluso cuando lo decía, parecía sereno y sin problemas se inclinó levemente para hacer el ademán de una reverencia.

—Draco, acomoda a la sangre sucia en una de las sillas del comedor, es después de todo nuestra invitada especial— Malfoy no fue gentil cuando la levantó del suelo y la hizo tomar asiento.

Hermione miró a todos los rostros a su alrededor, cada una de esas personas disgustadas por su presencia, especialmente la bruja que se sentaba a la mano izquierda de Voldemort.

—Draco, tu padre alardea a menudo sobre tu habilidad nata para tocar el piano ¿por qué no tocas algo durante la cena?— Malfoy de nuevo hizo una reverencia y aunque su mandibula parecía tensa, él se dirigió al piano de la esquina de la habitación —Creímos que sería mucho más útil aquí, en esa habítacion en la que estaba no tenía ningún uso— dijo Voldemort refiriéndose al piano.

Hermione estaba calmada.

Así se lo había ordenado Blaise.

Pero ella en sus hueso sabía que en cuanto levantara el hechizo ella lo iba a estrangular.

En la enorme mesa aparecieron platos para todos, a excepción de Hermione. No habían sirvientes, no había nada, la comida apareció en medio de la mesa por mera arte de magia.

Ella no había comido en... ni siquiera recordaba hace cuanto no lo hacía.

Sus problemas alimenticios y su estado mental la tenían confundida. Ella comía solo si en verdad moría de hambre, de otro modo no había necesitad. Pero ese pollo horneado a unos metros de ella la hacían babear. Por suerte nadie se fijaba en ella.

—Dime Lucius ¿alguna notícia de tu traidora esposa? —preguntó Voldemort y el hombre rubio palideció de inmediato.

—No hay rastros de ella.

—El castigo que le espera por desertar es magnífico, de verdad tenía muchas ganas de que apareciera lo más pronto. Pero he puesto mi fe en Draco, tiene que encontrar a su madre.

En el fondo, la figura de Draco se movía incomoda, como si tuviese miedo de tocar el instrumento. Cuando sus dedos tocaron la primera tecla, él pareció relajarse visiblemente.