Control |DRACO MALFOY|

۞ ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 42

—¿Hay algún problema con el té, señorita Granger?— preguntó Narcissa desde el otro lado de la mesa en el pequeño café local al que habían venido, más bien, al que Narcissa había arrastrado a Hermione que se encontraba en shock.

La elegante bruja le lanzó un hechizo para modificar un poco su apariencia y la hizo sentarse en el bonito local.

—Yo... es que prefiero el café— dijo la castaña torpemente. Narcissa, para su sorpresa, sonrió.

—Tendré eso en cuenta en el futuro. Pero ahora bebe eso, ayudará a reducir el shock.— Hermione bebió un poco tratando de no quitar sus ojos de Narcissa, por miedo a que desapareciera.

—¿Cómo es posible?

—Ya me suponía que esto pasaría. Aunque Draco no me quiso escuchar cuando le hable de esto, yo siempre creí que era así.

—¿De que habla?

—Estás exageradamente desinformada, rumores, tus propias creencias, y ahora sospecho que por tu... amiga.

—No estoy entendiendo nada.

—Pensabas que Draco estaba muerto, yo quizás, y quien sabrá quien más ¿Estoy en lo correcto?

—Si porque...

—Olvida todo lo que sabes, lo que crees que sabes. Draco está vivo, te ha estado buscando todo este tiempo.

Hermione casi escupió el té.

—Aquel día, cuando los liberé a ti y a Blaise, yo esperaba que te fueras sin mirar atrás, tal como lo hiciste, porque merecías ser libre. Mi plan era encontrarte de inmediato, sin embargo esto se volvió un danza entre tu, los aurores detrás de ti y nosotros.

—¿Draco está vivo?— era lo único que había entendido completamente y lo único que se oía imposible.

—Mi hijo esta vivo, Granger— Hermione se dejó caer lentamente en el respaldo de su silla mientras parpadeaba sin parar —Y te ha estado buscando, cada día durante estos dos años.

—Eso es... es imposible, yo no creo que... no, no puede ser— Narcissa bebió de su té con paciencia —Dra-Malfoy no puede estar vivo, mucho menos buscandome. No.

—¿Te parece, Granger que soy una mujer que suele decir mentiras?

A decir verdad, Hermione no conocía tanto a Narcissa como para saberlo. La mayor parte de su vida, ella había sido la madre del malcriado Malfoy en la escuela, otro día se convirtió en la mujer que la insitó e instruyó para matar a Voldemort, dos segundos después llegaron dos años terribles en los que pensó que Narcissa había muerto, pero ahora estaba frente a ella. ¿Qué si era mentirosa? Quien sabe, había aprendido a no confiar ni en su sombra.

—No importa que piense yo.

—Bien, no tienes que creer en mi palabra. Verás a Draco tu misma en casa.

—¿En casa?

—Si, Granger. Ahora que por gracia de Merlín te he encontrado tengo que llevarte conmigo. No pienso dejar que pases un día más divagando por ahí. Además mi hijo se pondría histérico si no...

—Espere, espere, espere ¿Usted quiere... llevarme con Draco?

—¿No quieres?

¿Ella quería? Por supuesto.

¿Lo haría? Por supuesto que no.

Jamás olvidaría la mirada de Draco la última vez. La odiaba, por todo, ella recordaba todo ahora, y si ella se odiaba a sí misma ¿Que cosas horribles sentiría la demás gente por lo que había hecho?