the girl in black; sapphic [COMPLETA]

12;

POV Skyler

—¿A dónde?

—Vámonos, Skyler.

Desenfundó su pistola, la cargó y se puso alerta. Su actitud me estaba provocando una ansiedad que me revolvía el estómago.

—¿Qué está pasando?— pregunté preocupada.

—Silencio.

Caminábamos por los pasillos y yo seguía a Cameron sin saber muy bien a dónde íbamos ni qué estaba pasando.

—Gira a la izquierda.

Lo hice y nos encontramos con una salida de emergencia, empujé la puerta y salimos a una especie de garaje. Aunque era un espacio amplio, la chica no bajó la guardia y se quedó pegada a mí y no me soltó el brazo en todo el momento.

—Tu padre debe estar llegando— susurró— dijo que esperáramos aquí.

Efectivamente, un largo rato después, mi padre, mi tío y mi hermano aparecieron por la misma puerta que nosotros.

—Puedes relajarte, Cameron.

—No todavía, Giovanni. Tengo un mal presentimiento.

—Tranquila, estamos a salvo.

No hizo caso y no guardó su arma.

Llamaron a mi padre y cuando colgó caminamos hasta la salida, pero en cuanto estuvimos ante la puerta escuchamos unos disparos.

—Cameron, llévatela.

No me dio tiempo pensar nada, porque cuando mis neuronas sumaron uno más uno, Cameron ya me tenía agarrada del brazo arrastrándome hacia detrás de un auto. Los disparos seguían detrás de nosotros. Quería ver lo que estaba pasando, así que asomé la mitad del cuerpo por un lado del coche.

Cameron tiró de mi cuerpo con la fuerza suficiente para agarrae contra su pecho.

—No vuelvas a hacer eso.

—No veo a mi hermano.

—Tienes que quedarte quieta, Skyler.

—Déjame tu pistola.

—Vamos a esperar a que paren los tiros. Estoy pensando en cómo vamos a salir.

—¿Qué pasó?

—Una redada policial. Alguien dijo que estábamos aquí y están buscando a tu padre.

Ya lo entendía todo. Había un topo entre nosotros, mi padre se enteraría y el pobre sufriría las consecuencias de sus actos.

—Ya.

Cuando Cameron puso la mano en su auricular, le quité el arma de la mano. Me levanté y corrí hacia delante entre los autos, mientras empuñaba la pistola y Cameron me perseguía. Busqué a mi hermano con la mirada, pero no lo vi. De repente unas luces me apuntaron, disparé dos veces y volví a escuchar disparos, me tiré al suelo y me arrastré hacia debajo de un coche.

Tenía la respiración muy acelerada.

Algo tiró de mi pie y me arrastró hacia el lugar de antes.

—¡Maldita sea!— me arrebató la pistola y por poco más y me pega ella misma un tiro, estaba furiosa— ¡Déjame hacer mi puto trabajo! ¡Vámonos de aquí!

Salimos de nuestro escondite de rodillas y tratamos de volver a la puerta, pero estaba muy lejos como para llegar sin que nos pegaran un tiro, aunque si no nos movíamos rápido, probablemente nos iban a atrapar.