the girl in black; sapphic [COMPLETA]

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POV Cameron

Llevaba casi una semana sin ver a Skyler, al menos no en persona. Solíamos hacer videollamadas todos los días para vernos y contarnos nuestros días, pero no era lo mismo que poder dormir con ella en la misma cama y hablar de lo que fuera hasta tarde.

—Nat volvió con Eliza. —Me comentó mientras desayunaba antes de irse a clase.

Yo estaba en mi despacho, organizando unas reuniones que tenía pendientes y que no podía retrasar más de lo que ya estaban. Delante de mí había una pila de archivos y papeles pendientes de firmar, empezaba a sentirme como en una película de abogados.

—¿Nat no estaba saliendo con Massimo?

—Pues sí, pero supuestamente ama a Eliza. Yo no le puedo decir nada, nadie manda en los asuntos del corazón.

—¿Y Calum y Steff?

—Como siempre, ya los conoces. —Vi cómo dejaba su plato en el lavaplatos y luego subía a su cuarto.

Por el camino me contó cómo estaba yendo su primer año de universidad, y me puse a pensar en cómo hubiera sido si nunca hubiera entrado al ejército. Probablemente hubiera vivido con Jenn mucho más tiempo y yo nunca hubiera terminado conociendo a los Vittori, puede que ni siquiera hubiese llegado a saber nunca sobre mi verdadero padre.

Muchas de las decisiones que había tomado, me llevaron a donde estaba parada, porque al fin y al cabo, la vida eran varios caminos, y dependiendo del que tomaras, se abrían otros nuevos. Tampoco me arrepentía de las decisiones que había tomado, porque me habían llevado con Liz, y más tarde con Sky.

—Matteo y Dante discutieron hace unos días. —Comentó mientras se lavaba los dientes.

—Sí, lo sé. Dante me llamó llorando.

Al parecer, Matteo tenía dos relaciones a la vez. Una con la hermana mayor de Camille y otra con Dante. Según él, la relación con la hermana de Camille ni siquiera era algo serio sólo había sido algo casual por unos meses, mientras que con Dante era bastante serio al parecer.

Dante me había contado que había descubierto eso unas semanas atrás antes de que Matteo lo confesara, pero que no quiso decirle nada porque tenía miedo a terminar su relación con Matteo.

—Matteo está muy deprimido, —dijo seriamente, y luego comentó—: Pero honestamente, se lo merece por andar jugando con los dos. Tú ya sabes la parte de Dante, pero resulta que mi hermano jamás le aclaró las cosas a la francesa, así que ella creía que eran novios. Camille dice que su hermana está destrozada.

—Dante está igual. Fueron tres años de relación, debe ser duro para él.

—No los he visto hablar en todo el tiempo que llevan así. Ni siquiera se saludan, empiezo a asustarme.

—Necesitan tiempo, nadie perdona infidelidades de la noche a la mañana. Al menos, yo no lo haría.

—Yo tampoco lo haría, pero ya ha pasado lo suficiente como para que puedan hablar.

—Esas cosas llevan tiempo.

—Lo sé, Camie... —Al otro lado se escucharon unas voces— Amor, ya tengo que irme, cuando termine las clases te llamo.

—Está bien, amor. Que te vaya bien, te amo.

—Te amo más. —Dijo antes de colgar, mandándome un beso por la llamada.

Solté mi teléfono y seguí con mi trabajo, que ya era mucho menos. Unas horas después, sonaron unos toques en mi puerta.

—¿Sí?