the girl in black; sapphic [COMPLETA]

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POV Cameron

Tenía un plan, y era bastante retorcido. Me habían quitado la pistola y el busca, sin embargo no habían encontrado el pequeño auricular. Giovanni y Edgard podían escucharme pero no podía hablar con ellos, o me delataría. Sólo quería y necesitaba que el plan funcionara, si Giovanni lograba meter dentro al resto de hombres, tal vez nos salvaríamos, pero ya habíamos perdido bastante tiempo.

Después de ser llevada a la celda, escuché sonidos de disparos por mi auricular, lo cuál me asustó bastante, porque eso podía significar que habían atrapado a Giovanni y al resto, lo cuál sólo nos llevaba al fin. Prendí el transmisor que llevaba en el sujetador.

—¿Gio?

—Todo en orden.

—¿Qué diablos sonó? —pregunté en un susurro.

—Los audífonos de los hombres de Vittori. Cayeron los que entraron contigo. —Apagué mi audífono y seguí pensando en cómo escapar. El plan de Vittori era un completo suicidio y le había prometido seguirlo, pero ya nos habíamos salido de las vías lo suficiente como para poder seguir el plan. 

Sin Leo y sus hombres y los míos, era yo sola dentro de la mansión. La ventaja era que seguía con comunicación al exterior. Era hora de idear un nuevo plan que me permitiera salir, y tenía que arriesgarme y darlo todo porque ya no había nada para perder.

Me dejaron despedirme de Skyler, y fue una ventaja, porque ahí mismo había varios bisturís en una bandeja, y eso era algo útil. Nadie iba a notar la diferencia si agarraba uno. Si era rápida podría cortar las cuerdas de mis manos y escapar.

Dándome la vuelta al irme, agarré uno de los bisturí y lo metí por dentro de mi camiseta en mi espalda y salí de allí. Dos hombres me escoltaron de vuelta a la celda en la que había estado antes. La rejilla de la puerta se abrió y los ojos de Eliza aparecieron tras los barrotes.

—¿Qué haces aquí?

Estaba demasiado confusa. ¿Qué tenía que ver Eliza con Alexei?

—Te has portado bien, Cameron.

—No quería verla sufrir.

—Mi padre se encargará de ti más tarde.

¿Alexei era el padre de Eliza?

—¿Él qué?

—No puedes irte libre. —Carraspeó un poco— Bueno, tengo cosas que hacer.

Quise decirle que alguien me echaría de menos tarde o temprano, pero no salió de mi boca.

Rio y cerró la rejilla.

Escuché cómo los pasos se hacían cada vez más lejanos.

La pierna me estaba matando y no sabía si siquiera iba a salir de ahí, pero tendría que intentarlo. De todas formas, moriría si salía mal.

Con cuidado, mientras estaba apoyada contra la pared, saqué el bisturí de mi ropa y traté de cortar las cuerdas. Hice varios intentos, y mientras frotaba el filo con las cuerdas, me corté las muñecas un par de veces. El ardor de las heridas me quería hacer gritar, pero solamente mordí la tela de mi camisa y traté de no emitir un solo sonido.

Las cuerdas eran bastante gruesas, pero eso no significó que me rendiría tan fácilmente. Terminé de cortar la cuerda y la estiré, era suficientemente larga como para que fuera útil.

Golpeé la puerta durante varios minutos hasta que alguien la abrió. Estaba escondida detrás de ella, el hombre entró a revisar y cerré la puerta. Me abalancé sobre él y coloqué la cuerda alrededor de su cuello para estrangularlo.