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POV Skyler

En cuanto Mirtha dijo el nombre de mi tío, Cameron corrió al pasillo sin importarle siquiera sus hombros o su ojo.

Yo intentaba calmar a la señora hablando con ella.

Tenía curiosidad por lo que pudo haber pasado, sin embargo no me moví del comedor. No fue hasta casi un cuarto de hora después cuando Cameron apareció de nuevo en la sala. Tenía las manos manchadas de sangre y la camisa igual.

—¿Cameron, de qué es esa sangre?— le pregunté.

—No es nada. Acompaña a Mirtha a su cuarto, saldremos en un rato.

Hice lo que me pidió y dejé a la señora en su habitación.

En el pasillo de la salida había un rastro de gotas de sangre y de huellas que me atemorizaba. Cameron me esperaba en la entrada con Francesco al lado hablando por teléfono.

—Sí, estaba herido. Pero no pasa nada, está de camino a la clínica— dijo el chico tranquilo.

Cuando colgó, Cameron abrió la puerta y salimos a la parte frontal de la casa donde habían dos autos. Entre ellos el que usó para recogerme en la casa de Felipe.

Encendió el auto y entró al auto. Yo solo me senté en el auto del copiloto y la miré de reojo esperando que entendiera que necesitaba explicaciones sobre eso.

—¿Alguien me va a decir lo que pasó?

—Sí— respondió Francesco.

Esperé su respuesta, pero nada más que eso.

—¿Qué pasó?

—Tienes que ser paciente, Sky...

—Atacaron a Giovanni— respondió el chico colocándose el cinturón.

—¿Qué?

—Francesco no digas nada más —Cameron lo regañó— Esperemos a llegar a la casa de Vittori.

[...]

Mi padre estaba enfadadísimo, mucho además. Alguien había apuñalado a su mejor amigo y él no iba a quedarse callado.

En todo el tiempo que estuve ahí, hizo casi veinte llamadas. Entre ellas a otros jefes y a sus contactos.

—Romani, necesito que me prestes a dos de tus numerales.

—¿A quiénes?

—No sabes... Nos olvidamos de mencionarlo... Tu abuelo creyó que era bueno tener espías e infiltrados en todas partes, así que contrató a diez hombres, les asignó nombres de números y los usó para saber muchas cosas.

—¿Nombres de números? ¿Como Uno?

—Sí. Así.

—Uno de ellos llamó antes de el accidente. Me dijo que había encontrado a dos espías de DeLuca husmeando cerca de mi casa, pero no le di importancia.

—¿Sabes qué pasó con esos hombres de DeLuca?

Uno los aprisionó.

—Les haré una visita más tarde. Necesito a Sette y Otto. Uno es su jefe, deberías hablar con él.

—Claro... Lo llamaré y le diré.

—¿Y Giovanni?— pregunté ahora.

—Russo me llamará en cuanto podamos ir a visitarlo. Mejor ve a descansar, Cielo.

—No puedo dormir sin saber nada de él.

—Te avisaré. Cameron, te necesito conmigo hoy, avisa a tu guardaespaldas, también lo necesitaremos.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Where stories live. Discover now