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POV Cameron

Olía Chanel N°5 y a vainilla, definitivamente era Skyler.

—¿Qué crees que haces?— la aparté y encendí la luz.

—Cameron, me gustas tú. No él.

—Ya es tarde para arreglarlo. Tengo que cambiarme, si no te importa...

—Cameron, enserio lo siento...

—No me importa que lo sientas. Ya lo has hecho. Muchas cosas han cambiado en menos de una semana. No estoy de humor ahora, así que déjame descansar un poco para procesarlo todo.

Levantó los brazos en señal de rendición y se dirigió a la puerta.

—Cierra al salir.

—Que duermas bien.

—Lo mismo.

Cerró mi puerta y volvió a su cuarto.

Después de cambiarme de ropa, me metí en la cama y me dormí.

Escuché un sonido en la ventana, y luego uno en el cuarto. Alguien había subido por la ventana y tenía un pasamontañas puesto. Además de una navaja en la mano.

Agarró mi cabeza y de un corte limpio, me cortó la garganta.

Me desperté sobresaltada y empapada en sudor. Toqué mi cuello, estaba perfectamente. Cerré la ventana, me iba a morir de calor, pero era mejor que morir porque me habían cortado la garganta.

Encendí la linterna de mi móvil, cogí un cuchillo militar que usaba antes y bajé a la cocina a por un vaso de agua. En el pasillo me encontré a Matteo y pegué un salto al verlo. Empuñé el cuchillo y traté de protegerme.

—¡Soy yo, Matteo! Tranquila, no te voy a hacer nada.

—¡Dios, lo siento! Me pegaste un susto terrible.

—Deberías pedir ayuda psicológica.

—Lo que no te mata te hace más fuerte.

—Al final tal vez nos mates a todos, y eso no te hará más fuerte.

—Ese DeLuca, ¿es tu amigo?— cambié de tema, no iba a hablar sobre mi salud mental con él.

—Sí, bueno... Algo así. ¿Por qué? ¿Mi hermana?

—Sí.

—No le des mucha importancia... Oye, iré a dormir, si no te importa...

Seguí hasta la cocina y me bebí un vaso de agua.

[...]

Después de una ducha, empaqué mi maleta con todas mis cosas y me metí en el coche, para ir a mi casa de nuevo.

No era tan grande como la casa de Vittori, pero éramos pocos viviendo ahí, así que estaba bien.

—Hogar, dulce hogar— dijo Giovanni dándome una caricia en el hombro.

Se quitó las gafas de sol y se las puso en el cuello de la camisa.

Me apetecía salir a dar una vuelta, así que me equipé con lo básico, es decir, una pistola, un cuchillo, dinero, llaves y mi teléfono. Nada podría salir mal, había sido la mejor de mi bloque.

—Giovanni, saldré a pasear.

—¿Vas armada? No vuelvas muy tarde, avísame si pasa algo.

—Sí. Vale, volveré antes de las diez.

—Vale, si tardas más, te llamaré y me debes contestar. Te quiero.

—Arrivederci, Gio.

Salí de la casa y al segundo quise regresar al interior, pero me obligué a enfrentar a mis miedos y seguí caminando. La casa estaba algo alejada de la civilización, así que tuve que caminar varios minutos hasta dar con una tienda 24h.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Where stories live. Discover now