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La reunión estaba tomando demasiado tiempo, jamás había ido a alguna, pero llevaban tres horas hablando, probablemente sobre mí y no me apetecía perderme la información, así que en cuanto Skyler volviera, la interrogaría.

Mientras tanto pasé mi tiempo haciendo ejercicios para los hombros, duchándome, dando vueltas por toda la casa subiendo y bajando plantas y hablando con Matteo, que me contó lo de Francesco DeLuca y de que lo había amenazado.

—Creo que te pasaste un poco... ¿Y si se lo dice a su padre?

—Ese es el punto, que su padre lo sepa. Si creen que estás muerta todo es sencillo.

—¿Qué crees que pasará si se enteran de que hemos mentido todos sobre mí? Se supone que todo estaba planeado para que yo no sobreviviera y pasó lo contrario...

Le conté como había sido todo planeado, desde los barriles de gasolina y fuego en las escaleras del sótano y el bote con una bomba.

—Tuviste suerte.

¿Qué? ¿Suerte de qué?

—¿Por qué?

—Créeme cuando te lo digo. Hay maneras mucho más feas de acabar con la vida de las personas.

Vale, sí. Relativamente tuve suerte, pensándolo mejor, dos tiros y un poquito de fuego y agua no eran nada comparados con perder la vida por morir de hambre. O porque me echaran en una trituradora.

—Me siento mejor sabiendo que hay maneras peores de matarme— dije irónicamente.

—Nadie dirá nada sobre ti. Nadie sabe que estás viva, sólo la familia y ese hombre que te rescató, ni siquiera los amigos de Skyler lo saben. Por eso no has vuelto a tu casa, para no levantar sospechas.

—Pensé que fingir mi muerte iba a ser más emocionante, pero es hasta deprimente. Literalmente no puedo salir y necesito moverme.

—Tampoco es que puedas demasiado, te recomiendo que te duermas. Skyler dijo que no duermes mucho.

—Me duelen demasiado los hombros como para poder dormir y el ojo no deja de palpitarme. Y por si fuera poco odio los calmantes.

—Deberías plantearte usarlos, o dejar que Russo te pinche.

¡NO, ESO NO!

—Le tengo pánico a las agujas.

—No podías ser invencible, algo tenía que asustarte.

—¿A ti que te asusta, Matteo?

—Las alturas.

—Razonable, yo tenía de eso, es fácil superarlo. Sólo tienes que volar mucho.

—El problema es que me da miedo eso.

—Haz puenting. Eso también funciona.

—Ni loco.

—Lo haré contigo, será divertido— propuse.

Pero no estaba muy segura, igual cortaban mi cuerda o volaban el puente o algo así.

—Podemos vencer nuestros miedos juntos.

—¿Qué propones?

—Haremos puenting.

—¿Y tu miedo a las agujas? Yo propongo un tatuaje— propuso el chico.

Un tatuaje era muy buena idea para vencer un miedo.

—Ve pensando en lo que quieres hacerte, yo me haré uno también.

Media hora después, Skyler volvió con los hombres.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora