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POV Skyler

Dos semanas pasaron demasiado rápido, ni siquiera me di cuenta.

Me bajé del auto apoyada en el hombro de Cameron, porque aunque mi operación hubiera sido hacía casi tres semanas, teníamos que volver a Italia.

Mi tío recibió una llamada a su teléfono y habló unos minutos y colgó.

—Se cancela el vuelo— dijo mi tío.

—¿Qué?

—El piloto acaba de tener un accidente de tráfico.

Nos quedaríamos en Estados Unidos unos cuantos días más hasta encontrar a alguien que pudiera llevarnos.

—¿No hay otros pilotos disponibles?— le pregunté. Era imposible que no hubiera nadie más que pudiera llevarnos.

—No, estas cosas se reservan con antelación. Y no hay pilotos de último momento ahora mismo. Llamaré a la compañía, entrad al auto.

Así que obedecimos y entramos de nuevo al Mercedes Benz negro. Fuera, mi tío hablaba con alguien al otro lado de su teléfono, probablemente con alguien de la aerolínea.

Al colgar, se sentó en el asiento del piloto y puso las manos en el volante.

—Tendremos que aplazar el viaje unos días más.

—¿No hay pilotos?

—Estamos en temporada de alta demanda y nuestro piloto de confianza está en el hospital. Tal vez Ruggero pueda venir de Italia hasta aquí para llevarnos. Pero esto nos retrasará una semana, así que volvemos a la mansión.

Arrancó el auto y salimos del aeropuerto para coger la autopista que salía de la ciudad.

Mi casa estaba situada en las afueras por seguridad, así que en caso de que algo sucediera, no sería tan fácil encontrarnos.

En realidad me puso de bajón la noticia de que no podríamos viajar todavía, porque Italia es mi hogar. Cuando estoy allí, siento que mi casa está allí y que mi corazón le pertenece a ese lugar. Cuando viajo, ni siquiera me emociono, siento como si nunca me hubiera ido.

Ahora era el móvil de Cameron el que sonaba. Al ver el número en la pantalla, contestó al instante.

—¿Jenn? ¿Todo bien?— habló durante un rato y colgó.

Por su cara, sentía que algo iba mal.

—¿Estás bien?

—La madre de mi amiga murió. Ella fue la que me acogió en su casa cuando me echaron— la chica no lloraba, pero hablaba en un tono triste, casi melancólico, como si estuviera recordando algo— Fue casi como mi madre y Jenn es como mi hermana.

—Deberías ir al funeral— dijo Giovanni mirando por el retrovisor.

—¿Debería?

—Sí, deberías. Es una muestra de gratitud ir al funeral.

—¿Puedo ir con ella?— pregunté yo.

—Acabas de salir de una operación complicada, Cielo. Tendrías que hablarlo con Russo y tu padre.

—Gio, no será tanto tiempo. ¿Verdad?— miré a Cameron y ella negó.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Where stories live. Discover now