*S E I S*

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*Maratón 3/5

Marzo.
No, pana. Ya yo estoy empezando a odiar ese mes.
Siempre que inicia marzo ocurren tragedias aquí en el país.
Ese mes se volvió más salado y paboso desde la muerte de Chávez.
¡Uy no! Sape e gato.
¡Diosito librame!
¡La sangre de Cristo tiene poder! 
No es meme, gente. Repito: No es meme.

Comenzó marzo y comenzaron de nuevo las restricciones en el país, más seguridad, menos salida, sin poder ir a trabajar y al final más encierro.

¡Dos semanas!
Dos largas semanas de cuarentena completamente estricta dio el Maduro ese, incluso en semana santa, o sea, de paso que no puedo ir a trabajar menos que menos podré salir de paseo.

Gabo y yo veníamos llegando del trabajo cuando nos enteramos de la noticia, él y yo habíamos empezado a trabajar en el mismo centro comercial hace ya dos meses y nos estaba yendo bien, él trabajaba en una tienda diferente pero siempre nos íbamos y nos veníamos juntos.

Llegué a mi casa y lo primero que me dijo mamá al entrar fue: 

—¡Volvieron las restricciones!

Y así fue como me enteré de todo.
Fui a bañarme y cambiarme, cuando estuve lista me fui a la sala con mi familia y estuvimos viendo la noticia, la verdad es que detestaba ver al presidente en televisión, era insufrible tener que oírlo pero si quería saber que cosas iba a decir sobre el covid tenía que calarmelo.
Gabo llegó media hora después, también se había cambiado y su expresión era de decepción.

—¡Ahora tendremos dos semanas de restricción! —me dijo abrazándome por la cintura. Asenti triste.

—¡Esto me volverá nuevamente loca!

—¿Más? —preguntó riendo.

—¡Estúpido! —gruñí y eso lo hizo reírse aún más.

—Hay algo de lo que quiero hablarte. —susurró en mi oído solo para que yo lo escuchara.

Arruge mi frente confundida y lo miré, él silenciosamente me dijo que teníamos que hablar en privado, por su mirada supe que era urgente.
Nos fuimos a la cocina para estar solos y que mi familia no escuchara nada.

—¿Qué sucedió? —pregunté apenas estuvimos solos.

Él se rascó la parte posterior de su cabeza, gesto que me hizo ponerme nerviosa.

—¿Recuerdas que hace poco te dije que mamá quería venir a visitarnos a mi abuela y a mí?

Asenti sin saber a donde iba con eso.
Hace semanas atrás él me había comentando que mi suegrita quería venir a pasar unos días con su madre y su hijo.
Desde el año pasado no veía a Gabo ya que él decidió mudarse a casa de su abuela, así que han pasado varios meses desde la última vez que se vieron.

—Bueno, mamá llegó hoy, esta en casa de la abuela.

Esa información me hizo sonreír.

—Eso es bueno, sapito. Tu querías ver a tu mamá. Es una buena noticia.

Me contente de que Gabo por fin pudiera estar con su mamá, pero él no compartió mi alegría.

Bendita Obsesión✔️Where stories live. Discover now