*Capítulo 8*

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1 Semana después

Una semana había pasado desde mi cita con Daniel, desde entonces las cosas entre los dos han ido cada vez mejor, nos hemos visto en el liceo, fuera de casa, hemos hablado por llamadas y mensajes, todo es como un sueño hasta ahora.

Nada en la vida puede ser bonito sin haber algo de intermedio que lo arruine todo, y justo hoy una semana después de mi cita comenzó lo más catastrófico que nos puede volver a suceder a un venezolano, porque si, hemos pasado tantas cosas que cuando algo más llega y se agrega a la lista puede resultar inesperado pero no tan sorprendente, la verdad es que creo que de tantas cosas que nos han pasado ya nada puede sorprendernos, y esto no fue la excepción. No lo esperábamos pero era de esperarse que sucediera.

Cuarentena radical para el país

Ahora todo si que se estaba descontrolando.

Una raya más pal grite.

Lo que nos faltaba.

Ahora con el covid-19 todo se literalmente paralizó.

Todo siempre tiene que ocurrir en el mes de marzo.

La muerte de papi Chiavez fue en marzo.

Si se preguntan porque le digo papi chiavez es porque lo digo de forma sarcástica o cómica, como quieran decirle.

Luego años después sucedió un apagón a nivel nacional que dure más de 72 horas, y fue nada más y nada menos que en el mes de marzo.

Ahora en marzo de 2020 nuestro país al igual que muchos otros países entro en cuarentena por el covid-19

Ahora solo me queda decir una cosa:

Gracias, chinos por mandarnos el covid, nunca mandan nada bueno pero igual gracias. *Inserte aquí el sarcasmo*

—Cuarentena, esto ya se veía venir— comentó el idiota de Gabriel entrando a la casa como si fuera suya.

Me quedé observando a mamá esperando que le dijera algo pero solo asintió y comenzó a hablar del tema.

O sea, aquí el Gabo entra como Pedro por su casa y nadie le dice nada. Hellouu, beibii, si saben que aunque el haya sido amigo de Ana en la infancia no le da el derecho de entrar a nuestra casa con toda la confianza ¿no?.

Es que estos jóvenes de hoy en día no respetan las casas ajenas y los padres del hogar tampoco dicen nada.

¡Ay por Dios, An! ¿Si te estas escuchando? Ahora piensas como la abuela Fidelina.

Me levanto del mueble y me voy dirección al cuarto, la verdad es que ya no quiero seguir escuchando el tema que si de la cuarentena, que si del covid, que si Maduro, que si Diosdado.

Me lanzo en mi cama y agarro el teléfono de la mesita de noche y comienzo a leer los whatsapp que me llegaron.

La mayoría son del grupo del liceo y del que tengo con mis dos mejores amigas. Todos hablando sobre lo mismo, la bendita cuarentena y como haremos con respecto a las clases. Que desgracia.

Leo el whatsapp de Daniel:

¡Princesa!, ¿viste las noticias? Supongo que si, esto definitivamente es la gota que derramo el vaso de agua.

¿En serio, Daniel? ¿Tu también? 

Le respondo para no dejarlo en visto.

Si, ahora todo se esta complicando cada vez más.

Deje el teléfono a un lado cuando escuché la puerta de mi habitación abrirse.

Ahí de pie estaba el ser más fastidioso y estresante de todos, la verdad es que no se que hacia en la puerta de mi habitación.

Bendita Obsesión✔️Where stories live. Discover now