*Capitulo 11* II Parte

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¡Ay, chamo!

Ni a Maduro le pasan tantas desgracias como a mí.

Es que solo a ti, Andrea María, de pana.

Solo a ti tus planes en vez de resultar eficaces terminan siendo todo lo contrario.

Cuando realices un plan verifica los pros y los contras, no solo los pros, chama porque luego te pasa lo que te esta pasando en este momento. Me regaño mentalmente.

Giro despacio en mi sitio hacía la voz de mis pesadillas, en este caso, hacía la voz que me descubrió y coloco la mejor sonrisa de niña buena que tengo aunque por dentro estoy rogándole a Diosito que hoy no sea mi día de muerte, no quiero morir tan joven y menos así.

—Gabo, Gabito de mi corazón— Eso, An. Si tienes que jalarle, jalale pero no puedes dejar que le cuente a tus padres.

—Andrea, Andreita de mi vida— el muy estúpido sonríe muy satisfecho porque me descubrió y sabe que si no hago algo estaré en problemas.

—¿Qué haces aquí?— intento hacer que una conversación que no sea hablar de la visita de Dani fluya entre nosotros.

—Pues tu mamá me había dejado a cargo de ti, Ana y Angie y como tus hermanas están con mi abuela decidí venir a ver que hacías y vaya sorpresa que me llevé.

Dani que estaba sentado en el mueble se levantó rápidamente y se puso a mi lado.

—¡Hola, soy Daniel!— dice estirando su mano. Gabo lo mira y la estrecha— No se si me recuerdas pero soy el novio de Andrea— no se si eran ideas mías o lo último lo dijo como queriendo dar a entender que yo ya era papa casada o ente caso, papa comprometida.

—Claro, que te recuerdo— responde Gabo aún sin soltar su mano— Yo soy Gabo, el niñero de Andrea.

Decir que mi cara se convirtió en una expresión de sorpresa es decir poco.

—A ver, dejemos claro que tu no eres mi niñero, solo eres el vecino molesto que es novio de mi hermana ¿ok?

Gabo y Dani dejaron de mirarse y pusieron atención en mi, ya sus manos se habían separado.

Gabo volvió a sonreír.
Estúpido, como odio esa sonrisa de suficiencia.

Ojalá y se la pudiera quitar con una cachetada a su cara con un ladrillo o con un sillazo en su cabeza, o mejor aún, podría usarlo como piñata y darle de palazos

Ok, An. Ya, relajate. Estas pensando de manera muy agresiva.

—Hay que dejar en claro tres cosas, mascotica— El sabe perfectamente que odio ese apodo, es más, odio todo de él— Número uno— dice recalcando con su dedo— Si soy tu niñero, tu mamá me dejó a cargo de ti por lo que eso me convierte en tu niñero. Número dos— vuelve a recalcar con sus dedos— No soy novio de tu hermana y número tres, aún no me has dicho que hace él aquí—
"Él"  lo dijo señalando a Dan que estaba a mi lado sin dejar de mirarme mientras lo decía.

¡Uy! Ahora si, ¡Tragame tierra y escupeme en Europa por favor!

Dale el descanso eterno a esta pobre alma inocente, padre.

¡Ayudaaa!
¡Auxilioo!
Help me!
¡Salvenme!
¡SOS!

¿Si sabes que nadie te va a escuchar si lo gritas en tu mente, Andrea?

Me doy una cachetada mental por gafa.

—Eh, ¿podemos hablar en otro momento?

—No, necesito saber que buena razón le diré a tu mamá del porqué metiste a este chico aquí sin el consentimiento de ella.

Bendita Obsesión✔️Where stories live. Discover now