*Capítulo 15*

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—¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti! ¡Cumpleaños Angie. Cumpleaños Feliz! ¡Ehhh!

Gritamos y aplaudimos como típica familia venezolana que para todo arma un escandalo.

—¡Pide un deseo!— le grita papá cuando ella se acerca a la torta, cierra los ojos y sopla la vela con el número nueve.

Así es, amigos. Mi hermanita acaba de cumplir nueve años. Como crecen estos mocosos de hoy en día. Angie casi que es de mi tamaño y tan solo tiene nueve, cabe aclarar que esa emulsión de scott que me dieron de pequeña no me hizo crecer nada, más bien me encogió, ni el Wampole tampoco, esos remedios no me funcionaron, como que ya estaban vencidos cuando me los tomaba.

—Dale un mordisco a la torta.

—¿Tas como loca, Andrea? ¿Para que vengan tu y Ana a llenarme toda de crema? No, gracias. No hay agua para bañarme.

Definitivamente esta niña es demasiado pila.

—Muerde la torta, miedosa —la reta Ana.

—Que no.

—¡Miedosa! ¡Miedosa! ¡Miedosa! —comenzamos a decirle Ana y yo y vemos los resultados de nuestros gritos porque poco a poco da su brazo a torcer.

—¡Esta bien! Pero ni se les ocurra llenarme de crema. —nos señala a Ana y a mi en forma de advertencia.

Le hago una Seña a Ana cuando Angie se acerca a su torta y yo enciendo la cámara y me pongo a grabar el momento.

Angie se acerca poco a poco a su torta y justo cuando le da el mordisco Ana empuja un poco su cabeza haciendo que toda su cara se llena de crema, mientras yo grabo todo en vídeo.

—¡Ana! —grita Angie— Me llenaste el cabello —se queja.

—¡Ay, Angie! Pareces una adulta en vez de una niña, siempre quejándote por todo.

—Bueno, eres mi hermana mayor. Todo lo que tu haces yo lo imito.

—Berro, Ana. No me la calo, te dijeron en pocas palabras “vieja” —comienzo a reírme y Angie se me une.

—Ustedes dos son un caso perdido. —dice Ana señalándonos.

Me encojo de hombros sonriendo y me dirijo a Angie.

—Vente, Angie. Una foto.

Angie se acerca y saco una selfie de las dos, ella aún sigue con su cara llena de crema.

—¡Foto Familiar! —grito captando la atención de todos— ¿Podrías tomar la foto? —le pregunto a Gabo cuando me pongo a su lado.

Él asiente y me quita el teléfono de las manos para tomar la foto.

Me coloco detrás de la mesa de la torta, al lado de mamá y sonreímos todos para la foto.

—Bueno, vayan a sentarse y dejenme picar la torta. —dice mamá corriendonos del comedor.

Nos sentamos en los muebles. Angie, Ana y Gabo en el mueble grande y yo en en uno de los pequeños.

Mamá y papá se quedan sirviendo la torta y el jugo.

Los únicos invitados que están en mi casa, sin obviamente contar a mi familia son, Gabo, una niña vecina de apartamento y amiga de Angie y su hermanito.

Solo nosotros porque seguimos en cuarentena mi gente. Y mientras menos gente mejor porque el pedazo de torta es más grande.

Mamá sirve los pedazos de torta en orden, primero a Angie por ser la cumpleañera, luego a sus dos amiguitos y luego nosotros los jóvenes, y con jóvenes me refiero a Ana, Gabo y yo, mi papá nos sirve el jugo, que por cierto también es fructus por si se lo preguntaban.

Bendita Obsesión✔️Where stories live. Discover now