*E P Í L O G O*

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Diciembre 2021

*Gabo*

Esta era nuestra segunda navidad juntos, como pareja y lo mejor de todo era que ambas familias estaban completas.

Mamá y Gaby decidieron pasar este diciembre con mi abuela, conmigo y con la familia Mendoza, mi gran familia adoptiva, donde conocí a las mejores personas y donde tengo al amor de mi vida.

Las cosas con An no han sido fáciles, pero tampoco difíciles, ha sido un intermedio de ambos. Han sido momentos de risas, locuras, enojos, llantos, peleas pero sobre todo de amor, mucho amor.

Si un año atrás me hubiesen dicho que al llegar a Caracas encontraría el verdadero amor con la chica de la que siempre estuve enamorado, y pasaríamos dos navidades juntos donde una de ellas estaría mi familia, le diría que dejara las drogas que eso no le lleva por buen camino mientras le daba un lepe por inventor.
Pero así sucedió y no me arrepiento de nada, bueno, de algo si.
Algo de lo que siempre me arrepentiré es de haberme comportado con un idiota con An meses atrás, ver su expresión de dolor y saber que poco a poco se alejaba de mi me produjo una sensación de perdida que no se fue hasta que ella volvió a mi.

Ella es mi alegría y mi luz.
Es mi ranita.
Mi mascotica.
Mi novia.
Pero también es mi felicidad.

Nunca imaginé que esa chica que me abrió la puerta aquella vez, con su peinado desordenado y su pijama de estar en casa revolveria todos esos sentimientos de felicidad en mi interior, pero así lo hizo.

Conocí a An cuando eramos unos niños, para ese entonces no sabía el significado de mis sentimientos ni cuan profundos eran. Me tomó años comprenderlos, y lo supe con exactitud justo el primer día que la vi luego de haber venido después de tanto tiempo a este lugar.

Ella se volvió en lo más importante para mi, y no la dejaré ir.

-¡Faltan diez minutos! -chilló Angie mirando la hora en el reloj.- ¡Por fin se va a acabar este año! -Si, ella es única.

-¡Por un 2022 sin Maduro! -grita Ana- Ahorita por estar diciendo eso me quedo sin bonos. -todos reímos por sus ocurrencias- Pero que tanto, ni que con ellos me hiciera rica. -se encoje de hombros y Axel pasa uno de sus brazos por su cintura atrayéndola a su cuerpo.

Él y yo nos volvimos buenos amigos, los más inseparables se podría decir, y cada vez que veo sus gestos de amor hacía Ana es como ver un reflejo del mío pero con An.
¿Quién lo diría? Estas chicas Mendoza como que nos hicieron un amarre a los dos porque siempre que estamos con ellas cargamos una cara de gafos enamorados.

¡El amarre de las chicas Mendoza!

-¿En qué tanto piensas? -la voz de An penetró mis oídos. Su dulce voz me volvía loco, bueno, todo de ella en general.

-En que clase de amarre me hiciste para volverme tan cursi y romántico.

Ella sonrió, otra cosa que amaba de ella. Su sonrisa.

-Ya quisieras. Tas claro que yo solita con mis encantos te amarré, no necesité de nada más.

-¿Tus encantos? -pregunté- ¿Cuáles? -eso la hizo enojar. Y me encantaba cada vez que se enojaba y sacaba sus garras.

-¡Estúpido! -rugió. Siempre decía esa palabra cuando estaba indignada.

-Así me amas.

-Creído.

-Así me quieres.

-Egocéntrico.

-Así te enamoré.

Bendita Obsesión✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora