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Narrador omnisciente:
Becca se despertó y bajó tranquilamente al comedor donde no había mucha gente.

Desde lo del payaso, muchas personas se han reído de ella y la molestan con ello así que la chica solo se centraba en sus estudios y en nadie más.

Recibió una carta de sus padres, y sonrió al ver que no estaba sola. Como los extrañaba, pensó.

Ese día era el primero que los de tercero podían salir del castillo con autorización de sus padres a Hogsmeade. Decidió ir sola, pues nadie querría acompañarla.

Cuando la chica iba saliendo del gran comedor, un payaso apareció de detrás de una columna asustando a la chica.

La persona vestida de payaso se empezó a reír junto a sus amigos que salían de detrás de la columna.
-La sangre sucia está asustada?- preguntó Draco sarcásticamente.

El trío de oro que pasaba por ahí vio a Becca delante de todos los Slytherin, sin embargo bajaron la cabeza y siguieron con su camino.

La chica intentó pasar sin responderles pero Crabbe y Goyle se lo impidieron a lo que ella rodó los ojos.
-Dais pena, todos vosotros.- dijo la chica para apartarlos de golpe y seguir con su camino.

De camino allí la chica solo observaba el camino y el paisaje. Era invierno, y todo estaba nevado.

Sonrió al recordar cuando ella y sus padres jugaban con la nieve cuando era más pequeña.

Caminó hasta llegar a una casa abandonada, le daba mucha curiosidad. Quién había vivido ahí antes?

Vio que no habían puertas y las ventanas estaban tapadas...que raro pensó.

Se acercó más para admirarla y inspeccionarla. Ella no sabía que estaba delante de la famosa casa de los gritos.

Cuando estaba lo suficiente cerca notó como alguien la empujaba haciendo que se cayera al suelo.
-Cual es tu maldito problema!?- le dijo Becca desde el suelo.

Draco reía junto Crabbe y Goyle, en eso, Ron y Hermione aparecieron y vieron la escena.
-Aléjate de ella Malfoy!- le dijo el pelirrojo.

-Oh, que hacéis aquí? Pensáis comprarla?- dijo Draco refiriéndose a la casa.- No es muy grande para ti?- miró al pelirrojo.- Tu familia no duerme en una habitación?

-Cállate.- dijo Ron un poco avergonzado.

Becca lo miraba y notó como el chico pasaba su vista a la suya.
-Eso no es muy amigable, chicos, creo que tenemos que enseñarle a Weasley a respetar a sus superiores.- siguió diciendo el platinado.

-Debe ser una broma.- habló Hermione.
-Y quien te ha llamado a ti, sangre sucia inmunda.- soltó Draco.

Fue cuando una bola de nieve fue lanzada a la cara del platinado que miró a Becca enfadado.

-Como te atreves!?- dijo, entonces, otra bola de nieve le llegó a la cara pero esta había sido lanzada por otra persona.- Quién ha sido!?

A Crabbe se le bajaron los pantalones mientras que a Goyle lo empujaron al suelo.
-SUÉLTAME!- gritó Draco al ser arrastrado. Lo impresionante era que no había nadie tirando de él.

Las tres serpientes se marcharon corriendo dejando a Hermione, Ron, Becca y...
-Harry! No ha sido gracioso!- dijo la castaña riendo a l o que el azabache salió de debajo de su capa invisible.

Ron se acercó a Becca que seguía en el suelo y le extendió la mano para ayudarla. No calculó la fuerza y tiró muy fuerte de ella, haciendo que se chocaran y quedaran cerca del otro.

Inmediatamente se separaron sonrojados mirando a otro lado. Hermione miró a Harry quién también la estaba mirando.
-Lo siento.- se disculpó el pelirrojo.

-No es nada.- respondió la chica mirando al suelo.

Los cuatro chicos volvieron al castillo, pero cuando quisieron entrar en su sala común no pudieron.
-Que está pasando?- preguntó Becca a lo que Ginny la miró.
-La señora gorda no está!- dijo arrastrando a la chica para que pudiera ver.

-Dejen paso!- pidió Dumbledore.

El director, que iba junto con Flich analizaron la situación.
-Diles a todos los cuadros que la busquen.- pidió refiriéndose a todos los cuadros que se movían.

-Señor, no hará falta. La señora gorda está ahí.- respondió este señalando un cuadro más arriba.

Ginny fue la más lista y tomó la mano de Becca para empezar a correr en dirección donde se encontraba la señora seguido de todos los Gryffindors.

-Que ha pasado?- preguntó Becca a lo que la señora gorda la miró.
-UNA DESGRACIA! ÉL ESTÁ AQUÍ! SIRIUS BLACK ESTÁ EN EL CASTILLO!

-Avisa a todos los alumnos ahora, hay que cerrar la entrada. Rápido.- dijo el director.

Ahora todos se encontraban en el gran comedor donde ahora no habían mesas sino sacos de dormir.

Becca iba a ir junto con Ginny pero alguien la paró.
-Puedo ayudarte?- le dijo al chico que tenía enfrente.

-Andrew Kirke, cuarto año.- dijo con una sonrisa.- Becca?- la chica asintió.- Un gusto hablar contigo al fin.

La chica iba a contestar pero un pelirrojo la tomó de la muñeca y la arrastró con él.
-Pero qué haces!?- dijo la chica un tanto confundida.

Ron, quién no tenía ni idea de porqué había hecho eso, la miró y empezó a ponerse nervioso.
-No quedarán sitios.- dijo, entonces miró su mano que aún tenía tomada la muñeca de la chica.

-No quedarán sitios? Y que más te da?- dijo la chica un tanto molesta.
-Oh, perdón por querer preocuparme por ti.- dijo ahora Ron cruzándose de brazos.

-Nunca lo has hecho!- respondió la chica.

Iban a seguir peleando pero pasó Percy diciendo que todos debían dormir.

Los chicos no tuvieron más remedio que quedarse cada uno en unos de los sacos que habían por ahí. Uno al lado del otro.
-Sabes que te odio?- le dijo la chica dándose la vuelta para no verlo.

-Ah si? Bien, entonces yo te odio el doble!- respondió el pelirrojo en susurro.- Espero que tengas pesadillas por la noche.

-Quieres decir que sueñe contigo? No gracias.- respondió la chica dejando a Ron confuso.

Después de dos minutos aproximadamente entendió lo que quería decir a lo que rodó los ojos para dormirse finalmente.

my problem (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora