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Narrador omnisciente:
Decir y prometer está muy bien, de hecho esta genial admitir que eres el problema o simplemente te has equivocado.

La cuestión es intentar arreglar el asunto, por muy pequeño que fuera. Si no, cada día iría agrandándose hasta que llegaría un momento en que explotaría.

Eso Ron no lo tuvo en cuenta cuando se pasó todo el trayecto a Hogwarts a solas con Lavender en un vagón.

Que locura, cierto? Parecía se que nada de lo que le había aconsejado su madre hacía efecto.

De primeras, el pelirrojo intentó decirle a la chica que no quería continuar con el ridículo plan. Por qué la única palabra para describirlo era esa. Ridículo.

Fue cuando Lavender no le importó mucho lo que le decía este pues empezó a coquetearle y fue el mismo pelirrojo quién sugirió la idea de ir a un lugar más privado.

Al escuchar eso, Hermione miró a Harry quién miraba a su amigo algo confuso y molesto. No se suponía que le gustaba Becca?
-Patético.- dijo la castaña para salir e irse a otro sitio.

-Entonces, que quieres hacer?- preguntó la chica a lo que Ron sonrió.
-Creo que la idea de ponerla celosa no funcionará...agradezco que quieras ayudarme pero es mejor dejarlo.- dijo intentando marcharse.

Lavender se puso delante de él algo nerviosa.
-No! No puedes!- gritó a lo que el pelirrojo frunció el ceño.- No puedes por que tengo una idea mejor.

-No lo tengo muy claro...- empezó a decir pero la chica insistió tomándolo de la mano y sentándole de golpe.
-Créeme que conozco a Becca, por algo somos compañeras.- dijo con una sonrisa.

Ron suspiró para escuchar el plan de Lavender. Podría funcionar?
-Gracias.- dijo el pelirrojo.- Por ayudarme, es muy amable de tu parte.

Lavender esbozó una sonrisa de lo más falsa.
-Lo que sea para un amigo...- dijo a lo que Ron sonrió.

Pobre, no sabía lo que le esperaba...

Becca por otro lado solo estaba feliz.

Estaba feliz de estar en el tren de vuelta a Hogwarts, finalmente convenció a sus padres y dejaron que fuera con la condición de que tuviera cuidado y les enviara una carta todas las semanas.

Cuando llegaron a su destino, la chica entró al gran comedor donde ya estaban empezando a sentarse todos para escuchar el mismo discurso de Dumbledore como cada año.

-Becca!- dijo Ginny llamándola.- No te había visto...que tal el verano?- preguntó mientras se sentaban.

Como era de costumbre, Hermione quien no quería hablar con el pelirrojo vio a las chicas y se sentó con ellas.
-Que me he perdido?- preguntó a lo que Becca les contó en resumen como había estado su verano.

Cuando la pelirroja iba a contestar, Ron y Lavender entraron hablando al comedor. No podía creérselo. En ese instante, podría pegarle sin ningún pudor.

-Becca, será mejor que no mires...- dijo pero era demasiado tarde. La chica se giró y vio esa escena.

Hermione y Ginny se miraron y no sabían cómo reaccionaría la chica. Esperaron a que ella dijera algo, no querían meter la pata.

Por otro lado, Ron pasó su vista como de costumbre a la chica. De nuevo un cruce de miradas.

El pelirrojo se moría de ganas de hablar con ella y de demostrarle que en verdad le importaba, sin embargo Becca solo apartó la vista y miró a sus amigas.

-No os parece raro que Harry no haya llegado?- dijo Becca a lo que la pelirroja miró la entrada.

Hermione frunció el ceño, era verdad, donde se había metido?

De repente, Draco entró al gran comedor solo. Se dirigió a la mesa Slytherin y con sigilo se sentó dejando su cabeza apoyada en su brazo.
-Que han hecho con Draco Malfoy?- preguntó Becca algo extrañada pues estaba claro que el platinado no era el mismo arrogante de siempre.

-Esta lleno de sangre...por qué siempre está lleno de sangre?- preguntó Ginny ignorando a la chica y mirando la puerta donde Harry entraba.

Cuando el azabache se sentó al lado de la pelirroja pasó su mirada a Draco quién estaba hundido en sus pensamientos.

Hermione y Becca se miraron sin embargo no dijeron nada.

-Me enorgullece anunciar que un nuevo curso escolar ha empezado, antes de nada, me gustaría presentar al nuevo profesor de pociones, Horace Slughorn!- dijo el director presentando al nuevo profesor.

Becca solo miraba de reojo a Ron, quién hablaba en susurro con Lavender.

Mentiría si digería que no se moría de celos, mentiría si dijera que no le dolía al darse cuenta de que solo había jugado con ella.

Como había sido tan...ingenua de pensar que Ron Weasley estaría enamorado de ella?

Cerró los ojos para no empezar a llorar en ese instante, pensaba que no le importaría tanto, al fin y al cabo, solo es un chico...

Ella no lloraba por simplezas o tonterías. Era ridículo.

Decidió mirarlos una última vez para comprobar que lo que estaba viendo no era cierto. Lavender le acariciaba la mano mientras este reía.

-Genial.- dijo para si misma.

Una vez acabó el banquete de bienvenida un nuevo curso. La chica se levantó inmediatamente sin esperar a nadie y fue directa a su cuarto.

Harry quién había visto ese gesto, se dirigió con Ron.
-Te encuentras bien?- preguntó el pelirrojo entonces el azabache parpadeó unas cuantas veces para acabar de entender a su mejor amigo.

-Tú...eres el mismo que me dijiste que le gustaba Becca? Eres el mismo Ron?- preguntó a lo que el pelirrojo frunció el ceño.

-Que quieres decir con eso? Lavender me está ayudando, tiene un plan brillante y me ayudará a que Becca vuelva a confiar en mi.- dijo muy seguro.- Es una gran amiga, cierto?

Harry miró a la "supuesta amiga" quien miraba a Ron con ojos de cachorro enamorado.
-Ya...claro, solo una gran amiga.- dijo para irse a su cuarto seguido de este.

Cuando Hermione entró a la habitación, solo escuchó un sollozo proveniente de la cama de Becca.
-Te encuentras bien? Que ha pasado?- preguntó con algo de preocupación a lo que la chica la miró secándose las pocas lágrimas que le caían.

-Solo...extraño a mis padres, pero estoy bien.- dijo tranquilamente.- Enserio, no tienes que preocuparte por mi.

La castaña sabía que no era por sus padres, sin embargo no dijo nada.

En ese instante, entró Lavender junto con Parvati riendo y hablando. Al ver a Becca en su cama la primera sonrió.
-No puede ser...estabas llorando?- preguntó con la mayor inocencia.- Por qué tan triste?

-Por qué tan pesada?- respondió para darse la vuelta, taparse con la sabana y cerrar los ojos para intentar conciliar el sueño.

Hermione evitó reírse y no dijo nada más para imitar a Becca.

Sería un año de los más interesante...

my problem (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora