my problem (Ron Weasley)

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Narrador omnisciente:
Molly entró de golpe a la habitación donde se encontraba la chica.

Detrás de ella, se asomaban Fred y George preocupados por el estado de esta.

Cuando los tres pelirrojos vieron a la chica dormir tranquilamente, suspiraron de alivio, y se pudo escuchar perfectamente un "aww" de parte de Fred quien miraba a la chica con ternura al igual que su gemelo.

-Callaros, la vais a despertar.- dijo Molly en un susurro.
-Quién es la que se había preocupado por no escuchar nada?- dijo George mirando a su madre.

-Que queríais que pensara? No sabía si estaba dormida o necesitaba ayuda...- respondió la señora a lo que Becca se despertó por completo.

Al ver a todos en la habitación no pudo resistirse.
-Tengo algo en la cara?- preguntó con la voz algo débil aunque sonriendo un poco lo que todos abrieron los ojos.

Molly sonrió intentando no soltar lágrimas mientras que Fred y George rieron mientras se sentaban en la cama.
-Puedes hablar...reconozco que me gustaba la Becca muda.- soltó Fred a lo que Becca le pegó con un cojín.- Oye...era una broma.

-Admite, que no podrás impedir que hagamos bromas sobre esto...- dijo George riendo.
-Por qué no hablamos de tus orejas?- dijo la chica con la ceja levantada.- Es verdad, te falta una.

Ahora, Fred era el que reía a carcajadas mientras George miraba ofendido pero de manera divertida a la chica que intentaba no forzar la sonrisa.
-Rectifico, me encanta que hables.- siguió diciendo el gemelo mayor.

Becca sin embargo, miró sus manos.
-Aunque parezca un monstruo...al menos puedo hablar.- dijo algo triste.

-Monstruo? Por qué?- preguntó Molly quién no se había ido.
-Las cicatrices...- empezó a decir la chica pero fue cuando George le extendió un espejo pequeño.

La chica se miró y vio que ahora, en vez de las cicatrices rojas, habían unas marcas más bien blancas...se estaban curando...
-Esta funcionando...- dijo la chica mirando a Molly quién sonreía.

-En unos días, esas mejillas estarán como nuevas.- dijo la señora pelirroja dándole un beso en la frente.- Ire a preparar el desayuno.- dijo para irse.

-Si, ya podrás besuquearte con nuestro hermano.- le recordó Fred a lo que Becca todo los ojos algo sonrojada.- Sinceramente, que le ves?

-Como puedes preguntar eso? Es nuestro hermano.- le dijo George, entonces miró de nuevo a la chica.- Pero si quieres contarnos... no te detendremos.

-No lo sé.- respondió la chica con simpleza.
-No lo sabes?- preguntaron a la vez a lo que la chica se encogió de hombros.

-Supongo que me gusta y punto.- dijo a lo que los gemelos se miraron entre sí.

-George, pero mira que tenemos aquí.- dijo Fred riendo.
-Tenemos a una total enamorada delante nuestro!- siguió George a lo que Becca sonrió débilmente.

-Supongo que si.- respondió.- Pero no se lo digáis a Ron. Se reiría de mi...

Una vez todos se encontraban desayunando, Becca finalmente, pudo vestirse, obviamente tardando lo suyo pero se sentía como nueva.

Se miró al espejo y pasó su mano por las cicatrices casi inexistentes. Suspiró y una sonrisa débil pero satisfactoria apareció en su rostro.

Miró el papel del cual se había pasado escribiendo durante la mayor parte de la noche.

Frunció el ceño mientras se acercaba a él y decidió guardárselo. Por si acaso.

Es día seguía sin novedades y en ese instante, Becca se encontraba ayudando a Molly a preparar la cena.

-Puedes descansar, no te conviene estar mucho de pie.- le pidió amablemente la señora a lo que la chica dudó.
-Segura? No quiero parecer una carga...- dijo la chica a lo que Molly frunció el ceño.

-Becca, ve a descansar mientras yo acabo la cena, no eres una molestia y nunca, nunca, serás una carga en esta familia, ahora a descansar.- le dijo bien firme.

Becca no rechistó más y fue justo al sofá que había en el salón. Mientras se encontraba allí, empezó a pensar en sus padres...

Acaso se habrán preocupado por ella? No tuvo tiempo de razonarlo mejor cuando llegaron los gemelos, juntos con su padre de trabajar.
-Como estás?- preguntó George mirando a la chica.

A Becca no le dio tiempo de contestar pues de repente, una nutria apareció en medio del salón.

-Hermione?- dijo la chica al ver su patronus.

-Os necesitamos inmediatamente en Hogwarts, necesitamos a la orden completa. Debéis entrar por los pasadizos, Fred y George os guiarán.- dijo el humo en forma de animal para desaparecer.

Todos se quedaron en silencio unos segundos antes de que Arthur reaccionara y fuera a avisar a Bill y Fleur, seguido del resto de la orden.

-Iremos a Hogwarts?- preguntó Fred emocionado.- Y quien se quedará con Becca?
-Que te hace pensar que me quedaré aquí?- le dijo con el ceño fruncido.- Yo voy con vosotros.

-Si Freddie, no ves que se muere de ganas de volver a ver a su pelirrojo favorito?- le dijo George con una sonrisa a lo que la chica rodó los ojos.

-Estás segura? Te ves capaz?- preguntó Molly con algo de preocupación.
-Como nunca antes.- respondió la chica con seguridad.

-Bien pues, veámonos.- dijo finalmente Arthur avisándolos de que salieran.

Mientras, en Hogwarts, concretamente en el corredor del séptimo piso, se encontraban Ron y Hermione esperando a que la orden llegara para tener los mayores refuerzos posibles.

-Nervioso?- preguntó la castaña mirando al pelirrojo.- Que le dirás cuando la veas?

-Becca no vendrá, conociendo a mi madre no dejará que venga a una misión suicida.- dijo muy seguro de sus palabras.- Espero que no la hayan dejado venir...

Hermione rodó los ojos para volver a mirar por el pasadizo secreto por donde la orden debería entrar.

Tenían que darse prisa si querían que el plan funcionase.