42

12.3K 1.2K 177
                                    

Narrador omnisciente:
Finalmente el grupo conspiratorial contra Umbridge, llamado ejército de Dumbledore, estaba siendo un éxito.

Todos iban contentos para aprender nuevas cosas que Harry les enseñaba cada cierto tiempo pues entrenaban de noche para no ser vistos.

Donde? Neville se encargó de eso. Una día caminando por los pasillos se encontró con la sala de los menesteres, y desde ese momento la usan como sitio para practicar.

Aunque debían tener cuidado, pues Umbridge, había formado un grupo inquisitorial para descubrirlos sólo con la excusa de dar puntos extra para los TIMOS donde los integrantes eran Draco entre otros.

Ahora, todos se encontraban en la respectiva sala donde Harry les estaba explicando el siguiente hechizo. Cómo crear su patronus.

Todos los intentaban pero la mayoría fracasaba. Tenían que pensar en un recuerdo feliz pero por muy simple que pareciera tenías que dar con ese recuerdo.

Becca se encontraba en una esquina de la sala intentando conjurar el suyo.

-Muy bien!- dijo Ginny al ver el patronus de Luna.- Mira el mío!- dijo enseñando un bonito caballo.

Ahora todos lo empezaban a conseguir, hasta Neville quién contento miraba el suyo.

Pero por qué Ron y Becca eran de los pocos que faltaban para conseguirlo? Simple, el pelirrojo ni siquiera lo estaba intentando.

Solo observaba a Becca hasta que George y Fred le dieron un empujón hacia la chica.

Ella ni siquiera lo miró y seguía intentando. Hasta que se cansó y bufó.
-Esto es inútil.- dijo sentándose en el suelo para tirar su varita lejos.

-Oye, no hagas eso.- le dijo Ron recogiendo su varita y sentándose a su lado.- Si te sirve... yo tampoco he conjurado el mío.- le dijo con una sonrisa sincera.

Becca soltó una carcajada y fue cuando pasó su vista al pelirrojo que ya la estaba mirando con ternura.
-Gracias, eso me anima.- dijo con sarcasmo.

Ron no dijo nada y se levantó, entonces le extendió la mano.
-Vamos, yo te ayudo.- dijo a lo que la chica levantó la ceja y aceptó la mano.

-No se como vas a ayudarme, aunque puedes intentarlo.- dijo mirando al suelo.
-En que has pensado primero?- le dijo el chico a lo que ella sonrió.

-En mis padres, es obvio.- le dijo a lo que el pelirrojo sonrió.- Por qué me miras así?
-Como?- respondió aun aguantando su mirada.

-Así.- dijo la chica con una sonrisa.- Puedes parar?- le pidió a lo que Ron rodó los ojos.
-Te pongo nerviosa?- preguntó a lo que la chica le empujó divertidamente.

-No te creas la gran cosa.- dijo restándole la importancia.

Fue cuando se dio cuenta de que... a lo mejor, podría cambiar de persona y probar con otro recuerdo.
-Me das mi varita?- preguntó a lo que el pelirrojo se la extendió.

-Ya tienes el recuerdo?- Becca asintió y suspiró antes de pronunciar "expecto patronum".

De su varita salió una luz azul que fue tomando la forma de una enorme águila.
-Wow.- dijo Ron quien miraba el animal asombrado.

-Es bonito no crees?- preguntó la chica con una sonrisa.

-Claro.- respondió mirándola.- Claro que lo es...y, en que has pensado?- preguntó a lo que la chica no dijo nada.- Becca?
-Si?- preguntó algo avergonzada intentando cambiar de tema.

Ron se acercó a ella pero en ese instante se escucharon golpes en la puerta llamando la atención de todos.

La pared finalmente se rompió. Literalmente, dejando ver a Umbridge y la brigada inquisitorial detrás de ella.
-Atrápenlos, a todos.- exigió la profesora.

Inconscientemente, el pelirrojo tomó la mano de la chica que aún estaba quieta, pero fue cuando los integrantes de la brigada los atraparon.

Ahora se encontraban camino hacia el gran comedor donde se encontraron con sillas y escritorios individuales.

Estuvieron aproximadamente una hora escribiendo con plumas especiales. Plumas que te marcaban a la piel todo lo que escribías.

Al salir, todos se dirigían hacia su dormitorio, tenían la mano dolorida y estaban cansados.

-Que haces?- le empezó a decir Becca al notar que Ron la había apartado de los demás.
-Te duele?- preguntó algo preocupado a lo que la chica lo miró.

-Eres muy adorable cuando quieres Ronald Weasley.- dijo con una sonrisa.- Pero si, estoy bien.
-Primero, no me llames Ronald, segundo, enserio crees que soy adorable?- preguntó a lo que los dos rieron.

Y en un momento, los dos estaban solos de nuevo.
-Deberíamos volver no crees?- preguntó la chica con algo de nerviosismo.
-Entonces, no me dirás en qué has pensado?- le preguntó el pelirrojo con una sonrisa.

-Por qué tanto interés?- dijo la chica esta vez.- Acaso crees que eres tú?

Ron rodó los ojos y se cruzó de brazos.
-Lo soy?- preguntó a lo que Becca casi se atraganta con su propia saliva. Claro que era él, pensó.

-Puede que lo seas...o puede que no, quién sabe.- dijo encogiéndose de hombros.

Ron iba a contestar pero Becca fue más rápida y le dio un beso en la mejilla.
-Gracias por ayudarme, te debo una.- dijo guiñándole el ojo y marchándose.

El pelirrojo vio como desapareció entre los pasillos, entonces caminó hacia atrás hasta chocar con la pared y suspiró.

Se llevó la mano donde la chica había dejado el beso y sonrió como bobo para volver a su sala común.

Ya no le importaba el dolor que le producía la mano del castigo de Umbridge, ahora solo dormiría pensando en la chica que lo traía loco.

my problem (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora