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Narrador omnisciente:
Tiempo, tiempo, tiempo era lo que necesitaban todos. Lo que querrían tener muchos y pocos conservaban.

En cada rincón donde mirabas habían cuerpos,
ya fueran de mortífagos o compañeros de curso. La mayoría adolescentes.

Becca caminaba, a paso nervioso mientras intentaba no ser interceptada por nadie, mientras intentaba recordar o averiguar donde podría estar Ron.

Se intentaba decir a sí misma que no era ninguno de los cuerpos, no era ninguno de esas pobres personas que habían perdido la vida.

En ese instante, se acordó de sus padres...oh sus padres, que dirían si la vieran en medio de una batalla.
-Bombarda!- gritó alguien, entonces las paredes de Hogwarts empezaron a derrumbarse llevándose a todo quien estuviera debajo.

-Socorro! Ayuda! Por favor!- gritaban y no paraban de gritar, era un completo caos.

Becca miró a las personas heridas y empezó a ayudarlas a las que podía, quitándoles todos los escombros y montones de desechos posibles.
-Becca!? Becca ayúdame!- gritaba nada más que Percy.

La chica frunció el ceño para ver al pelirrojo intentar quitar montones de rocas y lo que era antes pared a alguien.

Se acercó corriendo y pegó un grito ahogado al ver a Fred.
-No, Fred te voy a matar si no sales de esta!- decía la chica ayudándole a salir.- Vamos, con más fuerza!

Percy quién no podía dejar de llorar acabó de quitarle los últimos escombros para abrazar a su hermano pequeño quien le correspondió débilmente.

-Pensaba que te perdía...- empezó a decir la chica una vez se separaron, a lo que Fred sonrió.
-Lo sé, no podrías vivir sin mi.- empezó a decir pero notó como a chica lo abrazaba casi tan fuerte como si se fuera a ir para siempre.

La guerra seguía su curso, hasta que pasó algo imprevisto. Lord Voldemort llamó a todos sus aliados para que se retiraran, todos y cada uno de ellos.

-Vamos.- le dijo el gemelo para ir al comedor con todos los demás.

Cuando entraron, rápidamente fueron donde lloraban, lloraban por Remus y Tonks. Ambos habían muerto.

-Ron! Espera!- se escuchó una voz desde la entrada del comedor. Era Hermione.

El pelirrojo no le hizo caso y dirigió su mirada a Becca quién lloraba junto con Ginny. Rápidamente empezó a correr hacia ella hasta llegar y abrazarla.

-No vuelvas a irte, entendido?- preguntó el chico dándole un beso en la frente y comprobando que no tuviera ninguna herida.

La chica sonrió para abrazarlo.
-No me iré, lo prometo.- le dijo entre sus brazos.

Lo que nadie sabía y solo la castaña lloraba era que Harry se había marchado. Harry había ido a entregarse al mago oscuro que lo esperaba en el bosque prohibido.

Estaba cansado de luchar, estaba cansado de que más compañeros, familia y amigos murieran por él. No era justo.

En el comedor, la mayoría de personas pensaban que todo había acabado, los mortífagos se habían retirado y eso significaba que Hogwarts había ganado...

Mentira.

Al escuchar una grande explosión, todos fueron a ver que había sido tal cosa. Al salir de lo que quedaba del castillo, se llevaron la mayor decepción.

-Harry Potter está muerto! Ahora es cuando os unís a mi, y me obedecéis, o sino moriréis!- gritó Lord Voldemort.- Vamos jóvenes!

Ron tomó la mano de la chica y notó como temblaba. No quería que estuvieran en esta situación, pero no podían evitarlo.

-Bien hecho joven Draco!- dijo cuando vio que el platinado se unía a sus tropas por obligación de sus padres.- Alguno más?

Nadie hacía ni decía nada. Nadie hasta que Neville dio un paso al frente junto con el sombrero seleccionador en la mano.

-Me gustaría decir unas palabras.- dijo a lo que todos los mortífagos se empezaron a reír.- Hoy hemos perdido a muchos amigos, compañeros, familia...pero no han muerto en vano. Harry Potter no ha muerto en vano, en cambio tu si lo harás.- dijo mirando al mago oscuro.

Y de un momento a otro, sacó la espada de Gryffindor, con intención de atacarlo, pero la serpiente acompañante, Nagini se interpuso.

En ese instante, Harry quién se encontraba en los brazos del semi gigante, se soltó y se escondió detrás de las columnas que aún seguían en pie.
-Harry está...- dijo Ron.

-Está vivo!- gritó Becca, entonces los seguidores miraron a Voldemort quién se encontraba demasiado enfadado.

-Matarlos, matarlos a todos!- gritó mientras iba detrás del azabache dándoles el visto bueno.

Parecía que todo volvía a ser igual, todos volvían a estar metidos en la segunda guerra mágica, batallando por sus vidas y por Hogwarts en el caso de Becca.

Fue imposible que el pelirrojo y la chica se mantuvieran juntos en todo momento. Se volvieron a separar cuando Ron empezó a subir las escaleras y Becca se tuvo que quedar.

-Veo que no te ha gustado mi regalo...- dijo una voz detrás de la chica. Era burlona y fría, con veneno incluido.

Becca se giró rápidamente para encontrarse con Bellatrix quién sonreía como tal maniática.
-No! Expulso!- gritó Ginny colocándose delante de ella.

Bellatrix apuntaba ahora a la pelirroja y en el momento en que iba a atacar, Molly le dio.
-Con mi hija no perra!- dijo atacándola.

Becca miró a su alrededor y vio que bastantes chicos y chicas necesitaban ayuda.
-Socorro! Alguien!?- gritó una persona derribada entre escombros.

La chica no lo pensó dos veces y fue a ayudar a la persona que resultaba ser nada más que un chico.
-Como te llamas!?- preguntó la chica ayudándolo.
-Soy Colin Creevey, por favor ayúdame!- decía algo desesperado.

Becca se negaba a dejar que otra persona muriese si ella podía evitarlo.
-Vamos, rápido!- gritó la chica.

-Bombarda!- gritó alguien provocando que la pared cayera encima de estos dos.

-No! Ayuda!- gritaba la chica ahora enterrada en en la pared mientras las lágrimas caían.- Colin...Colin...no.- dijo mirando al chico que ahora estaba muerto.

Becca seguía gritando pidiendo ayuda, nadie se daba cuenta, nadie la ayudaba.

La chica empezaba a sudar, a desesperarse y a gritar del dolor que le producían los escombros encima de ella. La ansiedad de querer moverte y salir de allí y no poder hacerlo.

Era un completo infierno.

Ahora le empezaban a cansar los ojos, y ella misma se decía, aguanta...aguanta, aguanta... tenía que hacerlo, no solo por ella.

Se lo había prometido a Ron. No podía rendirse ahora, se negaba a acabar así.

Sin embargo, habían veces en las que no puedes evitar lo obvio, el corazón latía aún con fuerza pero cada vez más pasado.

-Aguanta...- dijo para finalmente acabar de cerrar completamente sus ojos.





































































-Aquí hay alguien....eh! Que alguien me ayude!

my problem (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora