13.

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La noche cayó y con ella el sentimiento de incertidumbre atrapado en el pecho de Jimin.

Jungkook había salido del dormitorio en cierto momento, para encerrarse en el baño y ducharse. Jimin lo había hecho previamente, después de obedecer con el ejercicio. Pese a todo, quería ser capaz de defenderse de verdad.

También se había duchado para aclarar un poco su mente y tratar de bajar su calentura. Jimin podía entender que se sintiera así, al límite, después de tanto tiempo sin masturbarse porque básicamente no tenía un sitio donde hacerlo.

Sí, podría hacerlo en la ducha, pero Jimin amaba hacerlo boca abajo en la cama, mientras una mano envolvía su miembro y la otra lo penetraba. Solía hacerlo cuando Hoseok estaba en clases y su padre y madrastra lejos de casa.

Pensar en eso lo hizo poner sus pies en la tierra de nuevo, y alejar los pensamientos subidos de tono.

Para su suerte, Jungkook no se encerró en el dormitorio por el resto de la noche, y surgió sobre las diez para hacer la cena. Jimin pensó que darle espacio sería lo mejor. Sí, la verdad es que él tampoco sabía cómo encararlo. No porque fuera incómodo, sino porque quería que lo volviera a besar, y sabía que Jungkook no lo haría de nuevo.

O eso es lo que él creía.

Jimin mordisqueaba la uña de su pulgar desde el sofá, tenía los pies descalzos sobre él, y hojeaba un libro cualquiera. Sus ojos se alzaron mientras Jungkook atravesaba el salón rumbo a la cocina. El castaño le lanzó una mirada que se mantuvo sobre él unos segundos, y después la desvió.

La cena fue silenciosa.

Jimin no quería volver al inicio.

No quería volver a tener que labrar un camino para merecer una simple mirada. Se habían besado ¿Y qué? ¿No eran ambos adultos y podían ser capaces de seguir con sus vidas?

No era el fin del mundo. Habían cosas que, para esas horas del día, preocupaban más a Jimin.

-¿Jungkook?- Jimin sonó pequeño y asustadizo y eso hizo que Jungkook lo mirara pese a todo- Anoche volví a ver a Hoseok. Lo escuché llorar por toda la noche. No me dejaba dormir- Jimin se encogió un poco en su sitio, fijando los ojos en el plato- Sé que no vas a querer, pero... Y-yo...

-No dormiremos juntos, Jimin- Jimin resopló, hundiéndose en su sitio- Pero tengo algo que quizás pueda ayudarte- añadió pocos segundos después.

El azabache lo miró con ojos grandes.

Jungkook dejó el tenedor sobre el plato y se levantó, desapareciendo por el pasillo. A su regreso, llevaba un teléfono en la mano del que colgaban unos auriculares.

-¿Tenías un móvil todo este tiempo y no me dijiste nada?- Jimin puchereó.

-Nunca lo uso. Además, apenas tengo unos contactos, no...- Jungkook cesó la información abruptamente- Prefiero una vida tranquila.

-Sí, ya lo he comprendido- Jimin suspiró.

-Aun así, a veces escucho música...- Jungkook se lo cedió- Podría servirte.

Jimin lo miró con ojos grandes y lo aceptó. Sostuvo el móvil con ambas manos y se colocó los cascos. Después lo encendió, y rebuscó en el reproductor de música, mientras bajaba en todas las canciones que Jungkook tenía descargadas.

-¿Cigarettes After Sex?- Jimin abrió sus ojos con gratitud.

Vaya, eso era una sorpresa.

-¿Los conoces?

-Claro- Jimin llevó un bocado de ensalada a su boca y masticó, continuando en su tarea de ver sus canciones- Sus temas son muy relajantes. Son como una nana para dormir.

GUARDIÁN - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora