CUARENTA Y SEIS

1.3K 154 62
                                    

Mailen.

mientras el Salvador habla mis ojos se fijan en sus labios delgados, ladeo la cabeza concentrada en como gesticula cada palabra. Despabilo cuando veo su mano pasar frente a mi cara, rápidamente lo subo la mirada y me pongo roja.

—Pe-perdón.—tartamudeó y desvió la mirada hacia el Elías y la Abigail que parecen en su propio mundo.

—No importa, Maimai.—murmura y puedo apostar que esta sonriendo divertido.—Mira a esos dos, es como si hubieran estrellas y corazones a su alrededor... Hacen bonita pareja.

—Es verdad.—susurró, luego de eso ambos nos quedamos en silencio poniéndoles atención a nuestros amigos que están en su propia burbuja.

él toma su mano y la entrelaza, pero la Abi no hace lo mismo. Hablan tan bajo que apenas se sienten sus murmullos, sin embargo, podemos ver perfectamente el rostro de ambos, no sé que le estará diciendo el Elías, pero parece algo importante.

—¿Creís que estén peleando?—pregunta el Salvador acercándose a mí, mi corazón comienza a latir desenfrenado ante su repentina cercanía.

—N-No.—vuelvo a tartamudear y me siento un tanto estúpida por actuar así.

finalmente la Abi entrelaza sus dedos y sonríe, pero sus ojos parecen tristes, no sé que será lo que hablan, pero realmente me carcome la curiosidad y la necesidad de ayudarla como ella lo ha hecho conmigo.

de repente el Elías suelta su mano y se aleja de ella, frunzo el ceño por su acto un poco brusco. Es la primera vez que lo veo actuar así.

—Me dijiste que fuera sincero contigo y eso es lo que voy a hacer... Me molesta que no confíes en lo que digo.—habla más fuerte, agrandó mis ojos y me siento un poco incómoda al presenciar esto porque siento que es tan íntimo, pero por otro lado quiero quedarme.—Te lo he dicho un montón de veces, Abi, nada no es tu culpa, fueron mis decisiones.

la Abi baja su cabeza.—No es eso, Elías. Es sólo que es tan repentino todo que no puedo evitar sentirme mal por ti y por todo... Yo también me siento como dijiste antes cuando estoy contigo, pero no quiero ser egoísta.

se me parte el corazón, creo que nunca la había oído hablar ni la había visto así, parece tan vulnerable y dolida. Odio completamente que se sienta así y no saber como ayudarla.

la mirada del Elías se suaviza y no sé porqué me entran unas ganas de llorar, pero las retengo porque sería muy patético cuando ni siquiera me esta pasando a mí.

—Creo que voy a llorar.—susurra el Salvador a mi lado, lo miró y efectivamente tiene un puchero y los ojos más brillantes de lo normal, reprimo una sonrisa.

—¿Deberíamos irnos? Creo que olvidaron que estamos aquí todavía...—hago la intención de pararme, pero él toma mi muñeca.

—Pero aún no sabemos que le va a decir el Elías...—apunta con su cabeza, volvemos a mirar y siento que se me estruja el corazón al ver la cara del Elías, creo que nunca había visto una mirada con tanto amor como la de él, ni siquiera en las películas que son mis mayores referentes de amor.—¿Por qué se ven tan lindos juntos?—se sorbe la nariz. Me da risa su dramatismo, pero es verdad.

de repente ambos nos miran por lo que nosotros nos hacemos los locos mirando hacia otros lados.

» Uy ya se esta oscureciendo, Maimai.—habla el Salvador con un tono agudo.

NO SEAI LLORONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora