EXTRA: TIEMPO (PARTE UNO)

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Elías.

mi dedo índice recorre su estomago, para ser más específico, el nuevo, no tan nuevo, tatuaje de la Abi, siento su piel erizarse bajo mi dedo mientras hago mi recorrido. Siento su mirada en mi perfil, pero estoy embelesado observando el dibujo.

un escalofrío me recorre la espina dorsal cuando siento su mano helada en mi espalda desnuda, la observó mientras ella se recuesta en la cama, la polera se le sube un poco más dejándome ver sus costillas.

—¿Vas a ir?—pregunta pasando sus uñas por mis omóplatos, cierro los ojos unos segundos, luego paso mi mano hacia su costado izquierdo, justo entre medio de su brazo y su pecho. Apoyo mi rodillas entre sus piernas y la observó mejor, el pelo castaño esta revuelto por la almohada y tiene una pequeñas ojeras bajo sus bonitos ojos cafés.

—Nop.—niego con la cabeza, su ceño se frunce y retira su mano de mi espalda.

—Es mañana.—me recuerda con una voz un poco más fría de lo habitual.

—Sí sé, Abigail.—gira su cabeza en el momento en que me acercó para darle un beso, haciendo que mis labios queden pegados en su mejilla, resopló.

—Mmm.—sus manos me toman por los hombros y me separan de ella.

—No entiendo porque insistes tanto.—ruedo los ojos, tirándome hacia el lado sin cuidado, paso las manos por mi cabeza y miro el techo.

—Porque es importante.—se incorpora en la cama y me mira.—Si no lo fuera a la primera te habría dicho que daba lo mismo. Además no es solo por ella, sé que todavía tenís rencor guardado.—su mano se apoya en mi pecho, lo que me manda varios escalofríos.—¿Podís siquiera reconsiderarlo? Por favor.

la observó unos segundos mientras ella me mira con una mueca, suspiro y tomo su muñeca para quitar su mano de mi pecho.

—No puedo, lo siento.—ella me mira por lo que me parece una eternidad, como siempre no sé que pasa por su mente.

—Bueno.—se levanta de la cama y me da la espalda buscando no sé que cosa.

—¿Bueno?—me incorporó y la observó confundido.—¿Abi...?

al parecer lo que buscaba era su ropa porque rápidamente se pone sus pantalones y luego su poleron.

—Voy a bajar.—anuncia antes de salir de mi pieza dejándome confundido, pero lo bueno es que reaccionó rápido.

—Espera, espera.—la freno antes de que baje las escaleras, el piso frío bajo mis pies me hace tiritar un poco.—¿Qué pasó?

—Voy a bajar.—repite y con su cabeza señala las escaleras, abajo mi nona esta viendo tele al parecer.

—Pero... ¿Estay enojada?—esboza una pequeña sonrisa, dejándome todavía mas desconcertado.

es como si cuando creo que la entiendo perfectamente hace algo que cambia todo.

no me malinterpreten, me gusta eso, pero a la vez siempre me preocupa no saber que hacer.

—No.—suelta mi mano.—Sólo voy a bajar.

—Estay enojada.—afirmó un poco inseguro, su sonrisa flaquea un poco, pero la mantiene.

—No estoy enojada porque no te puedo obligar a que quieras hacerlo, sólo voy a bajar porque necesito mi espacio y tú también.—me da la espalda y baja las escaleras.

me quedo un poco pasmado, creo que nunca me voy a acostumbrar a esta Abigail mas serena, es totalmente opuesta a la Abi que conocí, y no lo digo en mal sentido, me gusta ella tal y como es, pero es raro, sigue siendo tan raro.

NO SEAI LLORONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora