día 1: lluvia

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Como buen día de noviembre, llovía impetuosamente. El sol se había escondido hace horas al igual que los transeúntes que con el mal pronóstico habían decidido refugiarse en sus hogares. Las pesadas nubes oscuras no daban tregua a nada ni a nadie que estuviese al descubierto, al igual que el frío viento que sacudía las pocas hojas que quedaban de los árboles esa noche de otoño.

Chat Noir ciertamente no pensaba que se encontraría con esas condiciones metereológicas al salir de su oscuro hogar; la noche lluviosa era más cálida que su habitación en ese momento, por lo que el agua escurriendo de sus rizos dorados y el viento que le enfriaba hasta el alma no le fueron impedimento para continuar con su rutina diaria que principalmente consistía en escapar de su hogar apenas Nathalie fuese a desearle buenas noches.

No, no eran buenas noches hasta que viese a Marinette.

Se deslizó con dificultad por entre los tejados parisinos. A mitad de camino rebobinó a sus pensamientos de hace unos momentos atrás estudiando las condiciones a las que se estaba sometiendo porque, si bien odiaba fervientemente la frialdad de su hogar, quizás era mejor que pasar frío real. Aunque claro, hasta cierto punto.

Siguió su camino apretando fuertemente la mandíbula para evitar el castañeo de sus dientes y sorbiendo repetidas veces su nariz al sentir que en cualquier momento se le escaparía un estornudo. Ya podía escuchar la voz enojada de Marinette en su cabeza regañándole por haberse expuesto al desastroso clima que se estaba desatando sobre sus cabezas, pero ella no entendía su necesidad, y cómo hacerlo si no podía exponerle nada sobre él incluso si así lo quisiera, incluso si lo deseaba con todo su corazón.

Tal y como lo esperó, Marinette lo recibió inmediatamente, no sin antes lanzarle una mirada furiosa y fruncir todo su rostro en muestra de enojo, pero con un tierno brillo de preocupación en sus zafiros que a pesar de estar estilando, le calentó el pecho. Ante todo, se encogió de hombros inocentemente mientras ella, aún furiosa, se volteaba a buscar una toalla.

Sus ojos pasearon por toda la habitación rosácea. Ella volvió a los segundos con dos toallas grandes y lo envolvió en ellas con mucho cariño, casi como un abrazo, o al menos él lo sintió así cuando realmente lo refregó como un perro mojado (que realmente no estaba tan lejos de serlo), sacudiendo sus cabellos fuertemente con la toalla.

Cuando sus hebras doradas dejaron de escurrir, ella dirigió su dulce rostro hacia él, ahora menos furioso pero igual de bondadoso que siempre, preguntando. "¿Mejor?"

Él sonrió con ojitos brillantes, olvidándose de lo frío que se sentía su cuerpo, lo abrumado que se sentía su mente y lo triste que se sentía su alma; esos zircones garzos lo hacían olvidarse de todo, y si bien no eliminaba del todo su desazón, llenaba su corazón de amor.

"Contigo todo es mejor."


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¡Hola! Espero que estén muy bien. Empezamos mayo y con ello el marichat. Les dejo el primer día, nos vemos mañana con el día 2. <3

¡Cuídense! 



noches de ensueño⎥reto marichat 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora